En la actualidad, donde el deporte femenino aún lucha por el protagonismo y la valoración económica que se merece, un nuevo equipo irrumpe con fuerza: las Golden State Valkyries.
Equipo que fue primero en unirse a la WNBA desde 2008, ha logrado en su temporada inaugural lo que pocos imaginaban posible: agotar 10 mil abonos de temporada y vender entradas a pie de cancha por hasta 3,900 dólares.
Detrás de esta hazaña está Jess Smith, presidenta de la franquicia y una figura clave en la transformación del deporte femenino como espectáculo y como industria.
Jess Smith, oriunda de Auburn, Nueva York, no solo ha sido la responsable del éxito comercial del equipo, sino que ha encabezado un cambio profundo en cómo se perciben y valora el deporte femenino en Estados Unidos.
Su trayectoria muy marcada por la perseverancia y una empleabilidad persistente en el trabajo que construyó a temprana edad.
Criada por una madre soltera que sacrificó su vivienda para pagarle la universidad, Smith adoptó desde temprana edad una determinación que ahora impregna a las Valkyries.
Graduada de SUNY Oswego, Smith inició su carrera en los Atléticos de Oakland, donde no tardó en destacar por su iniciativa y capacidad de liderazgo.
Su perfil multidisciplinario le permitió conocer desde dentro tanto el área comercial como la deportiva de una franquicia profesional.
Tras obtener una maestría en gestión deportiva, asumió roles ejecutivos en la NHL y, más adelante, revolucionó el fútbol femenino con el Angel City FC, donde negoció un patrocinio récord con DoorDash y aplicó modelos innovadores de responsabilidad social.

Representación de las Valkyries
Hoy, al frente de las Valkyries, Smith ha reproducido y amplificado su fórmula. Con un enfoque feroz en la calidad de la experiencia del aficionado, la identidad del equipo se aleja intencionalmente del color y estilo de sus “hermanos mayores” de la NBA, los Golden State Warriors.
Optaron por el color violeta, como un símbolo de fuerza, independencia y distinción, según su propietario, Joe Lacob, el objetivo es claro: convertir a las Valkyries en el equipo femenino más lucrativo del planeta.

Jess Smith se ha consolidado como una de las voces más influyentes en el crecimiento del deporte femenino. Su trabajo en Angel City FC lo demuestra: en una sola temporada, el equipo generó 11 millones de dólares en patrocinios y contribuyó a un aumento del 40% en el salario mínimo de las jugadoras.
Gracias a su liderazgo, el club alcanzó una valoración de 250 millones de dólares y atrajo inversores de alto perfil, como el CEO de Disney, Bob Iger.
Futuro prometedor para el equipo
Ahora, en San Francisco, su desafío es aún mayor. Las Valkyries son un equipo en expansión, con pocas estrellas en la plantilla y una difícil ruta hacia los playoffs. Pero Smith sabe que la victoria no siempre se mide en el marcador.
Como ha repetido en varias ocasiones, su objetivo es construir el motor que haga sostenible a largo plazo el espectáculo del deporte femenino, no solo en competir, sino de establecer un nuevo estándar.
Desde la venta récord de entradas hasta el desarrollo de programas comunitarios, pasando por una imagen de marca poderosa y disruptiva, las Golden State Valkyries no solo están haciendo historia: están redefiniendo el presente y el futuro del deporte profesional femenino.