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Phil González
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‘Sleepmaxxing’: las fórmulas milagrosas (y peligrosas) para quedarse dormido que pululan en redes sociales

Un hombre durmiendo.
Chat GPT/Artículo14

Dormir adecuadamente ofrece el carburante necesario para afrontar el día siguiente, mejora nuestro estado de ánimo, reduce el estrés y facilita, entre otras cosas, la toma de decisiones. Sin embargo, dormir, esa actividad saludable que parecía ajena a la moda y al postureo, se ha convertido también en un nuevo fenómeno viral entre nuestros hijos.

Estudios recientes lo confirman: cada hora pasada con el móvil en la cama nos roba preciados minutos y aumenta, por lo tanto, el riesgo de insomnio. Algunos especialistas apuntan a que es la propia estimulación por el brillo de las luces la que puede dejarnos en vela, otros lo atribuyen al impacto emocional que conlleva. O sea, que no sería tanto por la excitación física de nuestros globos oculares, sino por los contenidos aterrantes que se exhiben por las pantallas de nuestros móviles.

El enganche a deshoras a las plataformas sociales activa la mente justo cuando debería ir pasando al modo ahorro y apagarse lentamente. Dormir hoy ya no es solo tumbarse, sino evitar caer en la tentación de quedarse atrapado entre dos memes.

Para contrarrestar los efectos de esas prácticas generalizadas, aparece, como por arte y magia, el sleepmaxxing, que ya crea escuela. Tras el boom experimentado estos últimos años en casi todas las facetas del cuidado del cuerpo y de la mente a través de distintas dietas, nuevas formas de practicar deportes o ejercicios espirituales, el arte de descansar está de moda en redes. Aporta toda una serie de consejos con apelativo anglosajón como pueden ser el mouth taping o la red light therapy, unos términos dignos del cuaderno modernizado de una malvada hechicera. Algunos usuarios incluso aconsejan columpiarse colgado del cuello, en busca de una armonía cervical, con más peligros que beneficios. Veamos cuáles son esos polémicos remedios del reposo en su versión más 2.0.

‘Mouth taping’ y otras alquimias nasales

El mouth taping, más que una terapia de grupo de jóvenes activistas, parece ser el fruto de un diseñador vanguardista. Seguro que ya habréis visto decenas de vídeos de gente pegándose la boca como si fueran raptados. Con la ayuda de una cinta aislante se fuerzan a ejercer la respiración a través de sus fosas nasales.

Se dice que la respiración bucal nocturna puede causar problemas dentales, faciales y de comportamiento, mientras que la nasal permite filtrar el aire, fortalecer el sistema inmunológico y ayudar a oxigenar mejor la sangre. Aun así, no hay evidencia de que mejore el sueño. Por el contrario, sí la hay de que pueda generar sensación de asfixia, ansiedad y provocar pesadillas con eso. De hecho, ese rito podría ser potencialmente nefasto para personas con afecciones como la apnea del sueño.

Un hombre mira la pantalla de su teléfono móvil.
Chat GPT/Artículo14

Terapia de la luz roja

Entre los trucos que circulan en las plataformas sociales está también la terapia de la luz roja. Se trata de usar lámparas de baja intensidad y de color rojo para ir preparando el cuerpo antes de quedarse traspuesto. En teoría suena bastante convincente, ya que contrarresta el efecto de la luz azul de las pantallas a la vez que favorece la producción de la hormona del sueño conocida como melatonina.

Algunos usuarios aseguran que les funciona y varios estudios apuntarían a que tiene un efecto relajante. Pero la evidencia científica es aún limitada y los especialistas recurren a las obviedades. Para dormir, nada mejor que tener buenos hábitos, ciclos vitales y conseguir la mayor oscuridad posible.

Técnicas militares versión comando

Seguramente te hayas topado con la llamada box breathing, un método popularizado por los Navy SEALs (o comandos del ejército americano) que consiste en respirar siguiendo un cuadrado imaginario: inspirar durante cuatro segundos, retener otros cuatro, exhalar cuatro más y mantener los pulmones vacíos otros cuatro.

En su origen, era una técnica militar para domar el estrés en situaciones extremas y conseguir descansar en cualquier momento. La respiración pautada es, sin lugar a dudas, un arma real para calmar la ansiedad, pero tampoco es un conjuro mágico y puede resultar más un reel de postureo que un consejo con base científica.

Dormir colgados del cuello

Una de las prácticas más inquietantes vista en redes es la llamada neck hanging o neck hammock. El neck hammock es una hamaca de cuello de uso medical que requiere supervisión fisioterápica. La habréis visto “en el fisio” y favorece la tracción cervical tirando suavemente la cabeza hacia arriba y descomprime la zona cervical. En la práctica, disminuye dolores, aumenta el flujo sanguíneo y aumenta la movilidad de hombros y cuello, pero algunos peligrosos gurús digitales la han transformado en un improvisado columpio que llegan a denominar como la fórmula secreta del sueño.

Podéis imaginar lo peligroso del invento hasta rozar incluso lo macabro. Basta con utilizar una versión casera de la hamaca de cuello o de un mal gesto para que el descanso acabe siendo eterno.

Otros ‘tips’ peligrosos en TikTok

En TikTok (y en Instagram también) no encontramos solo estas prácticas dudosas para encontrar el descanso, sino todo tipo de falacias. La más famosa, y “bloqueada” recientemente por la propia aplicación china, es el #skinnytok, la etiqueta que glorifica la extrema delgadez y otras dietas como “los tres bocados” o la dieta de princesa.

Todas estas experiencias conducen habitualmente a un único resultado: déficits nutricionales, trastornos alimentarios, sensación de culpa y todo tipo de ansiedades. Unas dietas milagrosas que no son sostenibles y suponen importantes riesgos metabólicos y psicológicos entre los más jóvenes.

Lo que de verdad funciona

En medio de tanto ruido digital y remedios milagrosos, lo cierto es que dormir adecuadamente sigue dependiendo, desde hace siglos, de lo más simple.

Como en muchas otras facetas de nuestras vidas, la constancia es la que prima. Acostarse y levantarse a la misma hora, adoptar un ritmo de ciclos habituales (incluso en fines de semana) es más eficiente que todos esos hacks virales. Practicar ejercicio y deporte, tener buenas costumbres alimentarias y rutinas antes de acostarse, apagar pantallas con cierto margen o mantener el dormitorio fresquito, son pequeños gestos que pesan más que una molesta cinta tapando los labios. Por mucho que lo haya aconsejado la influencer de turno.

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