El portavoz del gobierno regional de Murcia, Marcos Ortuño, considera que la Asamblea Regional “no se debe utilizar para montar numeritos y shows“. La afirmación viene después de que la diputada de Vox, Virginia Martínez, llegara al parlamento autonómico vestida con un niqab con el que pretendía salir al estrado para defender una moción de su partido para prohibir el uso de estas vestimentas en los espacios públicos de la Región.
En su moción, los de Abascal piden al Ejecutivo regional que endurezca las sanciones contra prácticas islámicas que consideren atentatorias contra los derechos de las mujeres y que se suspendan solicitudes de nacionalidad a quienes obliguen de forma opresiva a mujeres o niñas a vestir ese atuendo.
Para presentar la iniciativa, Virgina Martínez se presentó con niqab en el parlamento. La presidenta de la cámara le rogó que se lo cambiase, y una vez hecho, Martínez afirmó que “no se debería permitir en ningún lugar público de esta región“. Añadió que PP y PSOE “están importando culturas que enseñan a las niñas desde muy pequeñas a vestir con esta indumentaria, a estar calladas y a ser modestas”.
“Los ciudadanos merecen respeto“, ha apuntado el consejero, que estaba presente en ese momento en la Asamblea. Asimismo, ha afirmado que “criminalizar a todo un colectivo o a toda una religión no mejora la seguridad, sino que solo contribuye a generar fractura social”. Añade que con esto Vox buscaba “la foto fácil o la publicación en redes“.

Reacciones de los partidos
Desde el Grupo Mixto, María Marín, anunció que “jamás votará a favor de ningún discurso de odio que enfrente unos ciudadanos con otros” y acusó a Vox de ser “un peligro público de primer orden”. Por su parte, el PSOE calificó la iniciativa de “engañosa” y defendió que España “no es ni va a ser nunca” un país donde el Estado sancione identidades culturales o expresiones personales.
Añadió que el problema de Vox “no es la vestimenta, sino el racismo” y reclamó educación e integración como herramientas para garantizar la convivencia.


