Vea y lea el editorial de Ana Rosa Quintana de este lunes, 23 de junio en Artículo14.
Buenos días. Quedan inauguradas las ruedas de prensa fantasma. Ayer vimos la imagen del aislamiento. Una rueda de prensa sin prensa. El presidente se presentó en una sala atiborrada de soledad. A Sánchez se le ha acabado la magia. Nadie por aquí, nadie por allá. El presidente se dirigía a unos medios ausentes en la sala. Tan solo estaba presente su secretaria de comunicación, como si fuera el niño del Sexto Sentido viendo a alguien que no sabe que está en este mundo. Tras vaciar su agenda, Sánchez veía en su cabeza una sala de prensa llena de periodistas aplaudiendo que la OTAN nos permita no llegar al 5% de gasto en Defensa. Nosotros también celebramos que no se vea comprometido el estado del bienestar, pero no nos encaja con su discurso. Sánchez dijo que “la riqueza de las familias está en máximos históricos”, que “los hogares están ganando poder adquisitivo” y que “España es la mejor economía del mundo”. Una economía en la que la corrupción va como un cohete. Hoy declaran en el Supremo el exministro Ábalos y su exasesor Koldo, que si deciden colaborar con la Justicia pueden dinamitar la legislatura. Koldo asegura que más de 250 personas le han pedido favores. La Unión Europea va a escuchar a Koldo y a Ábalos atentamente porque El Consejo de Europa va a estudiar si la corrupción es una amenaza para España después de que el viernes la Guardia Civil entrase en Ferraz. Una imagen demoledora que no pudo camuflar ni la maquilladora del presidente, ni una actriz de cine para adultos escondiendo discos duros. Una foto para la historia que coincidía con la visita de urgencia de Salvador Illa a Moncloa. Son muchos los rumores que hablan de dimisión y señalan a Illa como sustituto de Sánchez, pero no nos engañemos. El manual de resistencia de Sánchez está calcado a las memorias de El Lute, que decía que “resistir es vencer”. El mismo Sánchez ha desautorizado a Tezanos reconociendo que no convoca elecciones para no darle el Gobierno a la derecha, porque la izquierda no roba. Filesa, los ERE, el GAL o Roldán eran de derechas, claro.