Silvia Gil, la primera mujer Jefa de una Comandancia de la Guardia Civil

Su liderazgo en Teruel simboliza el avance de la igualdad en las fuerzas de seguridad españolas y marcó un antes y un después

Silvia Gil - Defensa
Una fotografía de archivo de Silvia Gil.
RTVE

La historia de la Guardia Civil no puede contarse sin mencionar el nombre de Silvia Gil. Una mujer que, con disciplina, valor y un profundo sentido del deber, rompió una de las barreras más antiguas dentro del instituto armado español.

En abril de 2021, se convirtió en la primera mujer en asumir la jefatura de una Comandancia de la Guardia Civil. Concretamente, en la provincia de Teruel. Con ese nombramiento, la institución, fundada en 1844, daba un paso histórico hacia la igualdad en un cuerpo tradicionalmente masculino.

Una pionera forjada en la disciplina

Nacida en Madrid en 1975, Silvia Gil pertenece a una generación que creció viendo cómo las mujeres empezaban a ganar terreno en sectores antes vedados. Licenciada en Derecho, con formación en Ciencias Jurídicas y de las Administraciones Públicas, y máster en Seguridad y Estudios de Género, su carrera ha estado marcada por una constante búsqueda del conocimiento y la excelencia. Su paso por la Academia General Militar de Zaragoza y la Academia de Oficiales de Aranjuez fue el punto de partida de una trayectoria que ha ido desafiando los límites de la costumbre y el tiempo.

En 2001, con el empleo de teniente, Silvia Gil inició un camino profesional que la llevó a asumir responsabilidades en distintos puntos del país. Fue jefa del Subsector de Tráfico de Las Palmas y formó parte del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (SEREIM) de Cangas de Onís. Un destino que requería no solo preparación técnica, sino una fortaleza física y mental poco común. Su paso por este grupo especializado demostró que las capacidades no tienen género cuando se sustentan en la competencia y la vocación.

Un liderazgo marcado por la igualdad

Su nombramiento como jefa de la Comandancia de Teruel fue más que un reconocimiento personal. Representó un gesto institucional que buscaba reflejar una realidad cada vez más diversa dentro del cuerpo.

Silvia Gil - Defensa
Una fotografía de Silvia Gil con un premio.
Newtral

Para Silvia Gil, la igualdad no es una meta abstracta, sino una práctica diaria. “A la mujer se le exige un esfuerzo adicional para demostrar sus capacidades”, declaró en una de sus entrevistas. Esa frase resume no solo su carrera, sino también la de tantas compañeras que, como ella, decidieron vestir el uniforme verde y desafiar la estadística.

Trayectoria internacional y méritos académicos

Más allá de su labor en España, Silvia Gil ha tenido una proyección internacional significativa. Formó parte de la Misión de la Unión Europea para el control fronterizo en Rafah (EUBAM), en Palestina. Y trabajó como oficial de enlace en la Escuela de Oficiales de la Gendarmería Nacional Francesa, en Melun. Su visión global del trabajo policial le permitió incorporar nuevas estrategias de cooperación y perspectiva europea en la gestión de la seguridad.

Paralelamente, ha desarrollado una sólida trayectoria académica. Doctora en Estudios Feministas y de Género, Silvia Gil ha defendido la idea de que la seguridad pública también debe comprenderse desde una mirada inclusiva, moderna y humana. Su perfil combina la autoridad del mando con la sensibilidad del pensamiento crítico, una combinación poco frecuente en las estructuras jerárquicas tradicionales.

Entre sus condecoraciones figuran la Cruz de Plata con Distintivo Blanco de la Orden del Mérito de la Guardia Civil, la Cruz al Mérito Policial, la Cruz al Mérito Militar y el Premio Igualdad de la Universidad de Alicante. Pero más allá de las medallas, su legado se mide en la apertura de caminos. Cada mujer que hoy aspira a un puesto de mando dentro del cuerpo camina, en parte, sobre la huella que ella dejó.

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