Hay que ajustar el corsé: vuelve ‘The Gilded Age’

Las protagonistas de la serie destacan en esta entrevista que “llegar a cierta edad no es el final. Es el momento de regresar a ti misma”.

La alta sociedad de Nueva York está a punto de sacudirse hasta el encaje de su corsé: The Gilded Age regresa este 22 de junio con su tercera temporada, prometiendo más intrigas, escándalos y rivalidades que una cena en casa de la señora Astor. Pero más allá del lujo, los bordados y los banquetes, la serie de HBO creada por Julian Fellowes se ha convertido en un espejo fascinante de las mujeres que tejieron y desafiaron los códigos sociales de una época implacable destinada a cambiar los cánones femeninos.

Desde su debut, The Gilded Age ha capturado nuestra atención con su exquisito vestuario y su afilada mirada al poder, el dinero y las normas sociales del Nueva York de 1880. Ahora, con seis nominaciones al Emmy en su haber, la serie promete ir más allá de los brillos superficiales. Según Fellowes, “ellos pensaban que eran los nuevos príncipes” […] “América se convirtió en la fuerza económica más grande del mundo”.

Pero si en la historia oficial los hombres construyen imperios, The Gilded Age nos recuerda que son las mujeres quienes, desde sus salones y sus silencios, dan forma a las estructuras del poder. Y esta temporada, las protagonistas lo hacen con más audacia que nunca.

El renacer de Bertha Russell: poder, maternidad y ambición

La actriz Carrie Coon encarna con maestría a Bertha Russell, esa mujer que no teme codearse con la aristocracia europea si eso significa asegurar el futuro de su hija, Gladys. “Para Bertha, la maternidad es una extensión del poder”, explica Coon.

En esta temporada, la obsesión de Bertha por casar a Gladys con el Duque de Buckingham choca con el deseo de su marido George. ¿El precio? Una grieta conyugal que podría conducir al divorcio. Todo esto mientras Bertha maniobra con habilidad para insertarse en los círculos más selectos del viejo mundo. Coon lo deja claro: “Bertha hará lo que sea necesario para lograr sus objetivos”, pero sabe que cada movimiento tiene un costo.

Agnes van Rhijn: el peso de la tradición y la sombra del sacrificio

Christine Baranski aporta una fuerza contenida a Agnes van Rhijn, la viuda dominante que sigue aferrada a las rígidas normas de la vieja sociedad neoyorquina. “Pueden ser duras, testarudas y controladoras, pero hacen lo que hay que hacer”.

Para Baranski, actuar en los sofocantes trajes victorianos tiene algo simbólico: “esas mujeres llevaban más que telas encima”. Llevaban el peso de una sociedad que no les permitía ceder. Agnes, pese a su rigidez, ha sido moldeada por la necesidad de sobrevivir. “Tuvo un matrimonio infeliz, y aún así sostuvo a su familia”.

Ada Brook: segundas oportunidades a los cincuenta

Cynthia Nixon interpreta a Ada Brook y destaca el valor de explorar la vida femenina más allá de la juventud. “Se habla mucho de la adolescencia y el romance, pero poco de lo que ocurre después de criar hijos”.

Esta temporada, Ada da un paso al frente. Hereda fortuna, toma decisiones y se reencuentra con su independencia. Para dar forma a Ada, Nixon se inspiró en su madrina: “una mujer soltera, aventurera, que piloteaba aviones”.

Marian y Peggy: la nueva voz de una generación

Louisa Jacobson encarna a Marian Brook, la joven que se debate entre el deber social y su libertad. “Elegí mi pasión. Ser actriz implica asumir esas miradas sospechosas”.

Junto a Marian, Peggy Scott representa un avance en la narrativa de la serie. En esta temporada, se enamora del doctor William Kirkland y se explora la alta sociedad negra de finales del siglo XIX. Con personajes como Elizabeth Kirkland, la serie amplía su universo y rompe con la segregación narrativa.

Lo que viene: drama, peligro y… ¿violencia?

Esta temporada abre inesperadamente en el oeste americano. George Russell continúa su imperio ferroviario, pero el verdadero drama ocurre en los salones: traiciones, accidentes fatales y hasta una escena violenta.

Entre los sirvientes, un espía amenaza con revelar secretos de los Russell, mientras Larry Russell busca vender su diseño de despertador, en una metáfora perfecta del despertar de una nueva era.

Un espejo de hoy en un marco de ayer

The Gilded Age no es solo un espectáculo visual. Es una serie que, desde la mirada de sus mujeres, desnuda la hipocresía de una sociedad que premia las apariencias y castiga la osadía. Como bien lo resume Nixon: “Llegar a cierta edad no es el final. Es el momento de regresar a ti misma”.

La tercera temporada de The Gilded Age se estrena el 22 de junio a las 9 p.m. por HBO y estará disponible en HBO Max. Corsé apretado o no, no te lo puedes perder.

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