El mar se llevó la vida de siete personas este miércoles en el puerto de La Restinga, en la isla de El Hierro. El cayuco en el que viajaban 152 migrantes volcó mientras atracaba en el muelle. Las víctimas son cuatro mujeres adultas y tres niñas de entre cuatro y 16 años. El balance provisional incluye, además, tres menores en estado grave evacuados en helicóptero a Tenerife y otros tres menores ingresados en el Hospital Virgen de los Reyes, en El Hierro, con pronóstico menos grave.
En el cayuco, que partió hace cinco días de Nuakchot, Mauritania, viajaban también 45 mujeres, una cifra inusual en esta ruta migratoria, y personas procedentes de Mali, Guinea Conakry, Senegal y Mauritania. Según los primeros datos, la embarcación navegaba desde África en condiciones extremas y llegó hasta aguas del puerto herreño escoltada por Salvamento Marítimo.
El siniestro se produjo a las 9:30 de la mañana, en el momento más delicado del rescate: el transbordo de los ocupantes desde el cayuco a la embarcación de Salvamento para su desembarco en tierra. Según los testimonios recogidos en el puerto, varias personas intentaron subir a la vez al buque de rescate, lo que provocó el escoramiento del cayuco y su posterior vuelco. En cuestión de segundos, la embarcación quedó semihundida y decenas de personas cayeron al agua. Entre ellas, mujeres, niños, niñas y bebés.
La escena en el puerto fue de máxima tensión. Personal de Salvamento Marítimo, Cruz Roja, Guardia Civil, Policía Nacional, pescadores locales y miembros de los clubes de buceo de El Hierro se lanzaron al mar para rescatar a los ocupantes. Iñaki, un joven marinero herreño, fue uno de los primeros en saltar al agua. Según una testigo, “bajó hasta dentro del cayuco para buscar si había alguna persona atrapada en los habitáculos”. Las imágenes del rescate muestran a vecinos de la isla sumergiéndose sin dudarlo, dejando a un lado cualquier temor para intentar salvar vidas.
Los trabajos de rescate se prolongaron durante toda la mañana. Mientras Salvamento lanzaba salvavidas, el cayuco quedó volcado en el agua y la incertidumbre creció al desconocerse cuántas personas podían seguir atrapadas en su interior. Al girar la embarcación para buscar posibles supervivientes, emergieron los cuerpos sin vida de las siete víctimas: cuatro mujeres y tres niñas.
El delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, ha recordado que el momento del trasbordo es siempre el más arriesgado, especialmente cuando las embarcaciones llegan sobrecargadas y con sus ocupantes exhaustos tras largas travesías. “Muchos llegan agarrotados, sin fuerzas, y si el rescate no es inmediato, pueden hundirse en segundos”, señaló.
La tragedia ha conmocionado a toda la isla de El Hierro. El presidente del Cabildo, Alpidio Armas, ha convocado para la mañana del jueves una junta de portavoces para decretar dos días de luto oficial. En el comunicado difundido por la institución, se lamenta “este terrible suceso migratorio que nos ha golpeado tan de cerca, una nueva tragedia humanitaria en el puerto de La Restinga”. Se invita a otras instituciones públicas a sumarse a la declaración de duelo.
Durante toda la tarde, los equipos de rescate han continuado las labores de rastreo en el puerto para descartar más víctimas. A la hora de redactar esta crónica todavía están trabajando en el muelle las asistencias de emergencia, la policía y los voluntarios de Cruz Roja. Se espera que durante las próximas horas las personas adultas desembarcadas sean trasladadas al CATE de San Andrés y los menores solos ingresarán en los recursos habilitados para atender a los niños y las niñas migrantes.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, expresó en su cuenta de X que “el drama vivido en El Hierro debería conmovernos a todos. Vidas perdidas en un intento desesperado de encontrar un futuro mejor”. La ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, desplazada a la isla tras la tragedia, subrayó que este naufragio evidencia la necesidad de “una política migratoria diferente en la UE, que garantice vías legales y seguras para que las personas no tengan que jugarse la vida para llegar a ningún territorio”.
El naufragio del cayuco en La Restinga, en el puerto de El Hierro, deja una nueva herida abierta en la ruta atlántica. La tragedia vuelve a poner rostro humano al drama migratorio que, día tras día, sacude las costas canarias.