Crisis en la coalición

El apoyo de Sánchez al plan Trump fractura al Gobierno y enfada a Podemos

Los ministros de Sumar se desmarcan del presidente mientras IU reclama enviar una fuerza de paz a Gaza. El PSOE resta hierro a sus protestas y habla de "libertad de expresión"

Yolanda Díaz, tras mantener una reunión de trabajo con representantes de Greenpeace, Ecologistas en Acción, Amigos de la Tierra, WWF y SEO Bird Life.
EFE/ Borja Sanchez-trillo

El Gobierno aún tiene que sudar la camiseta para convalidar el real decreto ley de embargo de armas a Israel en el Congreso de los Diputados y ya ve nacer una nueva fractura entre los partidos que lo integran. Fuentes del Ejecutivo prevén someter esta norma a votación la próxima semana, y como avanzó Artículo14 ya asumen que deberán aceptar su tramitación como proyecto de ley, para que los grupos puedan plantear modificaciones a cambio de su aval.

Sin los apoyos asegurados en este frente, el Consejo de Ministros se ha dividido este martes entre sus integrantes con carnet socialista y los que representan a Sumar, a cuenta del plan de paz para Gaza que ha anunciado a bombo y platillo el presidente de EEUU, Donald Trump, y que cuenta con la bendición de Israel.

En un frente en el que el Ejecutivo se ve criticado con dureza con Podemos, espoleado por Sumar y particularmente por IU, los ministros de Yolanda Díaz han rubricado un comunicado en el que se oponen al planteamiento de Trump.”Es profundamente preocupante que se pretenda resolver el conflicto ignorando a la población palestina, el papel de sus instituciones legítimas y el marco de Naciones Unidas”, reza el texto.

A su juicio, no se trata de un plan de paz, sino de una “imposición” que “perpetúa el desequilibrio, legitima la impunidad de Israel tras un genocidio que ya dura dos años”. Y piden rechazarlo porque no garantiza “el cese inmediato de la violencia, el levantamiento del bloqueo, la reconstrucción del territorio palestino y un calendario claro hacia el reconocimiento pleno de Palestina como Estado soberano”.

Las protestas por la presencia del equipo Israel Premier-Tech en la Vuelta Ciclista a España.
EFE/ Juan González

Los ministros del socio minoritario reclaman también un alto el fuego, el despliegue de ayuda humanitaria, la retirada del Ejército israelí o la liberación de rehenes israelíes y prisioneros palestinos. Son las reivindicaciones que ya enarbolaban hasta hoy. Y se ven complementadas con las declaraciones de la vicepresidenta segunda, que exige a la comunidad internacional no “legitimar esta farsa”. “Decimos alto y claro no al plan de Trump y Netanyahu”, apunta en un vídeo difundido en redes sociales.

Más allá de explicar sus posiciones, en Sumar no aclaran qué pasos pueden dar para intentar influir sobre las posiciones de los socialistas. Desde Izquierda Unida, dentro de la alianza de partidos de Díaz, sí han exigido “el envío inmediato a Gaza de una fuerza internacional de paz bajo el mandato de la ONU”. Y en el ala socialista del Gobierno han hecho lo posible para restar hierro a estas diferencias.

El ala socialista resta importancia a las críticas: “Concedemos libertad de expresión”

“Concedemos libertad de expresión a las fuerzas políticas”, rebajan fuentes del Ejecutivo, minimizando las discrepancias que evidencia Sumar. Otras voces de Moncloa destacan que “cualquier cosa que suponga iniciar conversaciones es positivo”, y hasta sostienen que Sumar no ha dicho nada “muy distinto” de lo que abanderan en las filas socialistas.

De hecho, subrayan que la reacción de Sánchez al dar “la bienvenida a la propuesta” en un mensaje en redes sociales, no entra a valorar el contenido de la misma. Únicamente, explican, celebra que los puentes sigan siendo transitables. “Tenemos líneas rojas”, advierten, recordando que España defiende la solución de los dos Estados. “No hemos dicho que compartamos el plan en sí”, abundan.

El mensaje de Sánchez en X, su primera reacción al anuncio de Trump, ya reivindicó la solución de los dos Estados. Y reclamó prácticamente las mismas acciones concretas que especificaba Sumar, sustituyendo su apelación a la retirada de tropas israelíes y al alto el fuego por la exigencia de que “cese la violencia”.

Sánchez, que ha logrado recuperar el timón de la agenda pública en las últimas semanas situando la cuestión palestina y el “genocidio” de Israel entre sus pilares discursivos y políticos, ha contado con vientos de cola. Las movilizaciones en contra de la participación de un equipo israelí en la Vuelta Ciclista a España, así como el plenario de Naciones Unidas en el que la situación en Gaza ha sido el tema más tratado, han ayudado al presidente a hacer suya esta bandera. En el Gobierno no están dispuestos a perderla.

Incluso aunque Hamás acepte esta propuesta -Trump les ha concedido pocos días para pensarlo-, la Fiscalía General del Estado ha autorizado a la Fiscalía de la Audiencia Nacional a investigar los “crímenes” de Israel en Gaza. Se trata de una materia en la que ven perdido al PP, incapaz de fijar un discurso unitario que puedan defender todos sus dirigentes.

Podemos ve “incomprensible” el aval de Sánchez al plan de Trump

Más allá de la oposición, Podemos se ha convertido en el partido más crítico con el Gobierno a cuenta de sus posiciones sobre Israel. En un comunicado remitido el martes, el partido morado consideró “incomprensible” el aval del presidente a la hoja de ruta de Trump. Ellos rechazan esta estrategia “de manera frontal”.

“Nadie se puede creer que Trump, que propuso exterminar a los palestinos y arrasar Gaza para crear un resort de lujo, quiera un verdadero plan de paz. El único objetivo de su macabra hoja de ruta es desactivar la movilización social”, añaden estas fuentes. Por eso apuestan precisamente por lo contrario; por avivar las movilizaciones “hasta que al Gobierno no le quede más remedio que aplicar un embargo de armas total y romper relaciones todas las relaciones comerciales, diplomáticas y culturales”

Una semana antes de que se vote el decreto de embargo, la parte socialista del PSOE en el Ejecutivo se esfuerza por diluir y camuflar las diferencias con sus socios de coalición. La política exterior está en manos del ministro José Manuel Albares y del propio presidente del Gobierno, y no ven margen para que Díaz haga más que protestar con este plan. Otra cosa es que cada gesto pueda influir en la negociación de los apoyos para el decreto de embargo de armas, que anticipan compleja.