Uno de los grandes problemas de las relaciones modernas es el pocketing. Es un término que significa “guardar en el bolsillo” y que tiene que ver con ocultar a la pareja del círculo social y, en especial, de las redes sociales.
Al principio, puede ser considerado un gesto de discreción en la relación. Pero a la larga, este silencio en torno a la pareja en la vida real y digital puede convertirse en una incómoda y dolorosa situación. Descubre cómo identificarlo y cómo hablarlo con tu pareja de la mejor manera posible.
El pocketing, o cómo esconder a tu pareja de tu vida social y digital

Si bien no es un suceso nuevo, en la era de los smartphones y de las redes sociales, el pocketing afecta cada vez a más personas. Especialmente, si se tiene en cuenta que muchas personas hacen un uso diario o, al menos, constante de dichas redes.
Hay señales muy claras cuando este fenómeno, visto como una ocultación consciente y negativa, está sucediendo en una relación. Por ejemplo, que jamás publique o te mencione sobre ti o sobre la relación.
Además, los encuentros contigo (o lo que publica al estar a tu lado) siempre se dan en lugares con poca gente, o solo en ubicaciones íntimas. Con la gente también tiene que ver el no querer juntarte nunca con sus seres queridos, amigos y/o llevarte a eventos sociales. O bien, introducirte de manera ambigua.
Al darse estas acciones constantemente y en un largo periodo, durante muchos meses, no se trata tanto de discreción. Sino de un patrón de exclusión.
La psicología tras el pocketing, según profesionales como Lara Ferreiro, tiene que ver muchas veces con el miedo al compromiso o a que las cosas no funcionen.
También puede darse por la presión social o familiar en torno a la pareja, a la ausencia de responsabilidad afectiva en la educación e incluso, en el peor de los casos, una posible infidelidad (sucedida o por ocurrir).
Cómo abordar y superar esta situación con tu pareja

Este tipo de comportamiento puede llegar a causar un grave impacto emocional, como señala Ferreiro. Puede dañar la autoestima, menguar la confianza (en el otro y en uno/a mismo/a), generar ansiedad… Todo esto dificulta la construcción de una relación segura y sana.
Por ello, es muy importante detectar y reconocer cuando se está padeciendo pocketing. Entonces, se debe hablar del problema con comunicación asertiva y honesta.
Expresa cómo te sientes y permite que tu pareja se exprese. Si no lo hace o se pone a la defensiva, es probable que el problema sea su falta de madurez o de compromiso.
En la conversación, trata también de decir lo que aceptas y lo que no. Por ejemplo, si te gustaría que compartiera al menos una foto contigo en tu cumpleaños u otra ocasión especial, puedes pedírselo y explicarle por qué es importante para ti.
Si no acepta ninguna concesión, y no existe ningún tipo de transparencia, puede ser el momento de tomar algunas decisiones.
En el caso de que siga la inseguridad, no exista ningún cambio por su parte, y te haga dudar de ti y de tu valor personal… La red flag no puede ser más grande, y probablemente tu relación no será ni duradera, ni sana.
Si necesitas apoyo en el proceso, no dudes en contactar con un profesional de la salud mental. Y termina dándote el valor que te mereces, sin ser la sombra de nadie.


