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“Sánchez ha perdido la credibilidad ante los socios internacionales”

La cita en La Haya evidencia a un Sánchez aislado por sus socios ante el "hartazgo" del "teatro grotesco" del presidente, afirman eurodiputados. "El desgaste diplomático de España en esta cumbre es aterrador"

El presidente del Gobierno en la Cumbre de la OTAN, entre el resto de mandatarios
Efe

La imagen de un presidente aislado, con cara de querer que pase pronto el nubarrón no ha pasado desapercibida ni para los tabloides internacionales ni para los 31 países restantes integrantes de la OTAN. A diferencia de las cumbres anteriores, a las que un Sánchez sonriente gustaba hacerse fotos con todos los mandatarios, e incluso saludaba al presidente de EE UU -pese a que éste le mandaba sentarse- la actitud que ha mantenido en La Haya es la cara definición de la crisis institucional que asola el país.

Un presidente aislado, sin mantener ninguna reunión bilateral, salvo un pull aside con el primer ministro británico, Keir Rodney Starmer, y el presidente de Canadá, Mark Carney, informan fuentes del Ejecutivo.

No sólo Europa recela de los casos de corrupción del Ejecutivo -Bruselas ha amenazado con retirar sus ayudas-, o la ley de amnistía que ha calificado de “autoamnistía”, sino que también  de estas continuas escenificaciones. “Europa no está cansada, está harta de este grotesco teatro”, afirman fuentes europarlamentarias. “El coste político y el desgaste diplomático de España en esta cumbre es aterrador”.

La estrategia de Sánchez

La estrategia de Pedro Sánchez es clara. La OTAN establece una directriz, que todos los países miembros deben cumplir -incluida España-, y sobre ella el presidente va encajando las piezas que le conviene mostrar a sus socios de Gobierno y a la ciudadanía.

Parecía que tras su declaración institucional del pasado domingo, en la que aseguró que España llegaría al 2,1% del gasto tras un acuerdo con Rutte, que el propio secretario general de la OTAN desmintió, Sánchez tendría que someterse a lo que se acordara en la Cumbre de la Alianza Atlántica.

Y lo ha hecho, ya que ha firmado -como no le quedaba más remedio, ya que las votación es unánime- que nuestro país cumplirá con el gasto del 5% del PIB en Defensa: un 3,5% en armamento y un 1,5% en capacidades duras. Una cifras que tendrán  una revisión en 2029, y que se pretende alcanzar de manera progresiva hasta 2035.

OTAN
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, habla con la ministra de Defensa, Margarita Robles, y el titular de Exteriores, José Manuel Albares, en La Haya
Efe

Pero Sánchez ha vuelto a salir a la palestra con la afirmación de que España cumplirá con el 2,1%. Y para trasladar la idea de que nuestro país irá a cumplir objetivos en defensa  y no porcentajes de gasto ha recurrido a la fórmula de quitar la palabra “unidos” del texto de la OTAN. “Unidos frente a las profundas amenazas y desafíos a la seguridad, en particular la amenaza a largo plazo que plantea Rusia a la seguridad euroatlántica y la persistente amenaza del terrorismo, los Aliados se comprometen a invertir anualmente el 5% del PIB…”, dice el texto original. Un recurso de escaso recorrido, ya que independientemente de la lírica, las decisiones en la OTAN exige el cumplimiento de todos los miembros por igual.

Objetivo: salvar la legislatura

Este juego para salvar su legislatura y que sus socios contrarios a aumentar el gasto en Defensa sigan apoyándole, no sólo ha provocado que Trump manifieste su impaciencia, quien ha amenazado con abrir una guerra comercial con España. El primer ministro belga, Bart de Wever, al inicio de la cumbre, hizo  las siguientes declaraciones: “Si Sánchez cree que puede hacerlo” con un 2,1% en lugar de un 3,5%, “es un genio”, ironizó el primer ministro belga, Bart De Wever, al inicio de la cumbre. El ministro de Asuntos Exteriores italiano, Antonio Tajani, seguró también que “España tendrá que respetar las normas”, aunque “se han introducido criterios de flexibilidad razonables”.  Y el griego, Kyriakos Mitsotakis, ha abogado por las políticas de llegar a acuerdos “sin países que sean un lastre”.

Reina
Los Reyes de los Países Bajos posan para una foto familiar con los Jefes de Estado y de Gobierno, participantes en la cumbre de la OTAN, antes de una cena en el Palacio Huis Ten Bosch
Efe

El escudo del ministerio de Defensa

Otra de las declaraciones del presidente del Gobierno -y que ha llamado la atención a nivel europeo-, ha sido como Sánchez, en lugar de asumir la decisión de llegar al 2,2% como algo suyo, ha echado balones fuera al asegurar que ha sido una decisión que ha partido del ministerio de Defensa. “Ha involucrado a nuestras Fuerzas Armadas  en su rueda de prensa y las ha dejado vendidas, como si el resto de países no supiera que estas decisiones parten del Gobierno”.

Las consecuencias materiales de la cumbre de esta semana, en un momento determinante con los ataques entre Irán e Israel, la ofensiva rusa siempre acechante, nadie quiere hacer enfadar a Donald Trump, como evidenció los continuos halagos de Rutte hacia el presidente estadounidense. Y en esta línea, la voz discordante de Sánchez que causa el enfrentamiento directo con Trump se percibe como un obstáculo para el resto de países.

Las consecuencias

Pese a que en la UE “no pasan por alto que Trump no puede ignorar que las relaciones comerciales europeas son competencia exclusiva de la Comisión”, aseguran fuentes europarlamentarias, “por lo que no podrá negociar directamente con España“, la credibilidad del país está en desnivel. Sánchez podría haber jugado la carta de otros socios europeos, que con dificultades de llegar al cumplimiento del gasto ha marcado plazos de cumplimiento para salvar el tipo. Pero eso no hubiera contentado a los socios en España, y Sánchez ha demostrado  para Europa lo que fuentes diplomáticas ya afirmaron a este medio: “En Bruselas impacta que Sánchez anteponga su gobierno al país”.

 

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