Page sale en defensa del Supremo por el juicio al fiscal general: “Instrucción impecable”

El presidente de Castilla-La Mancha se aparta de la defensa cerrada de Sánchez a García Ortiz: "No haría una defensa tan enardecida desde lo político"

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha afirmado que el Tribunal Supremo está haciendo una instrucción “impecable” en el caso del fiscal general del Estado y ha precisado que si él quisiera defender al fiscal no haría una defensa tan enardecida desde lo político. El Gobierno, a través de distimntos ministros, han puesto en duda recurrentemente la acción del Alto Tribunal al tiempo que Pedro Sánchez ha defendido sin dudarlo a Álvaro García Ortiz.

En una entrevista en la Cadena Cope, recogida por Europa Press, Emiliano García-Page ha sido preguntado por el proceso al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz y si es o no inocente. A este respecto ha dicho que no desea que nadie sea condenado, “salvo que se haya cometido un delito de forma flagrante”, si bien apunta que el Tribunal Supremo “está haciendo una instrucción impecable, muy medida, con concesiones a la defensa por si le buscan las vueltas luego en el Constitucional”.

“Si yo quisiera defender al fiscal no haría una defensa tan enardecida desde lo político. Porque todo el envolvente político, todo el barullo, es precisamente lo que se está enjuiciando”, ha dicho, apuntando que cuanto “más se adorna” desde lo político el caso, peor para Álvaro García Ortiz.

En su opinión, “los jueces se están acercando a la convicción de que las filtraciones o la información indebida no tiene que ser por un mensaje, puede ser primero de forma verbal para que coja vuelo y luego ya pasar los papeles”.

Cuestionado sobre la falta de Presupuestos Generales del Estado, García-Page ha sugerido ironizando que quizá “sea mejor no tenerlos a tenerlos con los peajes” de los independentistas, algo que sería “absurdo”.

En este contexto, ha retomado su propuesta de abrirse a la posibilidad de presupuestar al estilo de cómo lo hace la Comisión Europea, con unas cuentas plurianuales aprobadas al principio de cada legislatura que puedan ir modificándose año a año en asuntos puntuales.

En otro orden de cosas, ha sacado pecho por el consenso conseguido en su región entre PSOE y PP y que se suscitará este martes en la Cámara Baja, que debate la toma en consideración del nuevo Estatuto de la región para abrir el plazo de enmiendas.

García-Page ha apuntado que este nuevo Estatuto que arranca su periplo parlamentario en el Congreso “no se mete con nadie, no reclama competencias, no entra en controversias con otras autonomías”, una Carta Magna “milimetradamente leal a la Constitución, a su fondo y a su espíritu”.

La región “no quiere competencias para darse un gusto al cuerpo ni para presumir” y solo pretende dedicar sus esfuerzos a gestionar “sanidad, educación y servicios públicos”. “Si hablamos de eso, ¿no es lógico que no haya discusión? España es una nación que se organiza de forma descentralizada para gestionar servicios con 17 motores. Con las autonomías se evitó una fractura, que las históricas tuvieran unos derechos y el resto, otros. El escenario de solo autonomía, las nacionalidades históricas y el resto hacer cola en la Castellana hubiera sido enormemente grave”, ha defendido.

Para García-Page, las autonomías “defienden más la igualdad entre los españoles” que si esa igualdad tuviera que depender del gobierno de turno. “Tenemos más capacidad para hablar de igualdad en las autonomías ahora mismo que el margen de maniobra del Congreso cuando están pendientes del voto de cuatro independentistas”. Por eso, la región quiere “poner al día el Estatuto” desde la base del consenso, un consenso que era obligatorio antes de sumergirse en el proceso de reforma.