Las autoridades de Los Ángeles investigan la muerte del director y actor Rob Reiner, de 78 años, y de su esposa, la productora y fotógrafa Michele Singer Reiner, cuyos cuerpos fueron hallados el domingo por la tarde en su casa de Brentwood. Según los registros del condado, su hijo Nick Reiner fue detenido horas después bajo sospecha de homicidio y trasladado a la cárcel del condado de Los Ángeles, donde permanece con una fianza fijada en cuatro millones de dólares. La documentación policial señala que fue arrestado a las 21:15 h. del domingo y fichado a las 05:04 h. de la madrugada del lunes, aunque por el momento no ofrece detalles sobre los motivos concretos de la detención ni sobre el avance de la investigación.
Nick Reiner, de 31 años, ha hablado en diversas entrevistas sobre su lucha contra la adicción desde la adolescencia, marcada por continuas estancias en centros de rehabilitación y periodos de inestabilidad personal. En 2015, tras lograr mantenerse sobrio durante un periodo prolongado, trabajó con su padre en la película Being Charlie, un drama semiautobiográfico que ambos escribieron y que Rob Reiner dirigió. El filme exploraba la compleja relación entre un padre con aspiraciones políticas y su hijo con problemas de adicción. En aquel momento, Rob Reiner reconoció que la película había removido recuerdos dolorosos, aunque también les permitió, según afirmó, explorar el trauma familiar y estrechar su relación.

Los primeros datos de la investigación apuntan a que no hubo signos de entrada forzada en la vivienda situada en el número 200 de Chadbourne Avenue. Fuentes conocedoras del caso indicaron que los cuerpos presentaban heridas compatibles con apuñalamientos y que fue uno de los hijos de la pareja quien descubrió la escena y alertó a los servicios de emergencia. El Departamento de Bomberos de Los Ángeles recibió el aviso a las 15:30 h. del domingo y envió una dotación al domicilio, donde solo pudo certificar la muerte del matrimonio.
En torno a la residencia se desplegó un amplio dispositivo policial. La calle fue acordonada, varios patrulleros bloquearon los accesos y un helicóptero sobrevoló el área durante gran parte de la tarde y la noche. En un momento dado, los agentes hablaron con un joven dentro del perímetro reservado a los investigadores, quien abandonó la zona en un vehículo Tesla poco después sin hacer declaraciones a los medios. La concejal del distrito, Traci Park, señaló que se habían reforzado las patrullas en la zona “por precaución” y expresó su consternación ante los hechos.
Una carrera prolífica
Rob Reiner había tenido una carrera de cinco décadas que abarcó interpretación, dirección, producción y activismo político. Su popularidad inicial llegó gracias a la serie “All in the Family”, donde interpretó de 1971 a 1979 a Michael “Meathead” Stivic, y que le convirtió en un rostro familiar de la televisión estadounidense. A partir de los años ochenta consolidó una trayectoria como director de enorme influencia cultural, con títulos tan emblemáticos como “This Is Spinal Tap” (1984), “La princesa prometida” (1987), “Cuando Harry encontró a Sally” (1989) o “Misery” (1990). En 1992 fue nominado al Óscar por “Algunos hombres buenos”, interpretada por Jack Nicholson y Tom Cruise.

Junto a su obra cinematográfica, Rob Reiner fue una figura destacada en el activismo social. Participó en iniciativas de defensa de los derechos civiles y fue cofundador de la American Foundation for Equal Rights, organización fundamental en la campaña para derogar la Proposición 8, que prohibía el matrimonio igualitario en California. También impulsó la Proposición 10, que creó un amplio programa estatal de atención a la infancia temprana, apoyándose entonces en figuras como Steven Spielberg, Robin Williams y su propio padre, el humorista Carl Reiner.
Michele Singer Reiner, con quien estaba casado desde 1989, había desarrollado en la última década una relevante actividad como productora. Entre sus trabajos figuraban documentales y largometrajes dirigidos por su marido, como “Shock and Awe” o “Albert Brooks: Defending My Life”, además de la reciente secuela “Spinal Tap II: The End Continues”. También produjo “God & Country”, un análisis crítico sobre el auge del nacionalismo cristiano en Estados Unidos.
En un comunicado difundido la noche del domingo, la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, lamentó la “pérdida devastadora” del matrimonio, destacando la huella cultural y social de Rob Reiner a lo largo de su carrera. El gobernador de California, Gavin Newsom, junto a la primera dama Jennifer Siebel Newsom, subrayó la capacidad del cineasta para contar historias con una profunda empatía y para trasladar esa misma sensibilidad a su trabajo cívico. Ambos recordaron también la trayectoria profesional de Michele Singer Reiner y su aportación al cine documental y a la producción independiente.
Mientras continúa la investigación a cargo de la unidad de homicidios del Departamento de Policía de Los Ángeles, las autoridades no han ofrecido por el momento una reconstrucción oficial de los hechos. El caso mantiene en vilo a la comunidad cinematográfica y a los vecinos de Brentwood, donde la presencia policial se ha mantenido reforzada desde el domingo por la tarde.


