La Liga F ya ha disputado siete jornadas, pero la de esta semana que recién acaba ha sido la primera en la que hemos visto un cambio en el banquillo. Y es que después de seis partidos y cuando ya encaraba el séptimo, el Levante, uno de los equipos en más problemas, decidió dar un golpe a su futuro y terminar de golpe su relación la entrenadora brasileña Emily Lima. Tras un muy mal inicio de curso, las granotas necesitaban algo diferente y por ello apostaron por darle las riendas del equipo a Santi Trigueros, el entrenador del Levante B, que asumió esta semana el cargo ante el Sevilla, donde perdieron 0-1. Aunque al igual que en otras ocasiones, es un parche mientras se firma un nuevo técnico.
Lima llegó al banquillo valenciano el pasado mes de agosto. Y lo hizo con un buen bagaje internacional, ya que antes había destacado en su paso por la Selección Nacional de Perú, lo que no le ha servido de mucho una vez que se puso a los mandos de las granotas en este curso. Y es que durante su etapa al frente del conjunto español apenas le ha dado tiempo a dirigir seis partidos oficiales, en los que el equipo ha obtenido un empate, el logrado frente al Alhama, mientras que su cruz han sido las cinco derrotas, dejando al club como el farolillo rojo de la competición.
Pese a todos estos resultados y las malas sensaciones, la entidad la despidió con honores: “Desde el Levante queremos agradecer a Emily Lima su compromiso, implicación y profesionalidad desde su llegada a la entidad, y le deseamos la mejor de las suertes en sus futuros proyectos personales y profesionales“.
Muchos problemas en todo
Las dudas con el planteamiento de Lima estaban claras desde el primer partido, pues no calaron en sus jugadoras. Mientras en los primeros duelos se podía sobreentender que eran simplemente ‘dolores de crecimiento’, con el paso de los mismo la realidad es que en ningún momento pudo establecerse. La defensa era sumamente porosa y deja claro que hay que trabajar mucho más para asentarla. Y es que la Liga F está cada vez más igualada, por lo que es clave asentarse en base a ella para evitar partidos de muchos goles.

Sobretodo porque también el ataque no está ni mucho menos especialmente bien, ya que necesitan también marcar y les cuesta. Tanto que en todo el año apenas han marcado dos goles, mientras que han recibido 12. Y es que con semejante bagaje es casi imposible pelear por todo en una liga como esta y quedó claro a lo largo de las seis ocasiones en las que Lima tuvo la oportunidad de plasmar sus ideas en el verde. Por eso mismo ahora tienen la necesidad de dar un cambio muy drástico, pues aún queda toda la liga por delante, pero a la vez la deriva es sumamente dramática, como demuestra el único punto sumado de los 21 posibles. Aunque el nivel de la parte baja ha hecho que apenas estén a cinco de salir del descenso.