El reciente brote asociado a la gripe porcina que ha sacudido Barcelona ha encendido todas las alarmas del sector ganadero español. En un país donde la producción porcina es un pilar económico y el eje de miles de empleos directos e indirectos, cualquier foco de enfermedad es una amenaza que trasciende lo sanitario.
En este caso, el origen podría estar en la ya bautizada como tesis del bocata. Una hipótesis que investiga si unos restos cárnicos contaminados habrían desencadenado el problema. La gripe porcina, aunque no afecta a humanos, sí tiene un impacto devastador sobre suidos y sobre la economía.
Un brote que rompe tres décadas de estabilidad
La gripe porcina llevaba treinta años erradicada en España. Que reaparezca ahora, en pleno corazón del área metropolitana de Barcelona, subraya lo delicado del escenario. Todo comenzó con el hallazgo de dos jabalíes muertos los días 25 y 26 de noviembre en Cerdanyola del Vallès. El Govern confirmó el día 28 que ambos eran positivos y activó de inmediato el plan de contingencia, notificando el foco al Ministerio de Agricultura, a Bruselas y a la Organización Mundial de Sanidad Animal. La gripe porcina obliga a delimitar zonas de exclusión, restringir movimientos y activar medidas de control estrictas.
El avance de la gripe porcina se ha visto acelerado por el papel del jabalí europeo, un animal con alta movilidad y presencia masiva en el territorio. Hasta ahora han aparecido 14 ejemplares muertos, todos jabalíes. Para los expertos, esto no hace sino multiplicar el riesgo de expansión del virus, ya que los jabalíes se convierten en auténticos vectores naturales de la gripe porcina, capaces de transportar el patógeno a zonas donde la densidad de explotaciones porcinas es elevada.
¿Por qué la ‘tesis del bocata’ es tan relevante?
Entre las líneas de investigación sobre el origen del brote de gripe porcina, la Generalitat trabaja con una sospecha que ha generado impacto mediático: que el contagio se iniciara cuando un jabalí hurgó en basuras y consumió restos de embutido contaminado. El conseller Òscar Ordeig ha señalado que es “muy probable” que el virus llegara a través del contenido de un bocadillo tirado, cuyos restos podrían contener material infeccioso. La gripe porcina es extremadamente resistente y sobreviven restos víricos en carne, herramientas, vehículos o ropa, lo que hace plausible esta hipótesis.

Para frenar su expansión, la Generalitat ha movilizado a 300 efectivos y ha dividido el territorio en dos áreas de control. La primera, un círculo de seis kilómetros, afecta a municipios como Sabadell, Sant Cugat del Vallès o Cerdanyola. Y prohíbe el acceso al medio natural y la actividad cinegética. La segunda zona, de veinte kilómetros, restringe actividades al aire libre y endurece la vigilancia sobre 39 explotaciones porcinas. Las autoridades advierten que entrar en el área restringida con la gripe porcina activa será sancionado.
Ante la magnitud de la gripe porcina, la Generalitat solicitó la intervención de la Unidad Militar de Emergencias. Un equipo especializado en emergencias tecnológicas y medioambientales trabaja ya en el terreno, y se prevé que se refuercen los efectivos en estas horas. La implicación de la UME refleja la gravedad que supone un brote de gripe porcina en el primer exportador europeo de carne de porcino.
Un sector de 9.000 millones en alerta máxima
La gripe porcina ha desatado un terremoto económico inmediato. España exporta productos porcinos por valor de casi 9.000 millones de euros anuales. Y Cataluña y Aragón lideran más de la mitad de la producción. Desde la aparición del foco, el Ministerio ha bloqueado más de cien certificados sanitarios de exportación. Países como Japón, México, Taiwán y Reino Unido han suspendido temporalmente las importaciones procedentes de España. La gripe porcina, pese a afectar solo a animales, tiene un impacto directo sobre mercados internacionales extremadamente sensibles.

China es el principal cliente del porcino español y su decisión ha marcado el pulso económico tras la gripe porcina. Afortunadamente, el gigante asiático aceptó aplicar la regionalización: solo ha suspendido importaciones de 12 empresas radicadas en Barcelona. Evitar un veto total era fundamental para contener los efectos económicos de la gripe porcina, dado el peso del mercado chino.


