Opinión

Siento una perturbación

Actualizado: h
FacebookXLinkedInWhatsApp

Pedro Sánchez ha dicho (en el Congreso, no por WhatsApp), entre otras bilbainadas (como, por ejemplo, arrenjuntar a las lamentables cinco muertes provocadas tangencialmente por el apagón con las “ocho mil” -me chupo un dedo y lo pongo al viento-, causadas ¡cada año! en España por el cambio climático), que el lunes negro, instantes antes del apagón, se sintió “una perturbación en el sur de España”.

Una perturbación. Mes de mayo ¿Es que no lo entiendes?

El pasado 4 de mayo se celebró en todo el mundo el Día Internacional de Star Wars. Ríete tú del día de San Prudencio. ¿Y cómo es eso? Pues por una razón pura en el universo weirdo por excelencia del séptimo arte. La frase más famosa de toda la ¿undecalogía? creada por el nerdy mayor del reino, George Lucas: “May The Force be with you” (“Que la Fuerza te acompañe”) ¿Lo pillas? May-The-Force, 4-de-mayo…día y mes de Star Wars. ¿Puede haber una fricada mayor?

Pues sí. Sentir una perturbación. En el sur de España.

Cualquier fan de la saga (por no decir telenovela) enseguida asociaría esta máxima con otra expresión filosofopedante mítica de la ¿primera o cuarta? película -Una nueva esperanza (1977)-, declamada por el elegante mago, perdón, Jedi, Obi-Wan Kenobi (Alec Guinness): “Siento una perturbación en la Fuerza”, dice el preceptor de Luke Skywalker y sigue, “como si millones de voces gritaran de terror de repente y fueran silenciadas”. Este es uno de los momentos que hacen levantarse de sus asientos a los millones de geeks en los cines de todo el mundo, especialmente el 4 de mayo, haciendo saltar por los aires su cancarro de palomitas, sus gafas y su litro de Coca-Cola con azúcar. Ahora, semanas después de que a España se le saltaran los plomos, aseguro que la sentencia era más bien una premonición, a lo Rasputín, que ya nos avisaba hace casi cincuenta años a los españoles de la que nos venía encima.

Apagón galáctico.

Pedro Sánchez sintió una perturbación. Por lo visto fue el único. El “conjunto de la ciudadanía” restante, incluida Beatriz Corredor y demás altos cargos de Redeia, no. Al menos antes de las 12.33h. Yo desde luego, puedo asegurar, desde mi humilde pulpillo, que, a las 12:32h, estaba tan pichi pero que, minutos después, empecé a sentir toda clase de perturbaciones: ¿voy al cole a por el chaval?, ¿dónde enchufo el móvil?, ¿tenemos pilas? ¿y un transistor?, ¿voy al súper a por una empanada? Perturbaciones mundanas silenciadas del día a día. No como las de un Jedi.

Así las cosas, la conclusión es aplastante: Pedro Sánchez es un Jedi. ¿Cómo no lo habíamos descubierto antes? Está clarísimo: desde su imponente bella fachada de jugador de baloncesto, vigilante de piscina pública en sus ratos libres, tertuliano de su propio gobierno, outfit fantasía, solapa estrecha retro futurista. Y el poder de su mente. ¡Ah!. La Fuerza, con la que aglutinó, como si fuera un gran imán, a “todas las fuerzas progresistas de España”. Incluidos vascos y catalanes nacioindependentistas (una vez en un batzoki del PNV un parroquiano dijo “progresista” sin querer y todos los jerseys de pico de la clientela se desintegraron). Ellos son los rebeldes claro, pues luchan contra el Imperio (aka monarquía, bien tirado Pedro, ya mandaste a la estrella de la muerte de Asia Occidental al emperador Palpatine, te falta Gallius Rax). La espada láser en forma de más de cien decretazos que carbonizan nuestra constitución. Ni la de Darth Vader le hace sombra. Y su maestro Yoda no es Jordi Pujol, como siempre nos han hecho creer. ¿A qué otro expresidente se te parece? A tus zapatos.

Episodio tras episodio, nuestro presidente cinéfilo va aumentando su poder, no podía ser de otra manera, fagocitando personajes memorables que el cine nos ha regalado. Empezó hace veinte años trasmutándose en la Beatrix Kido de Kill Bill, una historia de venganza en dos volúmenes (o tres legislaturas) y continúa ahora como maestro Jedi aventajado, apartando a los jóvenes padawans y el resto de los miembros del Consejo Jedi, en su camino para suceder al Canciller Supremo, utilizando torticeramente la manipulación (mensajito, el Senado Galáctico y la Crisis Separatista. Y aunque te parezca increíble, estoy contando el argumento real de Star Wars.

Que las Fuerzas Progresistas te acompañen.

TAGS DE ESTA NOTICIA