La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo. En España, su prevalencia ha crecido en los últimos años, y actualmente el 2,3% de la población la padece, de acuerdo con la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV). La psoriasis tiene un importante componente genético, lo que significa que existe una predisposición hereditaria a desarrollar esta enfermedad. La doctora Libe Aspe, dermatóloga de la Unidad Capilar del Hospital Quirónsalud Vitoria, explica que la psoriasis está regulada inmunológicamente por los linfocitos T, células del sistema inmune, y puede manifestarse en distintos grados, afectando desde áreas localizadas hasta grandes partes del cuerpo.
Uno de los tipos más comunes de psoriasis es la psoriasis en el cuero cabelludo, una forma que afecta entre el 60% y 80% de los pacientes con esta enfermedad. Aunque no suele ser visible a simple vista, sus síntomas pueden impactar significativamente en la calidad de vida de quienes la padecen. La doctora Maribel Martínez, dermatóloga especialista en tricología, subraya la importancia de los factores externos que, junto con la predisposición genética, contribuyen a la aparición o empeoramiento de los síntomas. Entre ellos, el clima y el estrés son desencadenantes clave que pueden agravar esta dolencia.
¿Qué provoca la psoriasis en el cuero cabelludo?
La psoriasis es una enfermedad de origen autoinmune en la que el sistema inmunológico ataca las propias células del cuerpo, provocando inflamación y un crecimiento acelerado de las células de la piel. Este crecimiento descontrolado da lugar a placas rojas y escamas gruesas en diferentes áreas, siendo el cuero cabelludo una de las zonas más afectadas. “La psoriasis tiene un componente hereditario, y está regulada por células inmunológicas llamadas linfocitos T, las cuales desencadenan una reacción inflamatoria en la piel”, explica la doctora Aspe. Aunque su origen exacto aún no se comprende completamente, se sabe que existe una predisposición genética y que ciertos factores ambientales, como el clima frío, pueden desencadenar o empeorar los brotes.
Los pacientes con psoriasis suelen notar que sus síntomas mejoran en verano y empeoran en invierno, debido a que la exposición a la luz ultravioleta ayuda a modular la respuesta inmunitaria. Además del clima, factores como el sobrepeso, el tabaquismo, ciertas infecciones y algunos medicamentos pueden contribuir al desarrollo de brotes en personas predispuestas genéticamente.
¿Cómo saber si es psoriasis? Síntomas de la psoriasis capilar
Reconocer la psoriasis en el cuero cabelludo puede ser complicado, ya que sus síntomas pueden confundirse con otras afecciones como la caspa o la dermatitis seborreica. Sin embargo, existen algunos signos distintivos. La doctora Martínez señala que la psoriasis capilar suele manifestarse en forma de placas rojas cubiertas por escamas blanquecinas o plateadas en el cuero cabelludo. Estas placas suelen localizarse detrás de las orejas, en la línea de implantación del cabello y en la parte posterior de la cabeza como señala Libe Aspe. Además, las personas con psoriasis capilar suelen experimentar picor intenso y una sensación de tirantez en la piel de la zona afectada.
Es importante recordar que, aunque la psoriasis en el cuero cabelludo puede causar caída temporal del cabello en casos graves, esta caída no es permanente. La doctora Aspe aclara que lo normal es que el pelo se recupere una vez que disminuye la inflamación, aunque en casos extremos donde se generan infecciones o heridas profundas, la recuperación puede tardar más.
Tratamiento de la psoriasis en el cuero cabelludo
El tratamiento de la psoriasis en el cuero cabelludo se basa, principalmente, en el uso de productos tópicos. Dado que el cabello puede dificultar la aplicación de algunos medicamentos, se suelen emplear lociones, champús y geles específicos que permiten una aplicación cómoda y eficaz. “Para reducir la inflamación, se suelen usar corticoides tópicos, mientras que los queratolíticos ayudan a eliminar las escamas gruesas que produce la psoriasis”, explica la doctora Martínez. Estos tratamientos tópicos son el primer enfoque para controlar los síntomas, y se ajustan en función de la intensidad de la enfermedad y las necesidades de cada paciente.
Para los casos más graves o cuando los tratamientos tópicos no son suficientes, los médicos pueden recomendar el uso de fármacos orales o biológicos. Estos medicamentos actúan directamente sobre el sistema inmunitario y ofrecen un control efectivo de la psoriasis en aquellos pacientes que no responden a otros tratamientos. Los fármacos biológicos, que se administran de forma subcutánea, están reservados para los casos más graves, pues pueden controlar la enfermedad de manera eficaz y ayudar a reducir los brotes.
La doctora Aspe destaca la importancia de adaptar el tratamiento a cada paciente, ya que la psoriasis es una enfermedad cíclica que puede experimentar períodos de mejoría y empeoramiento. En ciertos momentos, los pacientes pueden hacer descansos en sus tratamientos y, en otros, necesitar una intervención más intensiva para controlar los síntomas.
En definitiva, aunque la psoriasis en el cuero cabelludo no tiene cura, su tratamiento permite a los pacientes llevar una vida plena. La predisposición genética juega un rol importante, pero el adecuado manejo de los factores externos y los tratamientos disponibles pueden mejorar notablemente la calidad de vida de quienes padecen esta enfermedad.