la relación con Estados Unidos

Sánchez recibió en Moncloa a una empresa de EE UU para barajar la compra millonaria de F-35

Directivos de Lockheed Martin ofrecieron al presidente, en una reunión sin Robles, la compra de estos aviones de combate. "Sánchez puede tener esta carta bajo la mesa para aquietar a Trump"

Donald Trump y Pedro Sánchez, con un F-35 de fondo
Kiloycuarto

Los aviones de combate F-35 tienen un mote rotundo en el ministerio de Defensa: “Los innombrables”. Estos aviones de combate americanos son tan deseados por la Armada como rechazados por parte de sucesivos gobiernos españoles por varios motivos, entre ellos, por el hecho de que comprarlos significa seguir en la rueda de no generar industria propia.

No obstante, en estos momentos de máxima tensión entre el Gobierno de Donald Trump y el de Pedro Sánchez pueden ser no sólo un arma de combate, sino de negociación. Según informan a este medio fuentes militares, los directivos de Loockheed Martin se reunieron recientemente en La Moncloa con el presidente y su mano derecha, el abogado Manuel de la Rocha, en una reunión propuesta por los directivos de la multinacional estadounidense.

Dicho encuentro, aseveran, ha sido promovido por los americanos para, sin existir una Request for proposal -Solicitud de Propuesta- formal por parte del Ejecutivo, proponer la compra de estos aviones de combate, a cargo de una partida presupuestaria de 2023. Un montante destinado a la modernización de los aviones, sin especificar los F-35B.

El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, a su llegada a la cena de ofrecida por los Reyes de Países Bajos en la Cumbre de la OTAN
EFE/ JJ Guillén

Los americanos no abandonaron La Moncloa ni con las manos llenas ni vacías –cada avión puede suponer más de 300 millones de euros-, ya que esta negociación de compra podría ser la carta bajo la mesa de Pedro Sánchez. “Hay quien cree que lo puede utilizar como una baza para aquietar a Trump”, argumentan. “Sería un plan industrial de retorno para España, mostrando su voluntad de que este programa deje un rastro industrial el país España”.

Estos expertos afirman que la decisión final de esta compra será conjunta entre el presidente del Gobierno y De la Rocha. “Él es quien realmente toma las decisiones estructurales en materia de Defensa”. Porque para este encuentro no se contó ni con la ministra de Defensa, Margarita Robles, ni con su secretaria de Estado, Amparo Valcarce.

Pese a que en la cumbre de la OTAN que se celebra estos días no hay previstas reuniones bilaterales entre Donald Trump y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, estos cazas podrían figurar dentro de las capability targets que el presidente estadounidense imponga dentro del 3,5% del gasto que debe ir destinado a armamento. En definitiva, un arma de negociación entre David y Goliat nada desdeñable.

Los F-35, máximo objeto de deseo de la Armada

En el ministerio de Defensa llaman a estos aviones de combate “los innombrables” porque existe una presión enorme por parte de la Armada para la adquisición de este caza. ¿Por qué son un objeto de deseo para el Ejército naval? Porque se trata del  único avión de despegue vertical que podría  mantener el ala fija embarcada en los buques de la Armada. En la actualidad, disponemos de los modelos AV-8B Harrier II Plus, pero se prevé su retirada en 2030 aproximadamente. “Si no hay F-35B no va a haber ala fija embarcada y eso es perder una capacidad”.

Felipe VI, junto al presidente de Estonia
El Rey, junto al presidente de Estonia, visita el portaaeronaves Juan Carlos I
Casa de Su Majestad el Rey

Por otro lado, el Ejército del Aire mantiene la doctrina de tener dos aviones distintos de caza, por seguridad y soberanía. Y disponemos del Eurofighter, es un avión de pura superioridad aérea, un caza puro para el ataque en el aire a otro aviones. No es avión de caza a suelo, por lo que los expertos argumentan que tiene sentido pedir aviones con mayor capacidad de ataque a suelo y con capacidad furtiva.

Pérdida de capacidades

El problema de no tener un avión de ala fija embarcada, como aportan estos aviones, es que se pierde esa capacidad y otra añadida: la de la infantería de marina. Porque en caso de hacer un desembarco se necesita la superioridad aérea, es decir, dominar el aire para que otros aviones enemigos no se dediquen a tirar al blanco contra los infantes de marina mientras bajan a la playa. Y la capacidad de despliegue de la infantería baja. La adquisición de estos aviones supone pasar de tener una Armada de Aguas Verdes -con capacidad de operar a nivel regional- y no una Armada de Aguas Azules -con competencias para operar en los océanos-.

La alternativa a los F-35B

Este medio ha intentado contactar con el ministerio de Defensa en varias ocasiones para pedir información sobre el estado de compra de estos aviones de combate, sin contar con ninguna respuesta.  La alternativa a los F-35 en la que trabaja el ministerio con fuerza, como explicó la SEDEF desde el salón de Aeronáutica de Le Bourget -Francia- es en la fabricación de aviones FCAS -Future Combat Air System-, un caza de quinta generación que le daría a España las capacidades de ataque a suelo.

Fabricar un avión de semejantes capacidades puede suponer unos diez años, pero además, en el caso del FCAS hay unos retrasos tremendos derivados básicamente de Francia. “No podemos estar en ese GAP, pensando que podemos estar en guerra dentro de cinco años”, aseguran. “Y esa es la fortaleza que tiene el Ejército del Aire en este momento”.

 

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