Hay campañas que se olvidan tan pronto como llegan, y otras que se instalan en la memoria con la misma persistencia con la que se guarda una postal en una libreta de viaje. La nueva propuesta de Louis Vuitton para el Otoño-Invierno 2025 pertenece a este último grupo: una narrativa visual densa, cargada de texturas, silencios y gestos mínimos que dicen mucho. ‘Art of Travel’ es más que una colección, es una declaración de principios.
Emma Stone encarna a esa mujer contemporánea que entiende que viajar es, sobre todo, una forma de estar en el mundo. La actriz, ya habitual en el imaginario de la maison francesa, aporta su mezcla de dulzura y determinación. Su forma de vestir -igual que su forma de actuar- siempre ha tenido algo de contenida sofisticación. Y aquí, bajo la mirada creativa de Nicolas Ghesquière, se convierte en el rostro de una viajera que no necesita mapas, solo intuición y un buen equipaje.
Entre estaciones de tren oníricas llenas de arquitectura fantasma y luz filtrada, la campaña nos transporta a un lugar que no existe pero que todos hemos recorrido en algún sueño. Las prendas evocan la tradición viajera de la maison: abrigos estructurados que recuerdan a los de los exploradores de los años 30, camisas de seda que ondean con la misma gracia que una bandera personal, pantalones amplios de caída precisa y botas que podrían recorrer kilómetros de historia.
Y en el centro de ese imaginario aparece una pieza que lo condensa todo: el bolso Express; un nuevo modelo confeccionado en terciopelo burdeos, una elección cromática que recuerda a los sillones de los antiguos trenes de lujo y a los tapices de teatros decadentes.
Louis Vuitton, firma nacida del viaje y dedicada durante siglos al arte de transportar el deseo, regresa así a su origen con una propuesta profundamente actual: en tiempos inciertos, lo que permanece es lo que nos acompaña con sentido.
El verdadero lujo no está en lo que llevamos, sino en cómo lo llevamos. Y esta campaña nos recuerda que vestir, al igual que viajar, es una forma de declararnos al mundo. Sin estridencias. Sin GPS. Con rumbo y mucho estilo.