María Sasot cuenta con una trayectoria sólida en la visibilidad de las mujeres en la alta dirección de Aragón. Sasot es vicepresidenta de CEOE Aragón y miembro del Consejo Aragonés de Enseñanzas Artísticas. Desde 2021 preside la Asociación de Mujeres Directivas de Aragón, organización con más de 350 socias, en la que fue reelegida en noviembre de 2025 para un nuevo mandato.
Licenciada en Económicas y diplomada en Empresariales por la Universidad de Zaragoza, y con formación avanzada en gestión, ha dedicado más de una década a dirigir su propia agencia de marketing estratégico, Essentia Creativa.
¿Qué hitos considera determinantes en su trayectoria?
Hay varios momentos que han sido especialmente determinantes en mi trayectoria, no tanto por la posición en sí, sino por lo que me enseñaron en cada etapa.
El primero fue el contacto con el mundo empresarial durante la etapa universitaria, a través de las prácticas en empresa. Descubrí un nuevo mundo que me despertó una enorme curiosidad y decidí seguir formándome hasta convertirlo en mi pasión profesional.
Otro hito importante fue mi primera participación en un consejo, como invitada. Aquella experiencia me hizo tomar conciencia de cómo se toman las decisiones estratégicas y de la importancia de estar en los espacios donde se define el rumbo de las organizaciones. Despertó en mí el deseo de querer formar parte de ellos.
Después llegaron los primeros proyectos con responsabilidad directa y, más adelante, los primeros cargos directivos. Ahí aprendí a gestionar equipos, a asumir decisiones difíciles y a entender que liderar no es solo dirigir, sino responsabilizarse.
Un punto de inflexión fue parar, repensar mi futuro y dar el paso al emprendimiento fundando Essentia Creativa. Emprender me obligó a crecer de forma acelerada, a construir un proyecto y un equipo con propósito y valores propios, y a convivir con la incertidumbre como parte del camino.
Más adelante, representar a Directivas de Aragón en CEOE Aragón y posteriormente liderar Directivas de Aragón ha sido clave para conocer de cerca las organizaciones empresariales y reafirmar mi convicción en la colaboración como motor para ser mejores. He aprendido que el verdadero liderazgo también consiste en abrir camino a otros. También ha sido muy enriquecedor formar parte de distintos consejos y mentorizar a otras personas, especialmente a mujeres predirectivas y a startups. Acompañar a otros en su crecimiento te devuelve perspectiva y te obliga a escuchar de verdad.
¿Ha tenido que superar barreras?
Prefiero poner el foco en cómo superarlas: preparándome, rodeándome bien y dando pasos hacia delante para transformarlas en impulso.
Hay barreras externas y visibles que, cuando limitan a una parte de la población, no fomentan la igualdad de oportunidades y, por tanto, entre todos debemos trabajar para eliminarlas. Otras son internas y, a veces, son las más difíciles de superar.
Lo importante es no dejar que te definan, sino utilizarlas como aprendizaje y como motor de crecimiento.
¿Considera que se está avanzando en modelos compatibles con la vida personal y familiar en su sector?
Se ha avanzado, pero todavía queda camino por recorrer. Para mí, la clave está en la corresponsabilidad en el hogar. Las empresas pueden y deben favorecer estos modelos, pero la conciliación es, sobre todo, un desafío cultural y social.
Sin duda, mi sector se ha transformado: hemos pasado de jornadas interminables a modelos más flexibles, con teletrabajo y un mayor respeto por los tiempos de desconexión. Al mismo tiempo, es cierto que somos una industria con momentos de alta exigencia y disponibilidad. Es posible alcanzar los objetivos sin renunciar a la vida personal.
¿Qué referentes femeninos han influido en su visión profesional?
De mi madre aprendí la dedicación y la pasión por lo que haces. Mi tía María, mujer, soltera y empresaria. Mi primer referente de liderazgo; de ella aprendí que el trabajo nos da libertad.
Mi suegra, también pionera al liderar una candidatura política durante la transición en el entorno rural. Ejemplo de cómo se pueden construir excelentes relaciones con quienes piensan diferente.
Y, por supuesto, la junta y las más de 350 socias de Directivas de Aragón: las admiro a todas y aprendo de cada una de ellas cada día.
¿Qué consejo le daría a una joven que hoy está pensando en emprender en tecnología o innovación?
Adelante. Tú puedes. No tengas miedo a probar, a intentarlo y a equivocarte; cada paso es aprendizaje. Y lo más importante: no estás sola. Busca tu red de apoyo, que te impulse, te inspire y te acompañe en el camino.
¿Cuáles son ahora mismo las principales demandas o preocupaciones que trasladan las directivas aragonesas?
Que la igualdad de oportunidades se base en el talento y el mérito. Que las mujeres también estemos presentes en todos los foros, mesas de opinión y espacios donde se toman decisiones que realmente mueven las organizaciones y la sociedad, para poder aportar visión y contribuir al cambio. Y que las niñas y jóvenes elijan su profesión sin sesgos, fomentando que no se aparten de las ciencias y la tecnología (STEAM).
¿En qué punto diría que está Aragón en términos de liderazgo femenino respecto a otras comunidades?
Aragón está muy bien posicionado, solo por detrás de Madrid y Barcelona. Los más de 20 años de trabajo de Directivas de Aragón parecen haber dado sus frutos, pero aún existen barreras que se resisten y logros que son frágiles y que debemos cuidar y preservar.
¿Qué sectores ve más receptivos al liderazgo femenino y cuáles siguen siendo los más resistentes?
Más receptivos por ejemplo Recursos Humanos, Finanzas o Marketing. Por el contrario, la tecnología o los altos cargos ejecutivos (CEO, presidentas, consejeras) y startups, especialmente en deep tech, siguen siendo más resistentes.
¿Considera que están visibilizadas a las mujeres aragonesas que lideran puestos directivos?
A pesar de los avances y del trabajo de Directivas de Aragón, la realidad es que su presencia en medios, foros y espacios de toma de decisiones todavía es limitada. Visibilizar a estas líderes es clave, no solo para aprovechar su talento, sino también para inspirar a nuevas generaciones y generar referentes que fomenten la igualdad de oportunidades.
¿Nota un cambio real en las empresas aragonesas en cuanto a diversidad en los comités de dirección?
Desde luego que sí, aunque debemos seguir recordando la importancia de la diversidad y medir de manera sistemática el avance. Esperamos poder presentar pronto datos propios de Aragón, para evaluar el progreso año tras año y, a partir de ahí, trabajar de manera más estratégica en la promoción de la diversidad en la dirección y órganos de gobierno.
Según el estudio Women in Business aunque España sigue posicionándose como un referente en Europa en cuanto a presencia de mujeres en la alta dirección, aunque el porcentaje ha bajado en 2 puntos con respecto a 2024, localizándose en un 38% ¿cómo evalúa este dato?
Es un dato positivo en cuanto a la presencia de mujeres en la alta dirección, pero la caída respecto a 2024 nos recuerda que no podemos dar los avances por garantizados. La participación femenina en el mercado laboral ha crecido mucho en las últimas décadas, pero persisten grandes desafíos, especialmente en sectores como la tecnología y la ciencia, que marcan el rumbo del mundo y lo seguirán haciendo cada vez más.
Estos obstáculos afectan al desarrollo económico y al aprovechamiento del talento. Hombres y mujeres debemos compartir el liderazgo, solo así construiremos organizaciones más justas.