Generación Beta: los catalizadores del cambio global

Es la primera completamente nativa de la era de la inteligencia artificial, que no sólo heredará un mundo digital, también una nueva forma de interactuar social y laboralmente

Hijas e hijos de la Gen Z -y de algunos millenials tardíos-, los Beta, nacidos entre 2025 y 2040, son la primera generación completamente nativa de la era de la inteligencia artificial. Quien les ha bautizado, el investigador australiano Mark McCrindle, asegura que esta generación representará el siguiente capítulo en la evolución social.

Su nombre simboliza mucho más que la segunda letra del alfabeto griego: refleja una transición hacia un mundo donde la tecnología estará totalmente integrada en la vida cotidiana. Los Beta crecerán en un entorno donde la IA y la automatización serán esenciales en campos como la educación, el trabajo, la atención médica y el entretenimiento. “Para ellos, la frontera entre lo físico y lo digital será prácticamente inexistente”, afirma McCrindle, reconocido por sus estudios generacionales.

Tecnología: una segunda naturaleza

Si la generación Alfa aprendió a adaptarse al mundo digital, los Beta no tendrán que hacerlo; la tecnología será una extensión natural de su ser. Desde aulas personalizadas por algoritmos hasta diagnósticos médicos impulsados por IA, esta generación crecerá en un mundo diseñado para optimizar su experiencia personal y colectiva. A pesar de estas ventajas, sus padres serán cautos. Según McCrindle, la Generación Beta será moldeada por padres conscientes de los riesgos de la hiperconectividad. “Representarán el equilibrio ideal entre la hiperconexión y la vida física”, señala el investigador en su informe -publicado en su blog-.

Desafíos: un mundo de incertidumbre

Nacer en un mundo tecnológico e hiperconectado no les eximirá de enfrentar problemas críticos. El cambio climático, la urbanización acelerada y descontrolada y las desigualdades económicas marcarán sus vidas. Pero, a diferencia de generaciones anteriores, los Beta vienen de cuna casi aprendidos. Los valores inculcados por sus padres, como la sostenibilidad, la adaptabilidad y la colaboración, los prepararán para abordar estos desafíos con innovación y un enfoque colectivo.

La educación será un pilar clave. A diferencia de generaciones anteriores que aprendieron sobre la marcha, los Beta serán formados desde pequeños para gestionar y aprovechar la tecnología. “Para ellos la inteligencia artificial no será una amenaza laboral, será su aliada para resolver los desafíos globales”, apunta McCrindle.

Mariana Torres pertenece a los Z, esa generación de nativos digitales que, entre muchas preocupaciones, ha puesto la salud mental en el foco. En menos de un mes, dará luz a su hija, Estrella, una Beta. “Es un privilegio pensar que mi hija será parte de una generación con tantas posibilidades. Pero, también me inquieta que, en un mundo tan tecnológico y acelerado, no se pierdan los valores éticos y morales que nos inculcaron a mi generación y a las anteriores. Quiero que mi hija crezca con respeto hacia los demás, empatía, honestidad y sentido de comunidad. Estas cualidades son tan importantes como cualquier conocimiento tecnológico. Espero que esta generación pueda combinar lo mejor de la innovación con los valores humanos”.

¿Qué les hará únicos?

La Generación Beta no sólo heredará un mundo digital, también una nueva forma de interactuar social y laboralmente. Según McCrindle, serán moldeados tanto por sus circunstancias como por sus respuestas a ellas.

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En lo social, se espera que adopten una mentalidad más global y comunitaria, priorizando la cooperación sobre la competencia. En un mundo interconectado, los Beta podrían liderar movimientos para derribar barreras culturales y económicas, creando soluciones inclusivas a nivel internacional. En lo laboral, se anticipa una revolución. Trabajos tradicionales serán automatizados, mientras que surgirá una nueva economía basada en habilidades humanas únicas: creatividad, empatía y pensamiento crítico. Los Beta tendrán que redefinir qué significa trabajar en un entorno donde las máquinas hacen gran parte del trabajo operativo.

Una generación con potencial transformador

Les dejamos un planeta en crisis, pero dispondrán de una caja de herramientas innovadoras para enfrentarlo. Según el investigador McCrindle, “su éxito dependerá de cómo aprovechen las oportunidades mientras gestionan los riesgos”.

Esta generación promete ser mucho más que un grupo definido por su tiempo: será un catalizador de cambio.