El café es un imprescindible en la vida de muchas personas. La pregunta sobre la seguridad de tomar café en el embarazo es una de las más frecuentes entre las futuras madres. Es fundamental comprender las recomendaciones médicas y científicas para asegurar el bienestar materno y fetal a la hora de tomar esta y otras bebidas con cafeína. La evidencia actual da las claves al respecto del tema.
Qué dice la ciencia sobre tomar café en el embarazo

La mayoría de las organizaciones de salud a nivel mundial coinciden en un límite máximo de ingesta diaria de cafeína para mujeres embarazadas. Entidades como el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG), la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO) recomiendan limitar el consumo de cafeína a 200 miligramos al día.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), si bien indica que ingestas elevadas (más de 300 mg/día) deben reducirse, también ha respaldado en el pasado el consejo de limitar a 200 mg/día. Así, se logra reducir el riesgo de pérdida del embarazo y de recién nacidos con bajo peso. Aunque hay algunas organizaciones, como Health Canadá, que sugieren un límite ligeramente superior, de 300 mg/día.
La equivalencia en tazas es de dos de tamaño normal con unos 90 milígramos de cafeína, la ración habitual. Serían unas tres tazas y media de pequeño tamaño. Eso sí, hay que tener en cuenta que el contenido de cafeína puede variar significativamente. Este depende del tipo de grano, del método de preparación y del tamaño real de la porción.
Consideraciones y riesgos
El consumo moderado de café no implica complicaciones graves. No obstante, si se toma en exceso, existen varios riesgos potenciales para la madre y el feto. La cafeína atraviesa la placenta y puede afectar al bebé en desarrollo. El cuerpo de la mujer embarazada, además, metaboliza la cafeína más lentamente (hasta tres veces más de tiempo), lo que incrementa su exposición y la del feto a la misma.
Entre los principales problemas de tomar café en el embarazo, se halla el aumento del riesgo de aborto espontáneo o pérdida del embarazo. También puede provocar bajo peso del bebé al nacer, al limitar el crecimiento fetal. Asimismo, sus efectos habituales se ven potenciados, como el diurético o las alteraciones del sueño, tanto del feto como de la madre.
Como ya se sabe, el café no es el único alimento con cafeína. También debe moderarse la ingesta de los refrescos, bebidas energéticas, chocolates, algunos tés y ciertos medicamentos. Si se pueden evitar salvo en contadas ocasiones, mejor.
Por lo tanto, es muy importante tratar de no superar los 200 milígramos de cafeína al día durante la gestación. Del mismo modo, es crucial consultar siempre las dudas con un profesional de la salud, como el ginecólogo o la matrona. La información y el seguimiento médico son las herramientas más importantes para garantizar un embarazo saludable y un desarrollo óptimo del bebé en camino.