La travesía de la flotilla ha terminado, al menos por ahora, en una celda. La exalcadesa de Barcelona, Ada Colau, la activista sueca, Greta Thunberg y más de 400 activistas de la Flotilla Global Sumud han pasado su primera noche en Israel en la prisión de Ketziot, en pleno desierto del Néguev.
Escoltados por un enorme buque de la Marina israelí, llegaron este jueves al puerto de Ashdod junto a las pequeñas embarcaciones abordadas y ya tripuladas por agentes israelíes.
De Ashdod a Ketziot
El traslado se ha desarrollado según lo previsto. Nada más llegar a puerto, los activistas fueron puestos en manos de la autoridad de inmigración y sometidos a una audiencia previa a la orden de deportación.
El ministro de Exteriores italiano, Antonio Tajani, confirmó que “se habría completado el traslado a Ashdod de los 400 miembros de la flotilla” y que la repatriación se hará “mediante una única medida de expulsión forzosa”.
Ciò che conta è la gratitudine del popolo palestinese. Stiamo facendo tutto il possibile per alleviare le sue sofferenze, per offrirgli un futuro di pace. pic.twitter.com/gRHE1dzfJ6
— Antonio Tajani (@Antonio_Tajani) October 2, 2025
La hoja de ruta es clara: pasarán estos días en Ketziot y, tras el sabbat, serán embarcados en dos vuelos chárter con destino a Londres y Madrid. “Mañana recibirán las visitas consulares”, precisó Tajani.
“Los visitaremos en prisión”
En tierra -junto a más de 600 policías, ocho ambulancias, y decenas de buses penitenciarios- les esperaban sus abogados. Fuentes de Abdallah, la organización que asiste a la mayoría de integrantes -incluidos los españoles- explican a este periódico los próximos pasos: “Los visitaremos en prisión y los representaremos ante el tribunal de inmigración”. Pero advierten que el calendario es incierto: “No hay una fecha de fin establecida. Depende de la disponibilidad de vuelos”.

El procedimiento es el habitual. “Todos irán a la cárcel antes de ser deportados”, señalan. Y con cientos de detenidos, prevén que “esto tomará más tiempo de lo habitual”.
Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores confirma a este periódico que el ministro Albares ya habría mantenido este jueves conversaciones con su homólogo irlandés y con Kaja Kallas, la Alta Representante de la UE. El mensaje enviado a Bruselas es que Europa “se posicione a favor de los ciudadanos europeos” detenidos. Tal y como ha podido saber Artículo14, el Ministerio trabaja también con países como Turquía o Brasil, que cuentan con nacionales en la flotilla, para coordinar la respuesta diplomática.
El debate jurídico
Lo cierto, es que más allá del periplo judicial y legal al que se enfrentan, el lugar en el que fueron interceptados los miembros de la flotilla vuelve a estar en el centro del debate. La operación se produjo en aguas internacionales, como denunciaron los propios activistas, y ha reabierto la discusión sobre la legalidad del bloqueo.
Israel se ampara en el Manual de San Remo sobre Derecho Internacional Aplicable a los Conflictos Armados en el Mar (1994), que permite, entre otras cosas, declarar bloqueos navales en contextos de conflicto armado.
El analista de Defensa Francisco J. Girao, en conversación con Artículo14, recuerda que “sobre la legalidad del bloqueo hay posiciones controvertidas” y señala un precedente inmediato: el asalto a la Flotilla de la Libertad en 2010. Entonces, comandos israelíes abordaron el Mavi Marmara, murieron diez activistas turcos y una comisión de la ONU concluyó en el Informe Palmer (2011) que el bloqueo podía considerarse legal, pero que el uso de la fuerza en aquel caso fue “excesivo e irrazonable”.

“Si estáis viendo esto es que hemos sido interceptados”
Los activistas, conscientes de las consecuencias, quisieron dejar constancia pública del arresto. Y horas antes de ser detenidas, varias figuras de la flotilla difundieron mensajes grabados en vídeo. “Si estáis viendo esto es porque hemos sido interceptados”, dijo Ada Colau frente a la cámara. Lo mismo hizo Lucía Muñoz, otra de las activistas embarcadas en la misión.
Eran grabaciones cortas, casi de despedida, que se publicaron justo antes de que se cortaran las comunicaciones; incluidas las que mantenía este periódico con activistas de hasta tres embarcaciones distintas.
Ada Colau ha sido secuestrada por el Ejército israelí y pide el “máximo ruido” para liberar a los activistas de la Flotilla a Gaza. pic.twitter.com/nXEuBmvngm
— Raúl Solís ✌️🏳️🌈 #FuckWar (@RaulSolisUE) October 1, 2025
Desde entonces, el silencio. Artículo14 ha intentado retomar el contacto con las activistas con las que había mantenido comunicación durante el último mes de travesía, pero los mensajes no llegan y las llamadas ya no se responden.
El protocolo, explican los organizadores de la flotilla, explica la ausencia: en caso de abordaje, los teléfonos debían lanzarse al mar y el silencio se mantendría hasta el reencuentro con los abogados. El vacío posterior confirma lo que los activistas temían: la misión ha quedado en manos de Israel.