El Real Madrid se impuso por 1-4 al Athletic Club en un intenso encuentro disputado en San Mamés. Las blancas, lideradas por una inspirada Caroline Weir, mostraron su pegada en los momentos clave frente a un Athletic que fue de menos a más y llegó a soñar con la remontada tras el golazo de Nerea Nevado. El conjunto vasco mejoró con el paso de los minutos, pero pagó caro un inicio dubitativo y la eficacia madrileña.
Primera parte dominada por las blancas
El encuentro arrancó con un ritmo acelerado y una presión alta de las madrileñas, que pronto impusieron su ley en San Mamés. Apenas habían pasado siete minutos cuando Nanclares evitó el primer gol con una gran estirada ante un disparo de Angeldahl, pero el dominio visitante no tardó en traducirse en el marcador.
En el minuto 13, Caroline Weir adelantó a las blancas con una acción de pura clase: control impecable dentro del área tras un centro de Eva Navarro y definición cruzada inapelable. Seis minutos después, la fortuna se alió de nuevo con las de la capital. Un córner cerrado al primer palo acabó en autogol de Campos (en el minuto 19), dejando el 0-2 en el luminoso y helando por momentos la grada rojiblanca.

El Athletic Club reaccionó con orgullo. Nerea Nevado y Ortega se echaron el equipo a la espalda, generando peligro constante por las bandas. En el minuto 24, Frohms salvó a su equipo con una gran parada ante Nevado, y poco después, Valero rozó el gol al estrellar un balón en el palo tras un saque de esquina en el minuto 35.
El cuadro bilbaíno empujó con determinación antes del descanso, pero la falta de acierto contrastó con la efectividad de un Real Madrid que se fue al vestuario con una ventaja cómoda (0-2). El juego estuvo más equilibrado de lo que reflejó el marcador, con la posesión prácticamente dividida, aunque la pegada blanca marcó la diferencia en una primera parte de alto nivel.
Respuesta del Athletic, aunque insuficiente
El Athletic Club salió con otra cara tras el descanso. Con los ingresos de Oguiza y Agote, las rojiblancas aumentaron la presión y buscaron encerrar al Real Madrid en su campo. Nada más reanudarse el juego, Nerea Nevado obligó a Frohms a intervenir con una buena parada en el primer minuto de la segunda parte, encendiendo la ilusión en las gradas de San Mamés.

El conjunto bilbaíno imprimió intensidad y fe, generando varias llegadas peligrosas, aunque el Real Madrid mantuvo la calma y supo contener el empuje local. Pau Quesada movió el banquillo con acierto, dando entrada a Athenea del Castillo y Ashley en el 61 para ganar velocidad al contragolpe. Poco después, Nanclares volvió a lucirse con una parada espectacular ante Weir, que evitó el tercer tanto blanco.
El esfuerzo del Athletic encontró recompensa en el minuto 71: Nerea Nevado firmó un golazo de falta directa, un disparo escorado que se coló por la escuadra y puso el 1-2, devolviendo la esperanza a la afición bilbaína. Sin embargo, el Real Madrid respondió con jerarquía. En el minuto 82, Weir y Athenea se asociaron a la perfección para fabricar el tercer tanto: pase atrás de la española y definición de primeras de la escocesa para sellar su doblete y el 1-3.
Los minutos finales fueron de reconocimiento al esfuerzo local. San Mamés despidió a las suyas entre aplausos, mientras el Real Madrid controló el ritmo del juego y defendió su ventaja con solvencia. En el añadido, Ashley puso la guinda al marcador con el cuarto gol (1-4), confirmando una victoria de prestigio en uno de los escenarios más emblemáticos del fútbol.