Mayte Éboli Vázquez, la primera mujer número uno en una promoción de la Guardia Civil

La historia de Mayte Éboli Vázquez y su hito histórico: fue la primera mujer en liderar una promoción de la Guardia Civil

Mayte Éboli Vázquez - Defensa
Una fotografía de archivo de Mayte Éboli Vázquez.
ABC

La Guardia Civil ha vivido en los últimos años avances silenciosos que han modificado la estructura interna de un cuerpo en el que, durante décadas, las mujeres no tuvieron espacio. En ese proceso de transformación destaca con fuerza el nombre de Mayte Éboli Vázquez, la guardia civil que, en 2022, firmó un hito sin precedentes al convertirse en la primera mujer en liderar una promoción completa en la Academia de Baeza. Su logro no solo habla de mérito individual, sino del cambio profundo que experimenta una institución con casi dos siglos de historia. Y, sobre todo, demuestra que el talento y el esfuerzo se abren paso incluso en los ámbitos más tradicionales.

Una trayectoria marcada por el esfuerzo

Antes de llegar a la Guardia Civil, Mayte Éboli Vázquez ya había recorrido un camino exigente. Nacida en Venezuela y llegada a España en la adolescencia, se licenció en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid y después sirvió durante seis años en el Ejército de Tierra. Ese paso previo por las Fuerzas Armadas le dio una disciplina férrea y una base física que más tarde serían claves en su formación como guardia civil. Pero la aspiración de Mayte iba más allá. Ella quería entrar en la Benemérita y demostrar que su vocación tenía fundamento.

Cuando ingresó en la Academia de Guardias y Suboficiales de Baeza, lo hizo con la convicción de que aquel reto marcaría un antes y un después en su vida. Aquel centro, que durante más de setenta años había formado a miles de agentes, nunca había tenido a una mujer liderando una promoción completa. Mayte Éboli Vázquez cambió eso. Y lo hizo con una mezcla de constancia, talento académico y capacidad para asumir la dureza de un entrenamiento que, como ella misma ha explicado, exigía levantarse de madrugada, rendir al máximo y estudiar hasta la extenuación.

El hito que cambió la Academia de Baeza

En 2022, la 127ª promoción de la Guardia Civil contó con 1.925 alumnos, de los cuales 398 eran mujeres. Era una promoción diversa, amplia y profundamente competitiva. Que en ese escenario el número uno fuera una mujer rompió un techo simbólico que la institución llevaba décadas intentando perforar. Desde aquel momento, Mayte Éboli Vázquez dejó de ser solo una alumna excelente para convertirse en un referente dentro del cuerpo.

El reconocimiento no fue menor. El propio ministro del Interior presidió el acto de entrega de despachos y subrayó la trascendencia del logro. Para la Academia, que siempre ha sido un termómetro de la evolución interna de la Benemérita, el liderazgo de Mayte Éboli Vázquez fue la prueba inequívoca de que la igualdad no es un concepto abstracto, sino una realidad que toma la forma de resultados concretos.

Certificado a Mayte Éboli Vázquez - Defensa
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, felicita y entrega su certificado a Mayte Éboli Vázquez Medina.
EFE/ Carlos Cid

Pero el impacto de Mayte Éboli Vázquez no se mide solo en los aplausos que recibió aquel día. Se mide en algo más profundo: el mensaje que deja para las mujeres que aspiran a entrar en la Guardia Civil. Su historia recuerda que no basta con abrir la puerta, sino que hay que tener referentes al otro lado. Mujeres que, como ella, demuestran que es posible llegar al máximo nivel en un entorno históricamente masculinizado.

La Guardia Civil ha ido ampliando la presencia femenina en sus filas, pero aún está lejos de alcanzar un equilibrio real. Por eso, figuras como Mayte Éboli Vázquez tienen un valor incalculable. Representan una promesa cumplida, una demostración tangible de que las aspirantes que entran hoy en una academia pueden llegar tan lejos como cualquier otro compañero. Y, en muchos casos, más lejos aún.

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