Fórmula 1

Lella Lombardi, la única mujer en puntuar en la historia de la Fórmula 1

Cincuenta años después de la gesta de Lella Lombardi ninguna mujer ha podido emularla: Sigue siendo la única piloto femenina en haber puntuado en una carrera de Fórmula 1

Se dice que nunca muere quien no se olvida y es por ello que Lella Lombardi siempre será eterna. La italiana sigue siendo la única mujer en haber puntuado en la historia de la Fórmula 1. Lo consiguió hace 50 años en un fatídico Gran Premio de España.

La historia de Lella es el relato de una mujer que rompió moldes y que llegó donde nadie nunca pudo imaginar. Luchó en un mundo en el que se abrió camino por sí misma y dio una lección constante hasta que un funesto cáncer de mama se la llevó antes de cumplir los 51 años.

Inicios como repartidora de una carnicería

Lella Lombardi nació en 1941 en Frugarolo, una pequeña y rural localidad italiana situada en la región de Piamonte. Con tan sólo 13 años comenzó a conducir la furgoneta de reparto del negocio familiar, una carnicería. Tras acompañar como copiloto de un Alfa Romeo a una amiga que había recibido un pelotazo en un partido de balonmano, comenzó su extraordinaria carrera en el automovilismo.

La piloto se dio cuenta de que su pasión era la velocidad y empezó a correr en un karting sin que su familia tuviera conocimiento de ello. Sus dotes para la velocidad destacaron desde siempre y, por ello, se inició en la competición. Se estrenó en las categorías de formación del automovilismo italiano. Ahí coincidió con otros futuros pilotos de Fórmula 1. Gracias a su buen hacer, su gran amiga, que casualmente era esposa de un promotor de carreras, Ángela Webb, decidió darle una oportunidad. Le suministró las 5.000 libras esterlinas que necesitaba para alquiler un coche y poder participar en la máxima competición. “Las 5.000 libras esterlinas que gastamos en alquilar un coche de Bernie Ecclestone (un Brabham BT42) fueron nuestra única inversión en Lella”, afirmó Ángela.

1975, el año que todo cambió

Lella dejó los karts y se alistó a competir en la Fórmula 3. Pasó a la F5000 Europe en 1974 e intentó acceder a la Fórmula 1 a lomos de un Brabham privado. No logró clasificarse, pero sus esfuerzos no fueron en vano. Consiguió unirse a March Engineering para la temporada siguiente, 1975, y lograr así su sueño, competir en la máxima competición de velocidad, la Fórmula 1.

Gracias a Lella Lombardi la temporada 1975 no es sólo recordada por el absoluto dominio con el que Niki Lauda se llevó su primer título mundial a lomos de un magnífico Ferrari. También es el año en el que una mujer consiguió puntuar, por primera y única vez en la historia, en el campeonato mundial de Fórmula 1.

Su debut fue en Sudáfrica, aunque no fue el esperado. Un problema de presión de gasolina le hizo abandonar, pero su mayor hazaña no tardaría en llegar. En la segunda cita, en territorio español, Lella Lombardi conseguiría lo que ninguna mujer ha logrado igualar jamás.

Desafortunadamente, esa cita es recordada por el accidente que le costó la vida a cinco aficionados. Esto detuvo la carrera de Montjuic cuando Lella rodaba sexta. Como no se completaron todas las vueltas los pilotos recibieron la mitad de puntos. En aquella época el sexto era el último piloto que puntuaba, llevándose un punto. Al repartir la mitad de la puntuación la italiana recibió 0,5 puntos y pasó a la historia.

50 años después todo sigue igual

La historia de las mujeres en la Fórmula 1 continúa siendo escasa. Desde 1992 no ha habido una mujer a lomos de un monoplaza en una prueba oficial. Esto demuestra lo increíble que fue lo que Lella Lombardi logró.

Se clasificó en un total de 12 carreras, dos tercios de las que lo intentó. En 1976 corrió sus dos últimas pruebas de la máxima competición de velocidad. Pasó por todas las modalidades que pudo. Coches deportivos, carreras de resistencia…todo superado con nota. Con su triunfo en las 6 horas de Pergusa en 1979, se convirtió en la primera mujer en ganar una prueba de esta categoría.

Su amiga Ángela Webb la definió como “Una solitaria de verdad que nunca trajo una pareja. Las carreras eran su pasión. No le interesaba la música, la lectura, la cultura o ninguna otra cosa. Sólo las carreras y la pesca”.

Tan cierto es esto que dejó una frase que aún hoy es recordada por todos los amantes de las cuatro ruedas: “Prefiero tener un accidente antes que enamorarme”.

 

 

 

 

 

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