Las 3 horas y 45 minutos que la periodista Maribel Vilaplana compartió con Carlos Mazón en el restaurante El Ventorro (entre las 15.00 horas y las 18:45 horas del día de la dana en Valencia) han sido esta mañana objeto de declaración judicial ante el Juzgado de Instrucción número 3 de Catarroja.
Vilaplana comenzó reafirmando, en la línea de la carta que ya hizo pública, que Mazón estuvo durante todo al almuerzo comunicado —y no aislado—, atendiendo su teléfono móvil. “Hablaba y también escribía”, detalló la periodista, que explicó que en ningún momento tuvo conciencia de que un temporal podía causar la trágica devastación que se produjo el 29 de octubre.
Conforme avanzó la declaración judicial, las emociones vencieron a la periodista, que no pudo evitar las lágrimas. “Cuando te ves sometida a esta presión, cuando es que yo soy la primera que no me perdono, no consigo perdonarme estar ese día aquí, no lo consigo”, dijo.
Mazón y el móvil
Según el relato de la periodista, Mazón “se apartaba cuando le sonaba el móvil” y ella le planteó si quería que se retirase de pero él le respondió que no se preocupara.
—Él le da mil vueltas, intento recordar, señoría, le aseguro que yo no sé minuto a minuto ni puedo de hecho estuve pensando, porque yo sí que recuerdo que hay un momento que él empieza a recibir no a recibir, él se disculpa porque él sí que está con el móvil constantemente. (…) El móvil él lo tenía en la mesa, yo sí que recuerdo que él, sobre todo, escribía y lo cogía. (…) Él está un rato que no se sienta a mi lado, que él se levanta y me dice: “Discúlpame”. Y él está trasteando con el móvil, y volvía, escribía, llamaba, además yo tengo la percepción de que él hablaba poco, y hablaría pocas veces, porque sobre todo él se giraba así que me hacía gestos, me decía: “Un minuto”. Gestitos así de: “Ahora voy”, venía, se sentaba y continuábamos con absoluta normalidad, con lo que: “Vale, vamos, seguimos”.
Con este relato, Vilaplana mostró, por una parte, que Mazón estaba permanente conectado, aunque en ningún momento le dio a entender que se cernía una catástrofe debido a la gota fría.
—Jamás se me ocurriría preguntarle de qué te ha llamado, no se me ocurriría en la vida, a no ser que lo comparta evidentemente y me diga: “Mira, me está pasando esto”. Pero él se sentaba y continuaba con total normalidad (…) Nunca me comenta nada ni oigo palabras como dana, Cecopi o lluvias.
El tique del parking
Preguntada por un vídeo que Vilaplana recibió en su móvil sobre las 17.30 horas en el que aparecía Utiel (Valencia) inundado, la comunicadora lamentó que se le está “utilizando”. Explicó que lo recibió en un chat familiar, que se trataba de un link que le pasó su exmarido y que no lo abrió. Puso un emoticono de sorpresa. “Me atormenta no haber abierto ese link porque si lo hubiese visto antes, hubiera dicho… ‘ostras’, relató. Y dijo que cree que miró el mensaje familiar en una de las ocasiones en las que Mazón se levantó de la mesa.
Al comienzo de su declaración, la jueza instructora le pidió a Vilaplana el tique del parking donde dejó el coche el día de la dana y al que, según desveló recientemente, le acompañó Mazón tras la comida de trabajo. La periodista no pudo aportarlo al afirmar que no disponía del mismo, con lo que la magistrada lo reclamará a su banco y a la empresa que gestiona el aparcamiento.