Opinión

Garbiñe equivoca el mensaje

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La extenista Garbiñe Muguruza ha sido noticia esta semana al ser nombrada codirectora del Mutua Madrid Open junto a Feliciano López, hasta ahora director en solitario. En ese contexto fue entrevistada por Juanma Castaño en El Partidazo el pasado jueves, donde se mostró muy contenta por acceder a ese cargo compartiendo responsabilidades en igualdad de condiciones con su codirector.

“Vamos a repartirnos el manejo del torneo y Madrid es pionero de este nuevo approche de tener un director masculino y femenino y así atender al 100% a todos los jugadores. Los dos estaremos tanto con las chicas como con los chicos. Siempre quise formar parte de este torneo”, explicó Muguruza. Un mensaje de igualdad que a estas alturas no debería ser necesario, pero por novedoso en España, tocaba ponerlo en valor.

En Francia desde 2021 la ex número uno y ganadora de dos Grand Slam Amélie Maouresmo es la directora de Roland-Garros. Ella fue la responsable, sin ir más lejos, del maravilloso homenaje que el mejor torneo de tierra batida del mundo le dedicó el pasado junio a Rafa Nadal. Garbiñe comentó en la entrevista otros aspectos de su vida actual, como su avanzado embarazo o su preferencia por el  tenis y la personalidad de Carlitos Alcaraz sobre Sinner. “Carlitos es más mágico, Sinner más robótico”.

El plato fuerte de la entrevista llegó cuando se le preguntó por el próximo reto entre Sabalenka y Kyrgios en el partido calificado como la “Batalla de los sexos”. “Yo creo que van a jugar en serio, y ella parece muy motivada”.

Cuando le insistieron en un hipotético partido entre la mejor Garbiñe Muguruza y un tenista, y a qué número de ranking masculino hubiera podido ganarle ella en su mejor forma, soltó el titular. “Yo creo que incluso un junior me gana, estando yo en mi número uno. Mira que he tenido sparrings, un montón, y yo super enfadada porque no era capaz de ganarles un set, a gente que no era ni profesional”. Explicó Garbiñe que “es mucha diferencia, no solo la potencia, sino los músculos, la  resistencia que tiene un hombre frente a una mujer… son muchas cosas”.

La frase de Muguruza voló automáticamente en redes sociales, tan dadas a recibir y difundir este tipo de scoops que generan ruido inmediatamente. Y como siempre, los señoros se sintieron felices porque había sido una ex número uno quien les daba la razón: ninguna mujer puede competir con un hombre. ¡Qué sorpresa!

Me asombra la simpleza y este es un debate tan simple como innecesario. Lo de Sabalenka y Kyrgios es un show, como cuando jugaba Iker Casillas contra Nadal en el Bernabéu. ¿O acaso alguien cree que el mejor Casillas podía ganar al peor Nadal? ¿Verdad que eso es absurdo y no se puede plantear?

El tenis femenino ha dejado a lo largo de la historia verdaderas batallas entre profesionales de altísimo nivel. Recuerdo las finales de Chris Evert contra Martina Navratilova en los 80, o la rivalidad entre Monica Seles y Steffi Graf. Y no digamos la posterior entre las hermanas Williams. O las de nuestra Arantxa.

Nunca hemos echado de menos los espectadores que cualquiera de ellas pudiese ganar a un hombre. Muchas finales entre mujeres han sido mejores y más espectaculares que algunas entre hombres. Lo que explica Garbiñe es tan cierto como innecesario, no porque ella tenga intención alguna al contarlo, sino por el uso que de tal obviedad hacen algunos desde su cueva.

Sigamos disfrutando del deporte femenino, sin sentir la necesidad de comprobar que la selección femenina campeona de Europa tampoco le ganaría a la selección masculina vigente campeona de Europa. ¿Y qué?

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