Con la primavera en su punto álgido, el firmamento nos invita a contemplar un fenómeno cargado de simbolismo y belleza: la llamada Luna de las Flores. Este plenilunio, que alcanzará su punto máximo el 12 de mayo de 2025 a las 18:56 (hora peninsular), se producirá mientras el satélite natural de la Tierra cruza la constelación de Libra, según datos de Meteopedia y ElTiempo.es.
Aunque técnicamente no será una superluna ni coincidirá con ningún eclipse, la Luna llena de mayo se presenta como una oportunidad única para reconectar con los ritmos de la naturaleza y sus antiguas tradiciones. Desde StarWalk, plataforma especializada en astronomía, destacan el fuerte valor cultural y simbólico que rodea a este fenómeno lunar.
Raíces ancestrales: el origen del nombre “Luna de las Flores”
El nombre de esta Luna no responde a casualidades astronómicas, sino a una sabiduría ancestral. Pueblos indígenas como los algonquinos, originarios de América del Norte, bautizaban cada luna llena según los cambios más notorios en la naturaleza. En el caso de mayo, el estallido de flores silvestres en campos y bosques daba nombre a este plenilunio: un homenaje al ciclo vital que renace con fuerza en primavera.
Para estas culturas, la Luna de las Flores era mucho más que un fenómeno astronómico: anunciaba el momento de sembrar, de celebrar en comunidad, de iniciar nuevos ciclos. Cada luna llena actuaba como un marcador del calendario natural, cargado de significado espiritual y práctico.
El mejor momento para observarla
Aunque el plenilunio se producirá a media tarde, el instante más mágico para disfrutarla será al anochecer. Cuando la Luna aparezca por el horizonte este, su luz pasará a través de una mayor cantidad de atmósfera, generando un efecto visual que la hará lucir más grande, con tonos cálidos como el dorado o el naranja. Este fenómeno óptico, aunque no implica un cambio en su tamaño real, crea una sensación de cercanía y espectacularidad.
Para una experiencia más intensa, se recomienda buscar un lugar elevado, sin obstáculos y libre de contaminación lumínica, idealmente con vistas despejadas hacia el este. No es necesario contar con telescopios ni cámaras avanzadas: basta con mirar al cielo y dejarse asombrar por la belleza natural del momento.
Mayo, un mes repleto de citas astronómicas
La Luna de las Flores será solo una de las muchas maravillas que mayo ofrecerá a los amantes del cielo. El mes estará salpicado de eventos celestes destacados, como la lluvia de meteoros Eta Acuáridas, visible alrededor del 6 de mayo, la ocultación de la estrella Antares durante la noche del 14 de mayo, y la oposición de Vesta, uno de los asteroides más brillantes y fáciles de observar desde la Tierra.
Así, mayo no solo se confirma como el mes del florecimiento en la Tierra, sino también como una auténtica fiesta astronómica en el cielo. La Luna de las Flores es su estrella más simbólica, recordándonos, desde lo alto, que cada estación tiene su propio lenguaje y sus propios rituales.