Prudencia en el PP sobre el inminente nombramiento de la nueva fiscal general del Estado, Teresa Peramato. “Cautela” es la palabra que usan en la dirección del PP ante la propuesta del Gobierno para suceder a Álvaro García Ortiz, condenado por el Tribunal Supremo por revelación de secretos en el caso de Alberto González Amador, pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid.
El secretario general del PP, Miguel Tellado, ha evitado dureza al valorar el nombramiento y, por el contrario, ha trasladado el foco hacia el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sobre sus intenciones respecto a la futura fiscal. “La clave es saber si Pedro Sánchez ha decidido renunciar a seguir politizando la Fiscalía General del Estado o seguirá utilizando esa institución en beneficio propio”, se ha preguntado. “Lo importante no es a quién nombra, sino quién lo nombra y si ha aprendido la lección tras la sentencia condenatoria del Tribunal Supremo” ha dicho.
De la misma manera, la portavoz del PP en el Congreso, Ester Muñoz, ha evitado apresurarse en su juicio sobre la nueva fiscal general, aunque sí cree que es “continuista”, por ser la “mano derecha” de la exfiscal Dolores Delgado. “La pregunta es si el presidente le pide que cometa delitos para atacar a rivales, sí también lo va a a hacer”, ha reflexionado en rueda de prensa.
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