En realidad su nombre completo era María Mayor Fernández de Cámara y Pita, pero se le conoce por María Pita. Nació en Sigrás, una aldea de A Coruña en 1560. Su familia era una familia sencilla, modesta. El único ingreso que había en el hogar era un negocio familiar en el que trabajaban los padres de María: una pequeña tienda en A Coruña.
La desdicha de María Pita
Con 21 años (1581) Pita se casó y tuvo una hija por primera vez con un vecino que trabajaba como labrador en la aldea: Juan Alonso de Rois. Su economía mejoró relativamente, pues su marido contaba con algo más de fortuna. El sustento de las mujeres y los hijos en esta época, dependían de manera directa del hombre.
La buena suerte de la familia se acabaría pronto, Juan Alonso fallecería en 1587. Lo que María no sabía es que tendría que vivir esta situación en tres ocasiones más.
Pronto volvió a contraer matrimonio con Gregorio Rocamonde en 1589, aunque este matrimonio sería aún más fugaz que el anterior. Los ingleses lo matarían durante el asedio inglés en A Coruña. De este asesinato nacería una heroína.
Eran años en los que el ejército inglés luchaba con fuerza y perseverancia contra los coruñeses. Isabel I regentaba la corona y la relación con Felipe II se sabía que no era del todo buena. Esta mala relación por supuesto que se trasladaba a los ejércitos de ambos reinos.
A Isabel I no le sentó demasiado bien la anexión del trono portugués a España en 1581, ni otras muchas cuestiones como la religión. Isabel I se asentó como reina protestante y Felipe II como rey católico.
María Pita defiende su ciudad natal
Cuando María Pita se enteró de que Gregorio Rocamonde había sido asesinado, llena de rabia y furia se abalanzó sobre los ingleses al grito de: ‘Quen teña honra, que me siga’. Logró arrebatarle la lanza a uno de ellos y clavársela en el pecho a un oficial inglés. Se cree que el oficial al que le clavó la lanza era el hermano pequeño de Francis Drake. Esta escena pudieron verla todos los vecinos, que les motivó a seguir su ejemplo y lograr que él enemigo se replegara y abandonara A Coruña.

Francis Drake fue una figura muy relevante en el reinado de Isabel I. Fue un fiel corsario y explorador de la corona inglesa, se cree que podría ser el mayor enemigo de Felipe II, después de Isabel I. La aldea conmemoró y festejó el acto de Pita, pero ella volvía a estar viuda y con una boca que alimentar.
Se casó hasta en dos ocasiones más con Sancho de Arratía y en 1598 con Gil Bermúdez de Figueroa. Con este último tuvo dos hijos más, era un escudero de la Real Audiencia. Figueroa dejó por escrito que si su mujer quería disfrutar de sus bienes acumulados el día que falleciera, no podría casarse con nadie más o perdería el privilegio. Así fue como él se convirtió en el cuarto y último hombre en hacerla viuda.
Las memorias de la heroína llegaron a oídos del rey Felipe II y la concedió un título de ‘soldado aventajado’ que la permitiría vivir sin preocupaciones económicas el resto de su vida.
María Pita fallece en 1643.
Reconocimientos de la heroína
Con el paso de los años, aunque la protagonista de la historia no estuviera presente para vivirlo, su ciudad la recuerda y la conmemora. En 1801 la otorgaron la medalla al heroísmo por la valentía que tuvo ante los ingleses en aquella batalla de 1589.

Pero sin duda el reconocimiento más significativo, que se ha convertido en una de las atracciones turísticas más famosas de A Coruña, es la estatua y plaza con su nombre frente al ayuntamiento.
Es una estatua hecha de bronce por el escultor Xosé Castiñeiras en 1998. La estatua representa a María Pita con la lanza en la mano y con la otra sostiene a su difunto esposo Gregorio Racamonde. Esta se sitúa frente la plaza del ayuntamiento de A Coruña, es un auténtico símbolo para la ciudad.







