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TikTok: los creadores más polémicos de Francia, en el punto de mira

En los últimos tiempos, la actualidad se está centrando en el uso inadecuado de las redes sociales. Desde privacidad y filtraciones, a grabaciones sin consentimiento, informes sobre abusos o el impacto sobre la alimentación y la salud mental de los jóvenes.

El caso es que Francia ha decidido dar un paso adelante con una investigación parlamentaria y analizar el uso de TikTok por parte de algunos de sus mayores creadores. Hoy es la red social más popular entre las nuevas generaciones y se ha convertido, desde hace unos meses, en fuente de polémicas, sin precedentes.

Centrada principalmente en el impacto sobre la desinformación y la seguridad de los menores, esta comisión está interrogando a varios destacados creadores de contenidos para evaluar el impacto de sus publicaciones. Detrás de todo este debate contemporáneo, planea la confrontación entre nuevos líderes digitales, plataformas y gobiernos.

Comisiones y marcos legales en redes

Estas comisiones ya han tenido lugar en otros países. Recordemos cómo Mark Zuckerberg tuvo que ir a defender Facebook e Instagram ante el congreso. Luego se sucedieron múltiples otras entrevistas con altos directivos de otras redes e incluso el CEO de TikTok para aclarar sus prácticas acerca del uso de datos de menores, seguridad nacional e intromisión china.

Aunque estas audiencias no siempre hayan acabado en una legislación concreta y unificada, sí se están impulsando intensos debates sobre restricciones estatales, establecimiento de una edad mínima de uso de redes (como recientemente en Australia) o prohibición de instalación en dispositivos gubernamentales. Francia, con su comisión propia, pretende adelantarse a una regulación europea sobre creadores de contenidos y su responsabilidad informativa. En el 2023, el Estado vecino ya aprobó una ley de influencers, que tuvo también su versión española.

Influencers enfrentados a otro tipo de audiencia

Estos últimos días se ha vivido un inédito enfrentamiento. Cinco de los influencers más polémicos del panorama del TikTok francés fueron citados para responder a distintos diputados. Una escena insólita donde estos nuevos ídolos de masas cambian sus videoselfies en casa por un plató improvisado en la Asamblea francesa. El objetivo: evaluar sus discursos, prácticas y potencial responsabilidad social como figuras públicas.

El primer interrogado fue Isac Mayembo, más conocido como Alex Hitchens o el “coach de la seducción”. Este joven de 26 años, apuesto jugador de baloncesto de origen africano, figura entre esos perfiles asociados a discursos sexistas y misóginos. Su contenido centrado en relaciones de parejas y dinámicas de poder entre géneros ha levantado ampollas y le han llevado a aparecer retratado en esta situación enrevesada. Según la propia comisión, era importante confrontarlo por su tóxica influencia sobre actitudes de jóvenes varones machistas.

Otro participante al interrogatorio fue AD Laurent, de curioso recorrido mediático: exparticipante en realities, reconvertido en actor porno y cuya cuenta fue eliminada en Instagram cuando llegaba al millón. Aunque su contenido más problemático no se aloje realmente en TikTok, su notoriedad genera dudas sobre la frontera entre lo público y lo privado. En su caso, la comisión quiere determinar hasta qué punto su aura en la app china actúa como promoción encubierta de sus contenidos en otras plataformas.

El tercero en comparecer fue Nasdas, un TikToker marsellés alzado a la fama por su discurso directo, sin titubeos ni trampas. Nasdas mezcla acento callejero con consejos de vida, regala dinero o procura ayuda al estilo de un Robin Hood de la era urbana. Suele apelar a las emociones y al espíritu de comunidad frente a penurias e injusticias. Flanqueado por abogados, y con tono benévolo, su caso pone de relieve un gran problema de fondo. El impacto emocional de su discurso, elevado al estatus de entretenimiento y potenciado por los algoritmos.

Entre los llamados a comparecer, también estuvieron Julien y Manon Tanti, una pareja atípica, fruto de la “telerrealidad” y frecuentes protagonistas de anuncios en redes de sus hijos. Su presencia en la sala de audiencia respondía a la voluntad de la comisión de tratar la cuestión cada vez más candente de los derechos y responsabilidades de los padres en la exposición de sus menores y en sacar ingresos sustanciales.

