El fútbol español pierde a una de sus pioneras: adiós Amelia del Castillo, primera presidenta de un club

La fundadora del Atlético Pinto ha fallecido este sábado en Barcelona a los 82 años. Hija predilecta de la ciudad, el ayuntamiento ha decretado tres días de luto oficial

27/12/2025 Amelia del Castillo, en un campo de fútbol. EUROPA ESPAÑA DEPORTES AYTO. DE PINTO

El fútbol español ha perdido este sábado a una de sus grandes pioneras. Amelia del Castillo, fundadora del Atlético de Pinto, la primera mujer en presidir un club de fútbol en España, ha fallecido a los 82 años, en Barcelona. El Ayuntamiento de la ciudad de Pinto, en la Comunidad de Madrid, que recientemente le condecoró como hija predilecta, ha decretado tres días de luto oficial.

Hoy en día es común ver mujeres en los palcos de los estadios de fútbol. Incluso algunos de los equipos de Primera División cuentan con una presidenta al frente. Pero hace más de 50 años, en pleno franquismo, esas eran imágenes que ni la Inteligencia Artificial actual sería capaz de imaginar. Amelia del Castillo fue la primera que logró ponerse al mismo nivel que los hombres más poderosos del fútbol español y asumir los mandos de un equipo, abriendo el camino para mujeres como Amaia Gorostiza, presidenta del Eibar, o Marián Mouriño, del Celta de Vigo.

Amelia del Castillo nació en el Madrid de la posguerra, en 1943. Una época gris, en la que a las mujeres rara vez se las veía más allá de desempeñando tareas del hogar.  “Una mujer no podía arbitrar, entrenar y ni pensar en jugar”, explicaba Del Castillo en una entrevista concedida a este redactor en 2021 para ELPAÍS. Su pasión por el fútbol despertó desde bien pequeña, a pesar de que no se le permitiese ni soñar con jugar. A los 18 años, organizó a los jóvenes de su pueblo, Pinto, para fundar el Flecha de Pinto, equipo que se hizo un nombre en torneos menores de la capital. Ella asumía las labores de contabilidad y gestión, algo extremadamente inusual en la época tratándose de una entidad deportiva. En 1963, cuando apenas tenía 20 años, la Flecha se convirtió en equipo federado y ella, de facto, en la primera presidenta de un club de fútbol en España. El aspecto deportivo era prometedor, pero las necesidades del club le impulsaron a pedir apoyo a los diferentes equipos de LaLiga, hasta que recibió la respuesta de Vicente Calderón, presidente del Atlético de Madrid. El dirigente rojiblanco se convirtió en su padrino futbolístico y su principal valedor, cediendo equipaciones para los jugadores, balones, y hasta asientos para las gradas. Del Castillo, colchonera de cuna, decidió en ese momento cambiar el nombre del Flecha de Pinto al Atlético Pinto.

El equipo progresó, sufrió altibajos, pero se mantuvo como un referente de la clase media regional. Corría 1975 y Amelia del Castillo era una figura a la que venían a entrevistar medios internacionales, asombrados de una mujer con tal poderío en el mundo del fútbol. Recibió la medalla del mérito deportivo de la Comunidad de Madrid y todo parecía ir sobre ruedas. Pero tras más de diez años, el machismo apareció para golpearla con toda su fuerza. El alcalde de Pinto en ese momento decidió apartarla del puesto amenazándola con fundar un equipo patrocinado por el Ayuntamiento para opacar al Atlético Pinto. “No podía ni moverme. Tuvieron que venir a buscarme para llevarme a casa porque estaba destrozada”, recordaba en 2021 a las puertas del estadio que hoy lleva su nombre. Ella decidió dar un paso al lado en busca de la paz, asumiendo el destierro con el sentimiento de una madre a la que le arrancan el hijo de los brazos. Sin embargo, nunca dejó de luchar por el bienestar del Atlético Pinto, su “otro retoño” después de sus dos hijas, Gemma y Almudena.

Apartada pero no alejada, Del Castillo siguió de cerca los pasos de su pequeño durante décadas, mientras una directiva sucedía a la otra, hasta que en el año 2000 le llegó el reconocimiento más grande: fue nombrada presidenta de honor y el estadio que ella ayudó a levantar fue bautizado con su nombre, el Amelia del Castillo, situado en la calle Asturias. “Hemos nacido de una mujer y por eso llevamos coraza de campeones”, reza una placa en uno de sus fondos. Las diferentes directivas que fueron pasando por el club tuvieron un trato desigual con la ‘madre’ del Atlético Pinto. En 2021, cuando este redactor trató de preparar un reportaje sobre su figura como pionera del deporte español, descubrió que Amelia del Castillo tenía vetada la entrada al Amelia del Castillo. Se nos negó la entrada a las instalaciones y tuvimos que grabar la entrevista en un parque frente al estadio. Al finalizar la charla, nos acercamos a las puertas del estadio para descubrir que a las placas que formaban su nombre le faltaban varias letras. Ella no pudo aguantar el llanto, y los demás difícilmente pudimos mantener la compostura.

Este sábado, tras conocerse su fallecimiento, el club ha lanzando un comunicado en redes sociales expresando sus condolencias y el reconocimiento a su fundadora, “cuya memoria permanecerá ligada siempre a su historia”. Salomón Aguado, actual alcalde de Pinto, la describió en X como una “mujer pionera, ejemplo y referente” en el comunicado en el que decretaba los tres días de luto oficial.

A pesar de no tener un reconocimiento más alto, Amelia del Castillo fue una figura trascendental para cambiar el papel de las mujeres en fútbol español. Mucho antes de los Balones de Oro de Aitana. Y los de Alexia. Porque seguramente, sin mujeres como ella que abrieron el camino, estos hitos que vivimos hoy en día no sería posibles.

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