El Athletic Club atraviesa un arranque de temporada complicado en la Liga F Moeve. Tras una campaña anterior en la que las rojiblancas sorprendieron por su solidez, su ambición y su regularidad, el conjunto bilbaíno no ha logrado mantener el mismo nivel competitivo en este inicio de curso.
Los resultados no acompañan, su juego ha perdido fluidez y las sensaciones son de preocupación, aunque con la confianza en que el grupo revertirá la situación.
El Athletic ha firmado el peor inicio de temporada de su historia. Con apenas cuatro puntos en siete jornadas disputadas y sin haber logrado ninguna victoria, las rojiblancas se encuentran ahora en zona de descenso, una situación insólita para un equipo con aspiraciones.
Ahora, el Athletic carga con el peso de ser el primer equipo en toda su trayectoria en la élite que se queda sin victorias tras siete jornadas disputadas.
¿Qué salió mal?
La derrota más reciente, un contundente 1-4 frente al Real Madrid en San Mamés, ha dejado al descubierto las carencias del equipo en este inicio. En ese enfrentamiento, el conjunto visitante tomó ventaja con un 0-2 ya en el minuto 20, aunque el Athletic intentó recomponerse con opciones ofensivas y tiros al poste.
Tras el descanso, el Athletic continuó empujando y, cuando parecía que podría meterse en el partido, el Real Madrid volvió a lastimar para así sellar el 1-4 definitivo.
El inicio tortuoso no se explica únicamente por el choque ante las merengues. El calendario ha sido exigente: Barça, Real Madrid y Atlético de Madrid fueron los primeros rivales que tocó enfrentar.
Sin embargo, el Athletic tampoco pudo sumar los puestos asequibles: empates ante Sevilla (1-1) y Espanyol (1-1), un 0-0 en casa frente a Tenerife, y una derrota ante el Deportivo fueron los ingredientes de esta tan mala racha.
Perspectivas: entre urgencias y posibles luces
Para Javi Lerga y sus jugadoras, la situación exige gestionar una crisis temprana. El equipo necesita reaccionar cuanto antes para cortar la mala racha de puntos y así, evitar que el entorno se convierta en un foco de desconfianza e inseguridad.
Si bien la derrota ante el Real Madrid fue contundente, hay algunos brotes verdes que podrían servir de soporte en partidos futuros.
El próximo partido será fuera de casa ante el Alhama ElPozo, donde las leonas deberán revertir la tendencia negativa en posición de visitante. Solo una victoria podría cambiar el ánimo y relanzar una temporada que hasta ahora amenazaba con deslizarse hacia lo peor.
El cuerpo técnico ha intensificado el trabajo en dos frentes: solidez defensiva y eficacia en el área rival. Se ensayan ajustes en la presión tras pérdida y en las vigilancias para recortar metros al adversario y proteger mejor la frontal. El balón parado, clave en escenarios cerrados, gana protagonismo como vía para desatascar partidos.