Moncloa intenta salir del paso de la última polémica en torno al caso Salazar. La ministra portavoz, Pilar Alegría, ha defendido este martes que en el complejo que alberga la sede de la Presidencia del Gobierno no han tenido constancia de denuncias por supuesto acoso contra Paco Salazar, exdirigente socialista y exalto cargo del Ejecutivo, que sí se registraron en julio en la sede de Ferraz.
“Nunca se ha recibido, por ninguno de los canales, ninguna denuncia”, afirmó en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Tras la publicación de algunas de las palabras y actitudes atribuidas por dos trabajadoras del partido y del Gobierno al político sevillano en esas denuncias, Alegría las ha considerado “vomitivas”.
“Se subía la bragueta en tu cara, escenificaba felaciones y pedía vernos el escote”, confesó una de las dos víctimas que sí presentó denuncia a través de los canales anónimos del PSOE.
El partido pasó de dar por finiquitada la investigación, después de que Salazar se diera de baja como militante, a asegurar que el procedimiento continuará con el contacto con las víctimas y la elaboración de un informe final.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Alegría presumió del “cese fulminante” del exalto cargo de Moncloa, “desde que se conocieron las informaciones” de estos supuestos casos de acoso.
También describió que, cuando se conocieron “las primeras informaciones”, se mantuvo “una reunión” con trabajadores y trabajadoras para animarles a denunciar. Para que, “desde la empatía y el absoluto respeto al anonimato”, “supieran que quien hubiera visto u oído algo inadecuado” podría expresarlo. “Que supieran que era un espacio seguro”, apostilló.
Las víctimas, según recoge el citado medio, manifestaron en esas denuncias su temor a ser identificadas. La portavoz, por su parte, almorzó hace cosa de un mes con Salazar, como documentó Artículo14. Alegría limitó al “ámbito personal” este encuentro, sin aportar más detalles.



