Guía turística a más de 40 grados: el desafío de una autónoma en verano

Mari Paz es guía turística en Sevilla y trabaja al aire libre bajo temperaturas extremas. Como autónoma, no puede permitirse parar, ni siquiera cuando el calor roza los 45 grados

Mari Paz González sabe muy bien lo que es trabajar con el asfalto derritiéndose bajo sus pies. Es guía turística en Sevilla y en verano muestra la ciudad a temperaturas superiores a los 40 grados. El Gobierno insiste cada año en lo importante que es proteger a los trabajadores para evitar accidentes laborales pero a veces no se tiene en cuenta la situación particular de los autónomos. Mari Paz es una experta en manejarse con el termómetro disparado. Pero poco puede hacer al respecto porque si no sale, no factura.

“El trabajo en verano en una ciudad como esta cambia drásticamente porque, con el calor, la gente prefiere visitar zonas de costa y la gente local también huye a zonas más frescas para lidiar con las altas temperaturas. Lo que intentamos es cambiar un poco los horarios pero al final también hay que adaptarse a las horas que ponen los propios monumentos que suelen ser parecidas todo el año. Cuando son rutas en la calle sí intentamos hacerlas o a primera o a última hora cuando cae la tarde, aunque en Sevilla, cuando hace calor, hace calor…”

Y ha tenido algún susto en alguna ocasión. “Recuerdo una vez en especial. Era un típico agosto sevillano y estábamos haciendo la ruta de Sevilla monumental para descubrir la historia de la ciudad. Una chica joven empezó a sentirse mal en la tercera parada debido al calor que hacía y, evidentemente, paramos el tour hasta que se sintió mejor y quiso seguir”.

Ser autónoma no ayuda. En su caso y en verano, para ganar su salario tiene que pasar calor. “A veces no podemos elegir y quizás estemos más expuestos al calor que en otros trabajos. Crees que llevas más al límite tu cuerpo precisamente porque al ser autónoma no puedes parar si hace sol. Perdería los trabajos. Si decides no realizar los tours por el calor, sumado a que el trabajo desciende bastante en esta temporada pues al final te costará llegar a fin de mes, contando con que hay que seguir pagando la cuota de autónoma”.

La Unión de Autónomos UATAE ha puesto a disposición de los trabajadores por cuenta propia, de forma gratuita en su página web una guía con la información necesaria para prevenir riesgos laborales relacionados con las altas temperaturas. Para identificar los síntomas de los golpes de calor y saber cómo actuar ante una emergencia. La organización identifica varios empleos autónomos como los más afectados: la construcción al aire libre, los jardineros, la venta ambulante, el reparto y mensajería. Mari Paz, como guía turística, estaría dentro de ese grupo de mayor riesgo con una exposición prolongada al sol y unas temperaturas en Sevilla difíciles de aguantar si no está a la sombra y bien hidratada.

Las medidas preventivas son sencillas: evitar las horas de mayor calor, realizar descansos en zona de sombra y que sean frecuentes, hidratarse con agua cada quince o veinte minutos y llevar la ropa adecuada: ligera y de colores claros.

Los síntomas de los golpes de calor son la fatiga, palidez, mareo o desmayo, la deshidratación que puede derivar en calambres y problemas digestivos, y tener la piel seca sin sudoración. En ese caso es fundamental llamar a Emergencias, colocarse en zona fresca y a la sombra, beber agua pero a sorbos y aplicar compresas frías en el cuello, axilas y muñecas.

También debemos estar atentos a los estados de alerta y recomendaciones que emite la Agencia Estatal de Meteorología, AEMET. Sobre todo con el color naranja y el rojo, que muestra peligro extremo: en este caso hay que parar esos trabajos al aire libre, aunque eso suponga una merma de los ingresos del autónomo. Está en juego la vida.

En estos días de junio, Mari Paz ya trabaja a más de 40 grados. “Depende un poco del día, pero unas seis horas, a veces más si contamos los traslados a los puntos de encuentro y las esperas. Lo que hago es usar protección antes de salir. El sol cada vez está más peligroso, además siempre estoy expuesta y tengo una piel bastante blanquita. Siempre uso gorra y llevo botellas de agua para intentar paliar los efectos del sol. Además, cada vez que encontramos una fuente, que en Sevilla son insuficientes para esta época, intento parar para que el grupo se refresque”. Son actos sencillos pero vitales para trabajar en la calle este verano.

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