Odio en redes

El drama de Nelly Furtado: se aleja de los escenarios tras el ‘body shaming’

La cantante canadiense anuncia un parón en los escenarios tras la presión estética y ataques a su cuerpo

Cambio físico de Nelly Furtado - Cultura
Nelly Furtado durante su actuación en el Festival Emblema 2024
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Nelly Furtado conquistó al mundo con éxitos como I’m Like a Bird o Promiscuous. Sin embargo, después de 25 años de carrera, la artista canadiense ha tomado una decisión que ha sorprendido (y dolido) profundamente a sus fans: dejar de presentarse en vivo. Una pausa que llega en un momento en el que su música ha vuelto a conectar con una nueva generación… pero también en medio de ataques constantes hacia su cuerpo.

La propia cantante ha comunicado esta noticia en un mensaje cargado de emoción. Sin dramatismos, pero con absoluta honestidad, confesó que ahora siente que debe “alejarse” para centrarse en “otras actividades creativas y personales”. Al mismo tiempo, quiso dejar claro que su vínculo con el arte permanece intacto: “Gracias por el viaje”, expresó a su comunidad, asegurando que “siempre estaré componiendo música”.

Body shaming

Aunque en su texto no menciona directamente el motivo que detonó este adiós temporal, es imposible ignorar el contexto. En sus últimas apariciones públicas, especialmente este verano, Nelly se había convertido en blanco de crueles comentarios por su aspecto físico. Tras su actuación en Manchester Pride, donde celebró sus curvas con humor y orgullo, quedó claro que el body shaming pesaba en el ambiente. Su estilista incluso compartió que ella “silencia body shamers” con su vestuario.

Furtado ya había explicado antes lo difícil que es lidiar con las presiones estéticas dentro de la industria musical. Reconoció que este año percibió la exigencia sobre la apariencia “de una manera totalmente nueva”, al mismo tiempo que experimentaba “nuevos niveles de amor propio y confianza genuina desde dentro”. También abordó los rumores sobre supuestas intervenciones estéticas con total transparencia, asegurando que no ha pasado por cirugías ni por inyecciones, más allá de unas carillas dentales recientes, y que confía en una rutina de cuidado sencilla que sigue desde los 20 años.

Nostalgia

Su despedida —o pausa, porque la música seguirá acompañándola— llegó acompañada de nostalgia. Compartió una imagen de ella a los 20 años, a punto de subirse por primera vez a un escenario profesional durante el festival Lilith Fair. Recordó con cariño la compra de aquel vestido rosa y los zapatos de plataforma que hicieron sentir por primera vez a su “yo artista” totalmente realizado. También incluyó un video de su concierto en Berlín este verano, donde dijo que entendió “qué significa recibir flores” al escuchar a la multitud corear su nombre.

Además, celebró el 25 aniversario de Whoa, Nelly!, un punto de partida que jamás imaginó que la llevaría tan lejos. Hoy sigue asombrada ante la fuerza de su catálogo y cómo plataformas y redes le han permitido alcanzar a oyentes que ni siquiera habían nacido cuando sus primeros hits sonaban en la radio. Aun así, ha decidido que es momento de reconectar con otros aspectos de su vida.

Antes de despedirse, quiso dedicar unas palabras a quienes comienzan en la música: “También deseo a la nueva generación de artistas muchos años de fructífera y apasionada interpretación.”. Y también tuvo un mensaje de gratitud para su público y para todos los que hicieron realidad sus sueños: “Me identificaré como compositora para siempre”.

La artista que ha vendido más de 45 millones de discos y que recientemente había retomado los escenarios tras una larga pausa, vuelve a detenerse. Para muchos, el motivo es evidente. Cuando la crueldad hacia el cuerpo de una mujer trata de eclipsar su talento, el daño se vuelve demasiado pesado.

Nelly Furtado se aleja del foco, pero deja claro que su corazón sigue en la música. La pregunta ahora es si la industria —y el público— estarán preparados para recibirla con el respeto que merece cuando ella decida regresar.

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