Jessica Bouzas sigue dando pasos firmes en la carrera por convertirse en una jugadora a tener muy en cuenta en los próximos años. Si en Wimbledon ya dio muestras de lo que es capaz de hacer y derribó puertas hasta entonces cerradas, en el WTA 1000 de Toronto está repitiendo la historia e incluso aspira a mejorarla.
Esta madrugada la tenista española ha conseguido por primera vez en su carrera clasificarse a los octavos de final de un torneo WTA 1000. No ha sido fácil, las más de dos horas en pista lo acreditan, pero la gallega ha conseguido resistir al inverosímil juego de Aoi Ito, su rival y una de las revelaciones de la cita en Montreal.
Y es que la japonesa dio la campanada en la ronda previa al eliminar a Jasmine Paolini, la número 9 del ranking WTA. Una sorpresa que no ha podido revivir ante Jessica Bouzas, que pone fin al paso de Ito por Canadá y ya sueña con poder estar en los cuartos de final del torneo.
Un estilo peculiar
Desconocida para casi todo el mundo, Aoi Ito es una jugadora muy joven que cuenta con un estilo de juego realmente particular. Desde una mecánica de saque muy extraña hasta unos golpes de derecha cortados que, lejos de ser defensivos, son su forma habitual de golpeo. Combinaciones poco comunes que se unen a la tranquilidad y diversión con la que aparece afrontarlo todo la japonesa.
Quizás por eso a Jessica Bouzas le costó hacer lo que mejor se le suele dar: empezar como un torbellino. La gallega no pudo mostrar de inicio esa agresividad que tanto le caracteriza y vivió un primer set atípico. Intentaba entender lo que tenía delante, pero no daba con la tecla y el 6-4 adverso con el que concluía la primera manga obligaba a una reacción inmediata.
La respuesta de Jessica
Intentando controlar la desesperación que supone estar jugando contra un muro, la de Vilagarcía de Arousa comenzó con la “operación remontada”. Tiró de paciencia Jessica, pero poco a poco fue encontrándose con su juego y, sobre todo, empezó a desentrañar el cacao tenístico de Ito.
Así, pese a la gran cantidad de errores no forzados (acabó con 70), Bouzas se hizo con el segundo set con un 7-5 sufrido que lo mandaba todo a la manga final. Ahí, sin margen de error y con esos primeros octavos de final de un WTA 1000 en juego, la española sacó de dentro toda la rabia.
Empezó a sumar golpes ganadores y a hacer daño con su saque. El resultado de su mejoría fue claro, el desvanecimiento de la jugadora que tenía enfrente. Ito, a sus 21 años, no supo volver a llevar el partido a su terreno y lo pagó con un 6-3 en contra que le despide de Montreal, un escenario que le ha puesto en el foco principal.
¿Próxima estación? Zhu Lin
Con la victoria en el bolsillo y con otro hito ya logrado, Bouzas alabó las virtudes de su rival. “Ha jugado de manera asombrosa, es una luchadora. Había que estar muy concentrada en cada punto”, comentaba la tenista española. Eso sí, apuros aparte, ahora es momento de pensar en el próximo reto.
Este sábado, a falta de definir el horario, Jessica Bouzas volverá a entrar a la pista con la oportunidad de seguir haciendo historia. En su mano está la posibilidad de alcanzar los cuartos de final del WTA 1000 de Toronto. Para lograrlo deberá de vencer a la tenista china Zhu Lin, una veterana de 31 años que ocupa el puesto 493 del ranking WTA.
Sin embargo, esa posición es engañosa. Juega con ranking protegido debido a una larga lesión que le ha tenido lejos del tenis durante un tiempo. De hecho, la china llegó a ocupar el puesto 31 de la WTA, por lo que el reto no será tan sencillo como puede parecer. Aunque para Jessica, empeñada en seguir creciendo y virtualmente entre las 50 mejores tenistas del mundo, no hay miedo alguno.