Desde que José Luis Ábalos entró en prisión provisional, su forma de no perder el foco mediático es a través de su cuenta de X. Pero de momento nada se sabe de su administrador. Su nombre de visualización ha cambiado a “En el nombre de Ábalos” y en su biografía añade: “¡Soy inocente! Aunque pidan 24 años por delitos que no he cometido, lucharé por la verdad y la justicia”.
Fuentes de su entorno cercano aseguran a Artículo14 que se tratan de “profesionales de comunicación política” quienes están dirigiendo su cuenta de Twitter. A través de ella, el exministro amaga con tirar de la manta y seguir lanzando mensajes al Gobierno tras su encarcelación en la prisión de Soto del Real el pasado jueves.
Esto coincide con el hecho de que desde su defensa hayan negado que sean ellos los que llevan sus redes sociales, ya que aseguran estar centrados en presentar el recurso de apelación ante el Tribunal Supremo para pedir su excarcelación.
También lo niega su expareja, Andrea de la Torre, con la que mantiene aún relación y que acudió este lunes a la prisión portando una gran bolsa con ropa de abrigo porque “hay hasta escarcha” en su celda, según afirmó la joven.
Días antes de su entrada en prisión y viendo lo que se le venía, Ábalos empezó a lanzar mensajes al Gobierno de Pedro Sánchez. Primero lo hizo confirmando una reunión entre Arnaldo Otegui y el presidente para negociar la investidura: “Sólo puedo decir lo que me contaron fuentes presenciales, y es que esa entrevista existió”, dijo.
Después, se dirigió a la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, afeándole sus últimas declaraciones. “Antes de llamarme golfo, señora vicepresidenta y ministra de Trabajo, mejor sería que recordara qué papel jugó cada uno durante la pandemia de COVID-19. No sé cuál fue el suyo, pero si sé cuál fue el mío”, afirmó. También insinuó que la casa que tiene asignada como ministra la utiliza una persona no autorizada: “Quizás usted nos debería aclarar si la vivienda asignada para los ministros y ministras, y sus familias podía ser usada por otras personas sin derecho a ello”.
Ya en prisión, estos “profesionales de comunicación política” que le dirigen las cuentas de Twitter, hablando en primera persona redactaron: “Yo estoy en la cárcel porque el sistema así lo ha decidido, sin haber celebrado juicio y bajo un pretexto subjetivo de un riesgo de fuga extremo”. Y advirtieron en otro mensaje: “Sigo fuerte y firme, y metiéndome en prisión no me van a doblegar ni a callar”.
Andrea de la Torre y su hijo Víctor Ábalos parecen ser los contactos más cercanos del que fuera ministro y hombre fuerte de Sánchez. Ambos están ultimando los trámites burocráticos para poder acceder a la prisión a visitarle.
Recientemente, las amenazas al Gobierno también han llegado por parte de su hijo, que aseguró en una entrevista a El Mundo que Santos Cerdán, en nombre de Pedro Sánchez, ofreció a su padre un cheque en blanco a cambio de su silencio tras el estallido del caso Koldo. También aludió a un complot de altos cargos del PSOE para apartar al exministro y aseguró que Begoña Gómez, la mujer del presidente del Gobierno, tuvo que ver en su destitución.
Otro de los pilares en los que se está apoyando Ábalos es en el que fue su asesor en sus años como ministro, Koldo García, que también forma parte de la presunta organización criminal que quiere juzgar el magistrado Leopoldo Puente. Ambos comparten la celda 117 del módulo 13 de Soto del Real y estarían apoyándose mutuamente en esta nueva etapa en la que se quejan “del frío que están pasando”.



