Tribuna

“Señoras y señores, en sus reuniones no hay mujeres del pueblo que hayan vivido violencias machistas”

Natalia Morlas, víctima de violencia machista y presidenta de la Asociación Somos Más, escribe para Artículo14 su opinión sobre las medidas aprobadas por el Gobierno contra la violencia de género

Pedro Sánchez presidió la reunión del pleno del Observatorio Estatal de Violencia sobre la Mujer EFE J.J.Guillén

Se ha aprobado un presupuesto de 160 millones de euros después de una reunión en el Observatorio Estatal de Violencia sobre la Mujer en el que no hay ni una sola mujer víctima de violencias machistas representando a todas las que hemos vivido ese infierno. Dónde no hay mujeres normales, del pueblo, que han vivido las violencias machistas sin dinero, sin recursos, revictimizadas, teniendo que dejar a sus hijos a los maltratadores obligadas por la ley y la justicia. Igual habría que empezar por ahí, para que puedan tener en ese Observatorio una idea real, clara y justa de lo que son las violencias, de quienes las sufrimos y de cómo ponerles solución de verdad. Igual en esas reuniones que llevan a cabo, deberían dejar participar y escuchar a mujeres que hemos sufrido violencias machistas, para llegar a entender desde el punto de vista de la realidad cruda y dura, lo que realmente deberían hacer para poder erradicar la lacra que suponen las violencias machistas en este país para las mujeres y criaturas que las sufrimos. Para saber lo que se vive después del maltrato. Porque no, ahí no acaba todo. Ahí todo acaba de empezar. Y todo el Observatorio al completo, todos nuestros políticos y políticas, deberían saberlo de primera mano.

Se ha aprobado un presupuesto que se supone que debería de llegar a todas las asociaciones, incluidas las pequeñas de provincias que por una cosa u otra, siempre se quedan en puertas o a “uno o dos puntos” de conseguir unas migajas de ese presupuesto. Pero que para esas asociaciones significa la diferencia entre poder dar de comer a las mujeres que les piden ayuda o no, entre poder ayudar a comprar libros a familias monomarentales o no. Entre poder ayudar a pagar ese mes la luz o no. Y no me vengan diciendo que para eso están las instituciones, porque cuando nos piden ayuda a nosotras, llegamos donde las instituciones no llegan. O lo intentamos, si nos dejan.

Plantean programas y servicios que garanticen lo que ya debería estar garantizado por derecho: atención especializada a menores víctimas, cuando lo primero que deberían de asegurar a las mujeres que no se atreven a denunciar, es que nuestros hijos e hijas no van a irse con los maltratadores y nosotras, no seremos obligadas a entregarlos, bajo la amenaza del SAP camuflado bajo todas las acepciones que quieran inventar. Igual así, se decidían a denunciar más.

Se echan las manos a la cabeza con la violencia vicaria, cuando llevamos denunciándola las asociaciones de víctimas años. Pero ha hecho falta que nos asesinen a tantas de nuestras criaturas para que ahora, se decidan a hacer algo. Igual escuchar a nuestras criaturas era interesante.

Es ahora cuando ven que la juventud tiene unas actitudes completamente erróneas, que van para atrás en vez de avanzar social y educacionalmente.

Lo ven ahora, pero no lo veían ni lo escuchaban cuando las asociaciones de víctimas lo hemos estado gritando por activa y por pasiva. Porque no, a nosotras no nos gustan los minutos de silencio, no se equivoquen, que bastante nos mantuvieron calladas los maltratadores.

Necesitamos formación. Formación de todo aquel que esté en contacto con la víctima, formación desde que se empieza la etapa escolar hasta que se acaba, formación a padres, juzgadores, policías, abogados. Que escuchen a las víctimas para que sepan cómo, cuándo y porqué. Comisarías UFAM especializadas para tratar con las mujeres y criaturas víctimas. Atención psicológica continuada y hasta que se necesite para madres y criaturas.

Y por supuesto, como llevamos pidiendo muchísimo tiempo las víctimas, la erradicación absoluta de los atenuantes en los juicios. La eliminación total de los beneficios penitenciarios.

Cumplimiento hasta el último minuto de las condenas, sin permisos. Prisión permanente revisable para asesinos, violadores, pederastas y maltratadores reincidentes, porque si no saben vivir en sociedad, no deben vivir en sociedad. Porque estamos más que hartas de ver a los agresores en la calle después de cumplir (si es que las cumplen) condenas irrisorias en absoluto acorde con los delitos cometidos contra mujeres y criaturas.

Queremos condenas que sean un aviso a navegantes, y no la corriente antipunitivista que impera en este país, donde el foco se pone en la víctima, en si tenía orden de alejamiento o no, en si había denuncias previas o no. Donde parece que las culpables de que nos maltraten, violen, asesinen o incluso maten a nuestros hijos e hijas es nuestra.

Señoras y señores del Observatorio, si quieren ideas, aquí tienen unas cuantas. Y muchas más que tenemos y estaremos encantadas de compartir con ustedes, si se dignasen a escucharnos, tal y como les hemos pedido en infinidad de ocasiones a representantes políticos, que lo que nos han devuelto, es el silencio por respuesta