Líderes femeninas

La alemana Annalena Baerbock será la quinta mujer en presidir Asamblea General de la ONU

De los últimos 79 presidentes de la Asamblea General, sólo cuatro fueron mujeres, es decir, tan sólo el 5%

Annalena Baerbock asiste a la reunión semanal del gabinete del gobierno alemán en la Cancillería, en Berlín, Alemania, el 15 de enero de 2025.
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La exministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, está a punto de asumir un nuevo papel mundial tras ser elegida por 167 países para la presidencia de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Baerbock asumirá el cargo el 9 de septiembre.

El cargo, aunque en gran medida ceremonial, sitúa a la política del Partido Verde, de 44 años, al frente del órgano más representativo de la ONU, donde presidirá sus sesiones y actuará como líder simbólica de los 193 Estados miembros.

Las promesas de Annalena Baerbock

Baerbock se dirigió a la Asamblea General el mes pasado, esbozando su visión de actuar como “unificadora” y prometiendo representar los intereses de las naciones “grandes y pequeñas”. Sus prioridades declaradas incluyen avanzar en la igualdad de género, promover la protección del clima e impulsar un mayor progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 2030 de las Naciones Unidas.

Annalena Baerbock y el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares Bueno, conversan durante una reunión de ministros de la OTAN
EFE/EPA/OLIVIER HOSLET

“Como presidenta, si soy elegida, serviré a los 193 Estados miembros, grandes y pequeños. Como intermediaria honesto. Como unificadoar. Con los oídos abiertos. Y una puerta abierta”, afirmó.

La candidatura de Baerbock, respaldada por la Unión Europea y ampliamente apoyada en los bloques regionales, refleja su creciente estatura internacional. Como jefa de la diplomacia alemana de 2021 a 2024, ayudó a dar forma a la respuesta de Berlín a la guerra de Ucrania, defendió la diplomacia climática y feminista e impulsó un papel europeo más asertivo en los asuntos mundiales.

Annalena Baerbock llega a la ‘Segunda Consulta de la Sociedad Civil sobre las obligaciones de Afganistán
EFE/EPA/HANNIBAL HANSCHKE

Unos 120 conflictos asolan el mundo en lugares como Gaza y Ucrania, la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) no va por buen camino y el propio organismo mundial está sometido a fuertes presiones financieras y políticas, recordó Baerbock.

“Estas crisis y desafíos pesan mucho sobre nosotros como comunidad internacional. Pero también demuestran que las Naciones Unidas, nuestras Naciones Unidas, son más necesarias que nunca”, afirmó la exministra de Exteriores de Alemania.

El papel de la presidenta de la Asamblea General

Aunque la presidencia de la Asamblea General no conlleva poderes ejecutivos -que recaen en el secretario general António Guterres-, sí ofrece una plataforma para la diplomacia blanda y el establecimiento de la agenda durante su mandato de un año. Los anteriores presidentes han aprovechado esta función para plantear cuestiones de alcance mundial y mediar en debates delicados en el seno de la cámara.

La elección de Baerbock marcará también un hito en la representación de género en la ONU. Será la primera mujer alemana y la cuarta en ocupar este cargo en los casi 80 años de historia de la organización.

Falta de mujeres en la ONU

La falta de representación femenina viene dada por la política nacional. La presidencia de la Asamblea General de la ONU suele considerarse un trampolín o una recompensa por contribuciones significativas a los asuntos internacionales. Los países con menos mujeres en puestos gubernamentales de alto nivel tienen menos probabilidades de designar a una candidata. Esto es un síntoma de una desigualdad de género más amplia dentro de los Estados.

Es importante señalar que la situación está mejorando lentamente, con una creciente concienciación sobre la importancia del equilibrio de género en los puestos de liderazgo. Sin embargo, se necesitan cambios sistémicos significativos para lograr una verdadera paridad en la representación en los niveles más altos de las organizaciones internacionales.

Así, de los últimos 79 presidentes de la Asamblea General, sólo cuatro fueron mujeres, es decir, tan sólo el 5,06%. La última mujer en ocupar el cargo fue la ecuatoriana María Fernanda Espinosa, en 2018. Mientras que la primera fue la india Vijaya Lakshmi Pandit, en 1953.

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