Giada Zanola: no era un suicidio, era un caso de violencia de género

La pareja de una joven italiana de 33 años intentó convencer a las autoridades de que se había quitado la vida, pero él la había empujado

Montaje de varias fotos de la víctima y su pareja
Giada Zanola fue asesinada por su pareja que intentó hacerlo pasar por suicidio Redes sociales

Giada Zanola, joven de 33 años, no se había tirado desde el paso elevado a la carretera, 15 metros de altura, voluntariamente. Fue asesinada en la periferia de Padua, en Italia, a manos de su pareja, Andrea Favaro, camionero de 39 años, que inicialmente había declarado otra versión. Durante la noche, en el interrogatorio, lo que él había hecho pasar como un suicidio se rebeló como un caso de violencia de género. Confesó al fiscal la dinámica de lo sucedido y ahora ha sido detenido acusado de homicidio voluntario.

La pareja tenía en común un hijo de 3 años y, según relata la prensa italiana, se encontraba en crisis. No se conoce, sin embargo, si la joven habría puesto una denuncia previa o se encontraba en un programa de protección, pero la policía ha reconstruido las horas previas al asesinato y ha encontrado elementos suficientes para pedir la acusación de homicidio voluntario.

La reconstrucción de lo ocurrido apunta a que ambos se encontraban en ese paso elevado discutiendo y que Andrea Favaro habría empujado al vacío a la víctima, que fue encontrada muerta al alba del miércoles. En esa caída varios coches, en circulación en la autovía en ese momento, habrían podido evitar el cuerpo, pero, poco después, la joven fue atropellada mortalmente por un camión, según recoge la prensa transalpina. Favero habría intentado hacer pasar la hipótesis del suicidio volviendo a casa con el hijo de 3 años tras el presunto asesinato. Incluso enviando mensajes a la víctima esa misma mañana: “¿Has ido a trabajar? Ni tan siquiera te has despedido”. Sin embargo, en el interrogatorio, cedió casi de inmediato, según ha trascendido y así lo delataban también las cámaras de vigilancia.

El fiscal Giorgio Falcone ha conseguido reconstruir los últimos meses de Giada Zanola donde ella quería dejarlo y él no lo aceptaba, tratándola mal continuamente. Algunos amigos de la joven han confesado a televisiones italianas que ella tenía miedo de él y su violencia. En estos casos, como explica para Artículo14 Maria Pia Turiello, criminóloga forense experta en violencia de género, se demuestra de algún modo una premeditación porque “hacen creer que ella tenía problemas o que se sentía en culpa por un determinado comportamiento y que por eso decide suicidarse, se usa como coartada”. En realidad, como explica ella, parece que las evidencias hablan de un caso donde el hombre era especialmente celoso y violento y no aceptaba las negativas de la víctima.

De actualidad otro caso de 2021

Esta semana, la Fiscalía de Bolonia acaba de cerrar la investigación de la muerte de una mujer de 59 años en septiembre de 2021. No fue muerte natural, ni suicidio, sino un caso más de violencia de género. El acusado es un hombre de 53 años pareja de la víctima en aquel momento que, según la reconstrucción, habría terminado con su vida porque la consideraba un obstáculo para vivir una relación con otra mujer, según la Agencia italiana de noticias ANSA.

Las omisiones y declaraciones hechas por el investigado habían hecho pensar a la acusación que su versión no coincidía. Cuando hace 3 años llamó a los servicios de emergencia diciendo que había encontrado a la mujer muerta refirió, por ejemplo, un cinturón en el cuello con el que había sido encontrada la víctima, pero cuando llegaron los servicios de emergencia el cinturón ya no estaba allí y tuvo que enseñarlo él mismo. La reconstrucción final de los investigadores es que la mujer murió asesinada por violencia de género tras haber ingerido a la fuerza fármacos para luego ser estrangulada.

30 mujeres asesinadas en los que va de año en Italia

Son 30 las mujeres asesinadas en Italia en el ámbito afectivo desde inicio de año en Italia, 18 de ellas a manos de su pareja o ex pareja, según datos del Ministerio del Interior. En todo el año anterior se registraron 120 feminicidios en el país. A pesar de que hace unos meses se reforzaron las leyes de violencia de género, existe aún un gran problema estructural, especialmente en la especialización de los lugares donde las mujeres denuncian y de los magistrados. De hecho es habitual encontrar en la prensa artículos en los que se las victimiza directamente por sus hábitos o su estilo de vida, se justifica lo ocurrido por los celos del hombre o se dan datos sobre su vida privada que terminan generando victimización secundaria.

Otro caso: esta vez fue un suicidio tras una violencia sexual

Esta semana otro caso, del que se tienen aún pocos datos, ha conmocionado al país transalpino. Una joven italiana de solo 22 años se ha suicidado en las últimas horas desde el hospital de Vizzolo Predabissi en el que se encontraba ingresada en ginecología. Solo 24 horas antes la víctima había denunciado una violación dentro del propio hospital, por parte de un joven de 28 años ucraniano entre la noche de lunes y martes. Esa misma mañana, tras las primeras investigaciones el joven ya había sido detenido acusado de violación. Ahora la investigación se centra en encontrar los sospechosos vínculos entre lo ocurrido a la víctima y la decisión de terminar con su vida.

El hombre habría sido llevado al hospital aquella noche por el alto consumo de drogas y alcohol. Tras lo ocurrido, ella misma pidió ayuda y las enfermeras llamaron a la policía. La joven pidió que no le dieran el alta y poder acceder a una casa protegida para víctimas de violencia de género, hablando incluso de otras agresiones de este tipo en el ámbito familiar.

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