La recaudación fiscal sigue aportando buenas noticias al Gobierno e inyectando recursos adicionales a las arcas públicas en un ejercicio con los presupuestos prorrogados. Entre enero y abril, la recaudación tributaria aumentó a doble dígito (un 10,1%), hasta 107.177 millones de euros, frente a los 97.339 millones del mismo periodo en 2024. El grueso de este incremento procedió de los ingresos homogéneos del IRPF, que representan casi el 50% del total (49.773 millones). A su vez, el IVA, la otra gran fuente de ingresos del Estado, creció un 8,9% en los mismos términos, hasta 40.672 millones, al igual que los impuestos especiales (7.275 millones, un 7,7% más).
La finalización, el pasado 1 de enero, del paquete ‘antiinflación’ puesto en marcha tras declararse la guerra de Ucrania, reportó unos ingresos adicionales de 2.291 millones, según detalla la Agencia Tributaria (AEAT) en su último informe de recaudación. “O lo que es lo mismo, 2,4 puntos de crecimiento de la recaudación“, según destaca dicho documento. La mitad de esta recaudación extraordinaria provino de los cambios en medidas relacionadas con la energía. Así, la mayor fiscalidad energética generó 1.200 millones adicionales.
El fin de los tipos reducidos de IVA en la electricidad y la recuperación del Impuesto sobre el Valor de la Producción de la Energía Eléctrica (IVPEE) coinciden con el debate sobre el modelo energético español. Una discusión avivada tras el apagón del pasado 28 de abril, con el plan de cierre de las centrales nucleares —la primera de ellas, Almaraz, en 2027— en el centro del debate. En este sentido, Iberdrola, Endesa y Naturgy, propietarias de la planta cacereña, ultiman la propuesta definitiva al Ejecutivo para garantizar su continuidad, condicionada a una reducción de la fiscalidad que, según alegan, mantiene a esta instalación en una situación de “asfixia económica”, con un gravamen anual de 435 millones.

Subida del IVA al 21%
Las rebajas en el IVA de la luz —también aplicadas a los alimentos— adoptadas para frenar la escalada de precios derivada del conflicto en Ucrania, expiraron el pasado 31 de diciembre, tal y como estaba previsto. En términos de ingresos tributarios, el retorno del IVA al tipo general en la electricidad (del 10% al 21%) reportó 235 millones, mientras que en el caso del gas natural, la madera y los pellets, la cifra ascendió a 129 millones.
No obstante, fueron otras dos figuras fiscales las que aportaron casi un 70% de los 1.200 millones adicionales. Por una parte, el restablecimiento del impuesto especial sobre la electricidad supuso 348 millones. Por otra, el IVPEE que grava con un 7% la generación, generó los mayores ingresos: 471 millones entre enero y abril. Este gravamen también se traslada a la factura de la luz de consumidores, tanto particulares como empresas.
Ahorros por las renovables
Para los consumidores, el aumento de la fiscalidad en la energía ha quedado parcialmente compensado por una mayor generación a partir de fuentes más baratas. En lo que va de año, ha predominado la producción renovable e hidroeléctrica —favorecida por un ejercicio excepcional en lluvias— frente al gas de los ciclos combinados o las nucleares. Tras el apagón, el sistema eléctrico funciona con mayor apoyo de energía síncrona.
“Desde 2018, gracias a este Gobierno, los españoles nos hemos ahorrado 14.000 millones en combustibles fósiles. Uno de cada cuatro euros ahorrados en Europa, nos lo hemos ahorrado los españoles gracias a las renovables”, subrayó la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen, durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados a mediados de abril. En ese sentido, vinculó el desarrollo renovable al crecimiento del 3,2% del PIB español en 2024.

Precios sistémicos a la baja
Aagesen recalcó que, además, España está logrando consolidar “una senda decreciente de precios de la electricidad, algo sistémico en la segunda mitad de 2024”. Según detalló, el precio de la luz fue un 23% inferior a la media europea. En el caso de las empresas, pagaron un 32% menos de media, mientras que los hogares vieron un impacto del 14%. “Esto se traduce en atracción de proyectos, de industria y de empleos”, afirmó.
La estadística de Eurostat para el segundo semestre de 2024 refleja un precio del kilovatio hora en España de 0,1882 euros sin impuestos, que se eleva casi un 28% con el IVA y otras tasas (0,2408 euros). Este coste, con impuestos incluidos, resulta un 20% inferior a la media de la zona euro y un 16% menor que el promedio de la UE-27. En Alemania, el precio sin impuestos se sitúa en 0,279 euros, mientras que en Portugal alcanza los 0,169 euros.
Cuando se publique la próxima estadística con los nuevos cambios fiscales en vigor, se podrá comprobar si España mantiene esa “oportunidad país” a la que hizo referencia la ministra, de la mano de la energía.