LAS MÉDULAS

El paisaje que crearon los romanos para buscar oro, que parece de otro planeta y tiene los colores del frío

Conoce la magia de Las Médulas en invierno. Guía completa para recorrer la Senda de las Valiñas y llegar al Mirador de Orellán

Las Médulas con nieve
Fogar Mozárabe

En El Bierzo, en León, ingeniería romana y naturaleza han forjado uno de los paisajes más bonitos de toda la Península Ibérica. Se trata de Las Médulas, la mayor mina de oro a cielo abierto de todo el Imperio Romano.

Se trata de un lugar espectacular, cuya visita vale la pena en cualquier momento del año. Pero en invierno, este paraje adquiere un aire aún más especial. Entre hojas caídas, brumas matinales y los contrastes de los colores de la vegetación infernal y el de la arcilla, la visita se convierte en casi obligatoria.

La Senda de las Valiñas, el corazón de las minas de Las Médulas

Si hay una manera por excelencia de conocer esta obra romana, es a través de la llamada Senda de las Valiñas.

Consiste en una ruta circular de unos 4 kilómetros, con muy poco desnivel, por lo que se puede ir disfrutando del paisaje tranquilamente e incluso en familia. El camino inicia y acaba en el Centro de Recepción de Visitantes de Las Médulas, la localidad (perteneciente a Carucedo) que da nombre al lugar.

Basta con andar un poco para empezar a ver los castaños, cuyos troncos retorcidos y sus hojas por el suelo en invierno dejan una magnífica postal. Pero, sin duda alguna, los dos grandes hitos de la ruta son La Cuevona y La Encantada.

La primera es una cavidad gigantesca, excavada por los romanos con la fuerza del agua en su búsqueda del oro. La siguiente se halla muy cerca de La Cuevona, perforada con una técnica similar y con una entrada que parece triangular.

La humedad invernal hace que el color rojizo de la arcilla del lugar se vuelva aún más intenso, creando contrastes con los demás colores. Y donde hay humedad, hay agua, por lo que es recomendable acudir con calzado impermeable para no resbalar con la lluvia o las heladas.

La mejor vista, desde el Mirador de Orellán

El Mirador de Orellán en Las Médulas
Turismo León

Las Valiñas recorren el corazón de Las Médulas. Y el Mirador de Orellán, es la “cabeza” que permite ver todo el complejo arqueológico y sus alrededores en una mirada inolvidable.

La escarcha o incluso la nieve cubren el terreno en estas fechas, dejando una imagen única y casi de otro planeta. Pero no, resulta que es una estampa de uno de los rincones más bonitos de nuestro país.

Para llegar a este mirador, existen dos opciones. Una es a pie, siguiendo las rutas de senderismo y llegando a la Senda Perimetral que alcanza su cima. Algo dura, pero nada excesivamente difícil.

La otra posibilidad pasa por conducir hasta Orellán, y seguir las indicaciones del pueblo que llevan al mirador. Estas llevan a un aparcamiento, y de ahí hay que andar por un camino asfaltado. El mirador está a menos de 800 metros desde el parking.

Además de disfrutar del Mirador de Orellán, recuerda no olvidar la visita a la Galería. Es una de las galerías de conducción de agua del lugar, que en invierno, concede una experiencia única al visitante.

Como consejos finales, recuerda ir bien abrigado o abrigada si acudes en invierno a Las Médulas.

Asimismo, ten en cuenta que la mejor hora para sacar las mejores fotografías, por el juego de luces y sombras con las montañas rojas, es entre las 15:30 y 17:30 horas de la tarde.

No dudes en conectar con una parte de la historia y de la naturaleza de El Bierzo en las próximas semanas. La experiencia será difícil de superar.

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