Noches del Botánico

Eclesiastés electrónicos: Parov Stelar deslumbra en las Noches del Botánico

El festival del Jardín Botánico se rindió ante el conjuro sonoro de Parov Stelar, que combinó swing clásico y electrónica de vanguardia en una velada que fundió generaciones y tiempos musicales en un solo latido

Parov Stelar en las Noches del Botánico
©FerGonzalez

Cuando uno acude a un concierto de Parov Stelar espera escuchar cuando menos algunos de esos grandes clásicos del electro swing que nos han hecho vibrar tan fuertemente a base de melodías pegadizas, ritmos contagiosos y bailables que se pueden escuchar una y otra vez y que no aburren. Un músico que constituye una fuente inagotable de originalidad, de música que anima y pone de buen humor.

Este 8 de julio, la banda comandada por el músico, productor y dj austriaco paraba en Madrid, en las Noches del Botánico. La propuesta consiste esencialmente en los temas más modernos, de los últimos discos, más fáciles de trasladar a un escenario con público en frente, más adaptados para los tres músicos de viento que disfrutan como niños tocando y se afanan por mostrarlo. Y con un toque más electrónico también.

El deseo inicial de escuchar los discos más viejos se desvanece según toma forma el show y se ve el buen hacer de los músicos sobre el escenario. El sonido es excelso y el espectáculo, notable.

El público, senior y veterano, pero no por eso menos bailongo, está totalmente entregado. Como expectante por saber cuál sería el siguiente tema en sonar, como quien sabe que se avecina algo nuevo. La grada vibra con cada canción. No es habitual encontrar tanto movimiento del público en una grada. Y aquí los asistentes saltaban, gritaban, cantaban, alzaban sus brazos. Como si estuvieran en pista. Los acordes del viejo swing sí terminan apareciendo en temas como Booty Swing o All night long, entre otros.

Metales brillantes y bases electrónicas

A partir de ahí, la noche se convirtió en un ritual colectivo donde lo vintage se besó con lo futurista. El cielo de Madrid se encendió al compás de los metales brillantes y las bases electrónicas que definieron el sello de Parov Stelar desde sus inicios. Con una maestría escénica incontestable, el artista austriaco tejió un espectáculo de pulsiones rítmicas y estéticas cuidadas, fiel a su estilo pero en continua reinvención.

Los temas más recientes, que dominaron el repertorio, mostraron una clara voluntad de adaptación al directo: composiciones más sintéticas, pensadas para las posibilidades del formato actual, que permitieron lucirse a los tres músicos de viento en escena, todos ellos entregados, juguetones y comunicativos. El protagonismo de estos instrumentos no fue accesorio: encarnaron esa nostalgia sofisticada del swing, revisitada con beats contemporáneos que arrancaron al público suspiros y gritos de euforia.

Parov Stelar: swing, electrónica y elegancia en Noches del Botánico
Parov Stelar: swing, electrónica y elegancia en Noches del Botánico. Foto: Fer González

El Jardín Botánico de Madrid

El Real Jardín Botánico de Madrid, ese espacio que por su arquitectura vegetal y acústica delicada invita a la contemplación, se transformó en una pista de baile elevada. La vibración del público, inusualmente participativo incluso desde la grada, aportó una electricidad especial a la noche. Cuando sonaron los himnos, las expectativas nostálgicas encontraron su clímax. Pero lejos de parecer un regreso al pasado, fue un momento de renovación: esos viejos temas aparecieron frescos, reconfigurados por la vitalidad escénica del grupo y por el entusiasmo que emanaba desde cada rincón del recinto.

Parov Stelar volvió a demostrar por qué es uno de los arquitectos más singulares del sonido europeo de este siglo. Su mezcla precisa de retro y futuro, de swing y electrónica, de pulso club y evocación jazzística, encuentra en el directo un terreno fértil que no conoce fronteras generacionales. El artista no ofrece simplemente un espectáculo: brinda una vivencia, una travesía por el tiempo que se baila, se canta y se recuerda.

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