Hortensia, la karateca que sigue compitiendo a los 73 años

Con 73 años, Hortensia Durán se ha proclamado por quinta vez campeona nacional de katas, demostrando que la edad no limita la pasión ni la constancia

Hortensia Durán reside en el barrio madrileño de Canillejas, y su nombre ha empezado a resonar en el panorama deportivo con gran fuerza. A sus 73 años, ha conseguido alzarse como campeona nacional de katas, un logro que no solo habla de su habilidad técnica, sino también de su determinación. Más allá de la competición, para Hortensia el karate es una forma de vida: un espacio de disciplina, reflejo y autocontrol que ha cultivado con paciencia y entrega.

Ella no se inició en este arte marcial en la juventud. Fue con 46 años cuando decidió probarlo, motivada por sus tres hijos, que ya practicaban. Lo que parecía un entretenimiento compartido en familia se convirtió pronto en una pasión profunda. A lo largo de los años, su constancia la ha llevado a mejorar, perfeccionar sus movimientos y consolidar una técnica que hoy le gana títulos nacionales.

Constancia y equilibrio

Para Hortensia, el karate aporta más que fuerza física: le brinda bienestar mental. Entrena cuatro veces por semana: dos días en el gimnasio y otros dos en el tatami que ha instalado en casa. Según ella, memorizar las secuencias de katas ha sido un estímulo para su mente: “te mejora físicamente, mentalmente también … hay que memorizar muchísimos movimientos, eso te ayuda muchísimo.” Además, ha confesado que este deporte le aporta autoestima y seguridad. En una ocasión, mientras paseaba con su marido, tuvo que defenderse de un ciclista agresivo: contestó con un puñetazo lateral que sorprendió a su atacante. Con ese episodio, subraya que el karate también es defensa personal, algo que no siempre se valora en las personas mayores.

Reconocimiento y admiración

El impacto de su trayectoria ha llamado la atención de figuras del karate. El subcampeón olímpico Damián Quintero le dedicó palabras de admiración, diciendo que “le encanta ver a gente como tú practicar nuestro deporte”. También medios de comunicación han destacado su vigor y vitalidad, describiéndola como alguien que vive una “segunda juventud”. Más allá de sus títulos, Hortensia representa un mensaje poderoso: cumplir años no significa frenar tus sueños. Ella misma rechaza que la edad sea un obstáculo para progresar técnicamente en karate. Afirma que “aunque tengas 70 u 80 años, puedes mejorar muchísimo”, y su propia experiencia lo demuestra. Su alimentación también acompaña ese ritmo de vida: evita excesos, consume frutas y verduras y mantiene una energía vibrante.

 

Hortensia no solo inspira a personas mayores, sino también a quienes practican karate de menor edad. Su constancia, disciplina y amor por el deporte muestran que el karate no es solo una lucha física, sino también un camino de desarrollo personal. Su historia invita a replantear los límites que la sociedad suele poner al envejecimiento: ella demuestra que no importa cuándo empieces, sino cómo te entregas. En definitiva, Hortensia Durán demuestra que el karate puede ser una fuente de fuerza, equilibrio y propósito a cualquier edad. Su recorrido invita a todos a reflexionar: nunca es tarde para empezar, nunca es tarde para mejorar, y nunca es tarde para redescubrirse.

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