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Militares cuestionan los datos: “La escasez de condenas es llamativa”

En 2016 se crearon los protocolos de acoso, y desde entonces hasta 2024, de 265 denuncias apenas 29 han terminado en condena

La mujer en las Fuerzas Armadas
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Las denuncias por acoso sexual y razón de sexo en el Ejército crece exponencialmente desde 2016, año en que hubo 20 denuncias. En concreto, en 2024 se interpusieron 51, a fecha cerrada del 31 de diciembre, lo que significa un aumento del 155%.

La reforma del Código Penal Militar de 2015 iniciada por el ministro de Defensa, Pedro Morenés, en aras de incluir el acoso sexual, propició que un año después se creara la UPA -Unidad de Protección frente al Acoso-, un órgano que se define como independiente de la cadena orgánica, y  accesible para todo militar víctima de acoso sexual o por razón de sexo.

Estos protocolos han generado una gran polémica y división. Por un lado, el ministerio de Defensa defiende su eficiencia, e incluso afirma que el incremento de denuncias se debe a la confianza en ellos:  “se constata un aumento de la confianza en el sistema que se articula en torno al Protocolo de acoso sexual y por razón de sexo, apoyado en la destacada labor llevada a cabo por el personal de las UPAS, en constante formación, quienes proporcionan asesoramiento y apoyo integral tanto a víctimas como a Jefes de UCO”, afirman desde el Observatorio de Vida Militar.

Y, por otro lado, las propias víctimas, que denuncian falta de acompañamiento por parte de dicha unidad, a veces incluso vulneración de la confidencialidad de los datos en las denuncias -las entregan a la UPA y terminan en manos del denunciado antes de que se inicie el proceso judicial-, que provoca en algunos cuarteles un hostigamiento por parte de los efectivos, y la consiguiente baja psicológica, por la que un tribunal médico les abre un expediente y terminan fuera del Ejército.

En definitiva, el sistema falla en la Administración Militar, si se tiene en cuenta que los testimonios de las mujeres publicados por este medio -con las pruebas presentadas- prueban que no confían en ella. Y que podría explicar el hecho de que, independientemente de que pueda haber denuncias falsas, como en cualquier institución, el escaso número de condenas es sorprendente.

Las denuncias por acoso
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Las cifras

Según información del Observatorio de Vida Militar y de la ATME -Asociación de Tropa y Marinería-, en concreto, de estas 51 denuncias, 35 fueron por la vía penal.  De las que 30 están en trámite, 2 archivadas, 2 en cambio de calificación y ninguna condena. Por la vía disciplinaria, de las 27 denuncias, 23 se encuentran en trámite, 2 archivadas, 2 en cambio de calificación y ninguna condena. El hecho de que no haya condenas en un año tiene sentido, dado que los procesos judiciales llevan su tiempo, pero en 2023, de las 46 denuncias, 28 han sido archivadas, 15 se encuentran en trámite, hay 3 sanciones y ninguna condena. Esto suma que de 97 denuncias, cero es el número de condenas en los dos últimos años.

Es en los últimos dos años cuando el número de denuncias ha aumentado. Esta situación podría sostener la explicación del ministerio: “Esta labor se refuerza con las actividades formativas que se desarrollan en todos los niveles de la enseñanza militar, así como por el importante papel que desempeña en el seno de las distintas unidades la persona formada en acoso conforme establece la Instrucción del Subsecretario por la que se impulsan medidas en relación al protocolo de 2019”, detallan en el informe. Lo que las denunciantes critican, es que una vez se animan a denunciar precisamente por estas charlas y aliento por parte del sistema para atreverse y dar el paso, luego el sistema las pone a los pies de los caballos.

De 265 denuncias, 29  condenas

Según los datos, en 2016 hubo 20 denuncias, en 2017, 35; en 2018, 22; en 2019, 35; en 2020, 30; en 2021, 39; en 2022, 38 y en 2023, 46. En definitiva, 265 denuncias, 29 condenas, 21 sanciones, 167 absueltos.

La escala de pertenencia de las personas denunciadas es la siguiente: 8 oficiales, 27 suboficiales, y 22 de Escala y Marinería. En cuanto a la pertenencia de la víctima, habría 8 oficiales, 5 suboficiales, y 46 pertenecientes a Escala y Marinería. En cuanto a la víctima: en la escala de Oficiales hay 8, de suboficiales, 5 y en la escala de Tropa y Marinería, 46.

De los últimos datos de 2024, de las 51 denuncias existentes existen 57 presuntos acosadores, en su mayoría hombres excepto 1 que es mujer.

Un mayor número de hombres que de mujeres denuncian acoso profesional

Si  las denuncias por razón de sexo o acoso sexual las presentan en su mayoría mujeres, se da mayoría de hombres en las que la causa es el acoso profesional. Según los datos del Observatorio de Vida Militar, de 31 denuncias en 2024, 21 son de hombres y 12 son de mujeres. Ya sea acoso por razón de sexo o sexual, o por motivo profesional, el mayor número de denuncias procede del Ejército de Tierra. En la primera clasificación, 25, mientras que en la segunda, 19.

La ministra de Defensa, Margarita Robles, defiende a la UPA frente a las víctimas
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Las asociaciones de militares se movilizan

Las quejas por el funcionamiento de los protocolos frente al acoso no se reducen al ámbito de las víctimas, sino que las asociaciones de militares se están movilizando. La ATME, la UMT, y también la asociación transversal AUME exigen a la ministra que investigue el funcionamiento de los protocolos.

“Propusimos órganos multidisciplinares, no que la UPA la integren militares sin capacitación”

“No nos gusta cómo funciona la UPA”, afirma sin tapujos Iñaki Unibaso, presidente de la AUME. “El personal destinado allí es militar. Cuando se presentó este proyecto al órgano de personal -COPERFAS- nosotros propusimos órganos multidisciplinares que conociesen de primera mano estos asuntos. Hoy día sale una vacante para la UPA, yo me la pido, me la dan y a lo mejor yo no tengo la capacitación suficiente para estar ahí”.

Las posibles vías

En esta tesitura, animan a que la denunciante directamente acuda al Tribunal Militar. “Nosotros nunca hemos sido muy defensores de la jurisdicción militar, pero es donde hay que denunciar, porque si vas a la ordinaria al final se lo va a pasar a la militar, por las competencias de cada uno”, afirma  Unibaso. “La escasez de condenas es llamativa”.

En cuanto al hecho que se vulnere la confidencialidad de datos de la denunciante sin que se abra un proceso judicial -lo cual es ilegal y muchas víctimas denuncian-, Unibaso lo explica: “A veces se produce porque el que recibe la denuncia no tiene claro de cuál es el proceso a seguir. Y en una fase inicial el denunciado no debe tener esa información ni mucho menos”.

No sólo existen fallos en la protección de datos. “Los cursos online no son suficientes. Ha habido casos de jefes que les ha llegado el caso y no han sabido como actuar”, afirma. Y concluye:  “Hay que darle una vuelta completa al protocolo que tenemos establecido. Se haría con la mejor de las intenciones, pero no ha funcionado”.