Está de dulce y lo sabe. La gira norteamericana de Jessica Bouzas está siendo impecable y, al mismo tiempo, la confirmación de un salto de nivel que lleva tiempo cocinándose. La tenista española de 22 años está terminando la temporada por todo lo alto y en Cincinnati ha vuelto a colarse en los octavos de final de un WTA 1000 por segundo torneo consecutivo.
Si en Canadá ya dio muestras de un tenis que apunta a los puestos altos del circuito, lo que se está viviendo en Cincinnati reafirma esa tesitura. Eliminó a la mítica Venus Williams en el debut, se deshizo de Leylah Fernández, número 26 del mundo, en la segunda ronda; y su última víctima ha sido Taylor Townsend.
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Jessica Bouzas Maneiro moves into the Round of 16 with a 6-4, 6-1 victory against Townsend. #CincyTennis pic.twitter.com/4LWiQBlVVv
— wta (@WTA) August 11, 2025
La jugadora número 1 de dobles, participante como “wild card” en el torneo individual, se topó con una Bouzas implacable. La de Vilagarcía de Arousa no dio ninguna opción a su rival, exhibiendo un rodillo que le valen unos nuevos octavos. Su siguiente escollo, eso sí, será una verdadera prueba de nivel: Aryna Sabalenka.
Un plan perfectamente ejecutado
Pese a su juventud, el trabajo que está haciendo Jessica Bouzas es digno de alabar. Ante Townsend, una doblista, ejecutó un plan medido al detalle que desarboló a la estadounidense. La gallega le hizo correr detrás de cada pelota, a sabiendas de que la movilidad no es el fuerte de alguien que juega en la modalidad de dobles.
Un gasto de energía que castigó con una pegada cada vez más temida en el circuito. Ya todas saben que la agresividad de Bouzas tiene su efecto, ayer terminó con 16 winners. Pero no solo eso, ante el saque de Townsend, la principal baza de la americana, Jessica dio muestras de su solidez y fortaleza.
En siete de los nueve servicios de su rival tuvo oportunidades de break, lo que habla muy bien de su desempeño al resto. En definitiva, Bouzas es hoy un bloque de tenis que puede poner contra las cuerdas a cualquiera. Las estadounidenses, por cierto, lo conocen de primera mano. Esta temporada su historial contra tenistas de Estados Unidos es de 8-1 favorable a la española.
Una batalla contra el calor
No son solo las rivales las únicas que se interponen en el avance de Jessica Bouzas en Cincinnati. Ella, pero también el resto, están teniendo que hacer frente a un torneo en el que las condiciones climatológicas están siendo una pesadilla. El termómetro marcaba ayer 31ºC y la humedad era de un 54%.
La propia Jessica reconocía esas dificultades al término del partido: “Hacía mucho calor, pero he intentado estar centrada solo en el partido e ir punto a punto”. Para hacerse una idea de la situación que están viviendo los jugadores basta con ver lo que le ocurrió a Arthur Rinderknech.
El tenista francés, que se enfrentaba a Auger-Aliassime, sufrió un desmayo en mitad de la pista. Un susto que dejó helados a todos los aficionados presentes en el estadio y que obligó, a la postre, a la retirada del jugador.
Sabalenka, palabras mayores
Volviendo a Jessica Bouzas, a la gallega le tocará bailar en octavos de final con la más fea: Aryna Sabalenka. La mejor jugadora del mundo según el ranking WTA será el rival a batir para Bouzas si quiere seguir con vida en el Cincinnati Open. Un hueso duro de roer que sufrió de lo lindo ante Raducanu en un partido de más de tres horas que se decidió en el tie-break del tercer set.
Grit and determination 😤
Defending champion @SabalenkaA battles it out to win 7-6(3), 4-6, 7-6(5) against Raducanu.#CincyTennis pic.twitter.com/cghDnHca1P
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La tenista española, una vez cumplida su parte, afirmó que no dedicaría tiempo en ver a sus posibles rivales en octavos. “Mi equipo verá el partido, yo no. Voy a descansar, un poco de hielo y fisio para estar preparada para la siguiente ronda”, comentó entre risas la gallega.
Y es normal que lo haga con una sonrisa de oreja a oreja porque vive un momento de felicidad plena. “Estoy trabajando muy duro y estoy feliz fuera de la pista con mi equipo y con todo. Creo que ese es el punto principal para mí, el estar feliz fuera de la pista y después jugar bien”, añadía Bouzas en la entrevista post-partido.