Audición de alta tensión

Más allá de la idoneidad de las preguntas de la comisión, la forma en que se desarrolló la audiencia dejó momentos reveladores de una ruptura entre estos líderes de opinión y las instituciones.

Una de las confrontaciones más tensas fue, sin duda, la videoconferencia con Alex Hitchens, autoproclamado “coach de la seducción” que, tras un intercambio retórico con el presidente de la comisión, decidió colgarle bruscamente la conexión, tras acusarles de manipulación. El jueves, TikTok Francia decidió lavarse las manos y eliminar su cuenta, causando una vehemente reacción del influencer bien decidido a armarla a toda costa.

AD Laurent, se defendió también con ímpetu de fomentar la propagación digital del sexismo, indicando que trabajaba en plataformas estrictamente reservadas a adultos. Sugirió, no obstante, que la plataforma debería poder filtrar contenidos por edad o validar fechas de nacimientos para evitar que menores pudieran dar fácilmente con contenidos de estas características.

Nasdas, por su parte, con cierto nerviosismo y frustración, se amparó en su buena fe y en ayudar a los más vulnerables. Acudió a ejemplos concretos y denunció la dictadura de los algoritmos que son, según él, son los verdaderos culpables. En una doble moral (al fin y al cabo, los algoritmos son lo que han hecho de él un “famoso”) Nasdas denunció que el verdadero problema es la curación de contenidos de la plataforma.

En el caso de la familia Tanti, el “toma daca” se centró en el uso de sus hijos en acciones publicitarias. Preguntados por una colaboración concreta con Shein, una marca de ropa china, reaccionaron con cierta ligereza hasta el punto de que el presidente de la comisión tuvo que recordarles que nadie está por encima de la ley. La sensación que dejó esa pareja es que nunca había considerado que utilizar a sus hijos pudiera tener implicaciones legales o éticas.

Seguidores por encima de responsabilidades

Estas comisiones llegarán probablemente pronto a nuestros lares. Reflejan la tensión creciente entre un entorno digital, extremamente incontrolable, pero cada vez más influyente en la educación de los más vulnerables.

Esta comisión TikTok (y hubiera podido llevar cualquier otro nombre) busca a entender cómo funciona la lógica emocional de las masas en su consumo de contenidos, así como la compleja respuesta algorítmica de las plataformas, que no dejan de ser negocios.

Y mientras esta comisión (que continuó el viernes con la comparecencia de los responsables de TikTok) plantea nuevas normas y leyes sobre el uso a tal edad, la transparencia algorítmica, la moderación de contenidos, los límites a la exposición infantil… Pero hay algo más preocupante.

Estos cinco creadores han surfeado este espectáculo mediático y aprovechado para visibilizar al máximo esta inusual confrontación contra el Estado. Han arengado sus comunidades, cosechado miles de comentarios y recibido su incondicional apoyo. Erigiéndose como defensores de la verdad; salvadores de la sociedad o sencillamente como representantes de “lo que mola,” han consolidado aún más su influencia entre sus clubes de fieles.

Que les citen a declarar a un “banquillo” y contesten con cierto aire de “chulitos”, no deja de impresionar a los jóvenes y les da aún más crédito. Son sus nuevos héroes y lo que significa para ellos: la fama y el éxito.

La forma envalentonada con la que alguno respondió a las preguntas o el comportamiento desafiante o el colgar incluso una llamada de la justicia apuntan a una severa degradación en la relación entre jóvenes e instituciones.

Un cambio de paradigma en quiénes mandan, cuáles son las leyes y normas, quiénes son sus líderes y referentes. Más allá del debate acerca de las prácticas, discursos y entrevistas, se configura un futuro donde llamar a capítulo a cualquiera de estas figuras públicas puede suponer un gran enfrentamiento en la sociedad. Una guerra, de dudosos ganadores y resultado, que podría dañar clima social y hasta la propia estabilidad de un Estado.

Tiempo al tiempo, algunos de estos perfiles nacidos en un ecosistema digital de marco legal incierto podrían ser unos inesperados e incómodos candidatos en futuras presidenciales.

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