Terminó Cannes 2025. Una edición marcada por la resistencia, el cine español y la mirada femenina
El 78º Festival de Cannes cerró sus puertas con un potente mensaje político y emocional, reafirmando su papel como escaparate de las emociones humanas y las tensiones sociales. La Palma de Oro fue otorgada a It Was Just an Accident, una impactante obra del cineasta iraní Jafar Panahi, que fusiona humor absurdo, denuncia social y humanidad desgarradora. Más allá de este triunfo, Cannes 2025 estuvo marcado por una notable presencia del cine español, una sólida participación femenina y un palmarés que refleja la diversidad artística y geográfica del cine contemporáneo.
Jafar Panahi y una Palma de Oro cargada de significado
Panahi, quien ha vivido bajo represión y censura durante más de una década en Irán, presentó una película que nace directamente de su experiencia como preso político. It Was Just an Accident narra la historia de cinco personajes que creen haber encontrado al fiscal que los torturó en prisión. Sin embargo, todos estaban vendados durante su detención, por lo que no hay certeza de su identidad. La tensión narrativa se enriquece con toques de humor negro y una crítica frontal al aparato represivo del régimen iraní.
Al recibir el premio, Panahi agradeció a su familia por el apoyo incondicional y pidió unidad entre los iraníes dentro y fuera del país: “Es el momento de dejar las diferencias. Lo más importante es la libertad de nuestro país.” El reconocimiento no sólo valida el talento de Panahi, sino que también visibiliza la difícil situación de muchos artistas que siguen creando bajo la amenaza del castigo.
Esta victoria representa la primera Palma de Oro para una película iraní desde El sabor de las cerezas de Abbas Kiarostami en 1997, y consolida a NEON —la distribuidora estadounidense detrás del filme— como una fuerza dominante en Cannes.
NEON: Seis Palmas consecutivas y una fórmula infalible
Desde 2019, cuando Parásitos de Bong Joon-ho marcó un hito histórico, NEON ha mantenido una racha ganadora sin precedentes. Le siguieron títulos como Titane, Triangle of Sadness, Anatomía de una caída, Anora y ahora It Was Just an Accident. Su capacidad para identificar obras potentes, transgresoras y emocionalmente impactantes la ha convertido en una especie de brújula de las necesidades de la audiencia.
Este año, además de la Palma de Oro, NEON se alzó con el Gran Premio del Jurado gracias a Sentimental Value de Joachim Trier, y el Premio del Jurado con Un Poeta del colombiano Simón Mesa Soto. También sumó los galardones a Mejor Dirección y Mejor Actor para El agente secreto, thriller político del brasileño Kleber Mendonça Filho. Una estrategia de adquisiciones precisa, que apuesta por la calidad artística y la resonancia temática, le ha garantizado a NEON el dominio de la temporada de premios.
España vibra en Cannes con “Sirât” y Carla Simón
El cine español no se quedó atrás en esta edición. Sirât, dirigida por Oliver Laxe, compartió el Premio del Jurado con la alemana Sound of Falling, posicionándose como una de las películas más aclamadas del festival. La cinta narra el viaje espiritual de un padre (Sergi López) y su hijo (Bruno Núñez) en busca de Mar, la hija y hermana desaparecida tras asistir a una rave en el sur de Marruecos. La historia transcurre en medio del desierto, entre beats electrónicos y silencios profundos, en una exploración conmovedora sobre la pérdida, la fe y la reconciliación.
El filme también se llevó el Premio Cannes Soundtrack a la Mejor Banda Sonora, gracias a la inmersiva música del compositor francés Kangding Ray. Sirât fue rodada entre Aragón y Marruecos, y es una coproducción entre España y Francia, con participación de Movistar Plus+, El Deseo (de los hermanos Almodóvar), Uri Films y Filmes da Ermida. Su estreno en cines españoles está previsto para el 6 de junio.
Además, Carla Simón, ganadora del Oso de Oro en Berlín en 2022, presentó Romería, una introspectiva historia ambientada en Galicia, que si bien no obtuvo premios oficiales, fue ampliamente elogiada por su tratamiento poético y su mirada íntima hacia las tradiciones rurales y el papel de la mujer dentro de ellas.
Las mujeres en el centro del relato
La Palma de Oro no recayó en ninguna directora este año, sin embargo las mujeres tuvieron una presencia destacada tanto dentro como fuera de la pantalla. El jurado estuvo presidido por Juliette Binoche y contó con figuras como Halle Berry, Alba Rohrwacher y la directora mexicana Lila Avilés. Las decisiones del jurado reflejaron un enfoque equitativo, premiando obras con una mirada crítica y profunda sobre las estructuras de poder, la familia y el cuerpo.
Una de las sorpresas más gratas fue Las Golondrinas Rojas, de la directora india Anjali Menon, que recibió una mención especial del jurado por su retrato multigeneracional de mujeres en Kerala enfrentando los desafíos del patriarcado y la diáspora. Por otro lado, Solamente Ella, drama argentino dirigido por Celina Murga, fue galardonado en Un Certain Regard por su narrativa honesta sobre la maternidad, el aborto y la autonomía femenina.
La consolidación de autoras como Carla Simón, Laxe (cuyo cine dialoga profundamente con lo femenino), y nuevas voces como Menon y Murga, refleja el giro progresivo que está viviendo el cine internacional.
Un festival sin unanimidad, pero con abundante riqueza
A diferencia de otras ediciones, no hubo una película que se impusiera con claridad como favorita de crítica y público. El palmarés, equilibrado pero sorpresivo, demostró la diversidad estética y política del cine actual. Títulos como Resurrection del chino Bi Gan, El agente secreto de Mendonça Filho y Sentimental Value de Trier dividieron opiniones, pero enriquecieron el debate.
El jurado apostó por reconocer obras tanto vanguardistas como más narrativas, permitiendo la convivencia de filmes de denuncia, historias íntimas y experimentaciones formales. Esta amplitud de criterio habla de una edición plural, que se aleja de tendencias unívocas y abraza la complejidad de nuestro tiempo. Si hubiera que ponerle un único ‘pero’ al festival, sería la obsesión por controlar el cuerpo femenino sobre la alfombra roja.
España como faro emocional y estético
El reconocimiento a Sirât confirma el excelente momento del cine español. Laxe, con su estilo sobrio y espiritual, consolida una voz única en el panorama internacional. Su manera de abordar el duelo, la masculinidad y la conexión con la naturaleza, sin recurrir a artificios, lo convierte en uno de los autores más interesantes de Europa. Por su parte, Carla Simón y otros cineastas emergentes ofrecen narrativas profundamente humanas, arraigadas en lo local pero con resonancia universal.
España no solo llevó películas a competición, sino que marcó el pulso emocional de Cannes. Desde el desierto marroquí hasta los montes gallegos, el cine español mostró que es posible conmover sin estridencias y hacer política desde lo íntimo.
Cannes 2025 quedará en la memoria como una edición donde el arte y la resistencia caminaron de la mano. La victoria de Panahi es tanto un logro cinematográfico como un acto de libertad. La presencia española confirma un momento de madurez creativa, mientras que las mujeres —como autoras, protagonistas y jurado— continuaron reconfigurando el mapa del cine.