la mujer en las FAS

La UMT no descarta acciones legales contra Defensa si no investiga los casos de abuso

La Unión de Militares de Tropa preguntará en el pleno del COPERFAS a la ministra que esclarezca los fallos en los protocolos frente al acoso. En caso de negativa, podría iniciar un proceso judicial

La ministra de Defensa, Margarita Robles
Kiloycuarto

Los fallos en los protocolos de actuación del ministerio de Defensa frente a los casos de acoso, que han denunciado víctimas militares a este medio, ha provocado las reacciones desde diferentes asociaciones castrenses.

Si este martes la ATME -Asociación de Tropa y Marinería Española- registró unas preguntas en la sede electrónica del ministerio, a través  de las que exige a Margarita Robles que supervise el cumplimiento de los protocolos, la UMT -Unión de Militares de Tropa- podría ir más allá.

Ambas asociaciones pertenecen al COPERFAS -Consejo de Personal de Fuerzas Armadas-, donde las agrupaciones pueden presentar sus alegaciones e informes respecto “al estatuto y la condición de militar, el ejercicio de los derechos y libertades, el régimen de personal y las condiciones de vida y trabajo en las unidades”.

La UMT, además, está presente en los plenos que se celebran dentro del ministerio de Defensa, ya sea con Margarita Robles o la secretaria de Estado. Según informa el presidente, Francisco José Durán Baños, han planteado cinco en la sede electrónica de la web del ministerio, aún pendiente de feedbackpara que se aborden en el Pleno que tendrá lugar a finales de junio, principios de julio.

En caso de que se tumben sus cuestiones,afirma, la asociación que preside no descarta emprender acciones legales contra Defensa. “Si me lo impiden me tienen que justificar el motivo. Y entonces tenemos cobertura para abrir un procedimiento legal contra dicha respuesta, en caso de que nuestro gabinete jurídico lo crea conveniente“.

Denuncia realizada ante la Policía de María, la marinero que sufrió una agresión sexual
KiloyCuarto

Las vías para que una asociación plantee sus preguntas son, o bien a través de la sede electrónica, o bien a través de la secretaría permanente del COPERFAS. Mediante la primera opción, se selecciona el trámite que pone: a debatir en pleno. “Las que son de un calado importante siempre las presentamos en pleno para que quede constancia en acta de quien te responde y cómo lo hace”.

Diferencias entre víctima civil y militar

Desde la asociación -formada por alrededor de 4.000 socios- informan de que no debería haber una diferencia entre las víctimas civiles y las militares, y que en cambio sí ven que las haya. “Nosotros hemos tenido casos de mujeres en los que pretenden meter acoso laboral, cuando es acoso sexual. Eso tendrá que decidirlo quien lo sufre, ¿no?”

Por este motivo, se manifiestan en contra de la existencia de Tribunales Militares. “Nosotros  aconsejamos que las víctimas vayan directamente por la vía ordinaria. “Si yo empiezo con mis propios protocolos y matices, y el final del trayecto es un juez que imparte una justicia militar. Esto no tiene sentido en el siglo XXI, en un país de la UE”.

Necesitan alguien con quien desahogarse

Durán Baños afirma que las víctimas que llegan a su asociación necesitan “alguien con quien desahogarse. “Nuestro gabinete jurídico las acompaña, pero estamos pensando en abrir uno de psicología”.

Afirma que también hay casos de hombres, pero son más reducidos. “Hay hombres pero todavía nos cuesta en el orgullo asumir un acoso”.

La militar Deborah abandonó el Ejército tras sufrir acoso
Kiloycuarto

“Yo he hecho varios cursos de protección frente al acoso laboral y sexual. Tengo la formación para identificar cuál es el problema, porque si no identifico no puedo aconsejar”. Y, explica, que se trata de una de las carencias que tiene el protocolo. “En cada unidad hay designadas dos personas para el tema de acoso sexual y laboral. Pero no son profesionales: dan dos folios, unos power point y parece que con eso es suficiente.

La soledad: factor común entre las denunciantes

Tanto la ATME como la UMT coinciden en que las víctimas acuden a sus asociaciones con un denominador común: el sentimiento de soledad. “La mayoría de las víctimas dentro de las Fuerzas Armadas, como se desprende de los testimonios que han salido a la luz, se sienten invisibles, faltas de apoyo, como si su voz no tuviera valor y uno de los mayores objetivos fuera que no saliera a la luz”, afirman en la Asociación de Tropa y Marinería Española.

María, nombre ficticio de una mujer que sufrió una violación en la Armada y que denunció su caso en este medio, a través de un testimonio desgarrador, sacó la siguiente conclusión: “Me agredieron sexualmente en el Ejército hace seis meses y me han dejado sola”.

Este relato, y el de otras denunciantes recogido por este medio, ha provocado que la ATME exija al ministerio de Defensa “que se aseguren que estos protocolos se cumplan rigurosamente y que el personal de las Unidades de Protección frente al Acoso (UPA) esté debidamente capacitado para proteger a las víctimas”. Porque, afirman: “La labor del Ministerio de Defensa y sus responsables no puede limitarse a la mera publicación de protocolos y guías para las víctimas”.

Formulario de denuncia ante la UPA
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Falta de personal

Durán Baños focaliza el problema en  que no hay suficiente personal de la UPA desplegado en las unidades. “No deja de ser un órgano administrativo”, dice. “Nosotros hemos reclamado que en los acuartelamientos tiene que haber personal con formación que acompañe a esas personas”.

En el caso de María se produjo esta situación, ya que en el barco donde sufrió la violación, la UPA contactó con ella y ofreció su apoyo a través de llamadas telefónicas. María tuvo que interponer sus denuncias a escasos metros de donde se encontraba su agresor.

El ministerio apoya a la UPA

“Las unidades de protección al acoso son pioneras”, aseguran desde el ministerio. “Se limitan a prevenir, proteger, y acompañar a la víctima. No juzgan”, explican. “A todos los jefes de personal se les imparten cursos periódicos sobre prevención por acoso sexual y por razón de sexo y acompañan a la víctima, sea hombre y mujer”.