Cómo actuar cuando un niño dice palabrotas

Los niños tienen una gran capacidad de aprendizaje, tanto para lo bueno como para lo malo, por eso a veces aprenden lo que no deben , como las palabras, y en esos casos hay que saber como actuar para cercenar esa actitud

Un grupo de niños en el colegio

Los niños pequeños son esponjas, es decir, tienen una capacidad de aprendizaje muy por encima de la media, la misma que les hace poder captarlo todo y sorprendernos con su capacidad para ello. Pero claro, a la vez que es muy bueno por todo lo que les aporta, también es un arma de doble filo, ya que pueden acabar cogiendo lo que no deben y generando unos problemas con los que de normal no contaríamos. Un ejemplo es cuando están aprendiendo a hablar y aún no conocen del todo el significado de las palabras. Entonces escuchan en la televisión, la calle o el colegio alguna palabrota.

Cuando eso sucede es muy complicado quitárselas de la cabeza, porque las introducen de lleno y la usan de forma descontrolada, algo que en ocasiones puede hacer que nos llevemos algún ‘susto’ y nos quedemos con una sorpresa inesperada, ya sea en la calle, en un encuentro con más gente o simplemente con otros niños. Afortunadamente para nosotros, está en nuestras manos poder controlarlo y hacer que sea una simple anécdota más pronto que tarde. Pero para eso hay que hacer las cosas bien y seguir una serie de pautas que nos faciliten el proceso.

Un grupo de niños en el colegio

Cómo actuar cuando nuestro hijo dice palabrotas

Los psicólogos infantiles tienen claro como tenemos que actuar para que esto no se convierta en una costumbre o lo que hay que hacer si vemos que se siguen produciendo estos comportamientos. Así debemos maniobrar según las recomendaciones:

  • Evita reirte cuando el niño/a diga una palabrota. Si se nos escapa una risa cuando escuchamos una palabrota, lo que estaremos alimentando es que esa acción se vuelva a repetir, ya que los niños al ver que los adultos se ríen se sienten el centro de atención y quieren seguir siéndolo, por lo que repiten el comportamiento.
  • No regañes en exceso al niño, pues puede asociar la palabrota con tu atención. En ningún momento debemos gritarle o regañarle, solo tratar de hacerle ver que las cosas así no son buenas y no deben hacerlas.
  • Explícale que esas palabras pueden molestar a los demás y hacerles daño. Debemos incidir en que lo que acaba de decir no está bien, desde la calma y siendo pausados en nuestra respuesta.
  • Enséñale a disculparse. Si no saben pueden bloquearse, también deben aprender cómo pueden pedir perdón y actuar cuando le hacen daño a alguien con sus palabras.
  • Pregúntale por qué ha dicho eso e invítale a reflexionar. Con preguntas como: ¿por qué has dicho eso? ¿qué crees que significa? ¿Qué sientes al decir eso? Se trata de averiguar por qué nuestro hijo ha actuado así, al tiempo que le hacemos consciente de lo que ha dicho y por qué lo ha dicho.

Saber actuar a posteriori

En caso de que las palabrotas vayan acompañadas de otros comportamientos o cambios en el humor de tu hijo, sería conveniente solicitar ayuda profesional, pues podría estar sucediendo algo que se nos escapa. Normalmente este comportamiento se debe más que nada a un comportamiento de espejo sobre el resto de sus iguales que a algo buscado para hacer daño a los demás, lo que quiere decir que si somos capaces de controlarlo y evitarlo, se puede quedar en nada y no afectar a la personalidad del niño y sus habilidades sociales.

TAGS DE ESTA NOTICIA